En marzo 31 de 1915, el general Francisco Villa, preocupado por el avance del general constitucionalista Álvaro Obregón, y el amago del general Manuel M. Diéguez a la ciudad de Guadalajara, decide avanzar a Irapuato, Gto., en un viaje de cuarenta y ocho horas.
Mientras que el general Felipe Ángeles, llega a Torreón a tratarse una herida en el pie. Andaba tan dispersa la poderosa División del Norte, que se anunciaba que cualquiera podría derrotar al general Villa.
Álvaro Obregón y sus batallas previas
El general Álvaro Obregón, había sido designado jefe de las Operaciones del Ejército Constitucionalista, tomando la ciudad de Puebla, en enero de 1915, posteriormente va derrotando a los convencionistas hasta llegar a la Villa de Guadalupe, y posteriormente hace su entrada triunfal a la ciudad de México.
Obregón reconoce el valor de Celaya:
“Es una antigua ciudad (Celaya), con una población de aproximada de 35,000 habitantes, situada en el extremo sur del Bajío de Guanajuato, sobre un terreno perfectamente plano, circundada por extensas labores en que se cultiva preferentemente trigo, y a través de las cuales corren, en distintas direcciones, acequias y pequeños canales, para el regadío de sus tierras. La importancia estratégica de Celaya, consiste en que allí hacen conjunción las vías ferrocarrileras del Nacional, en un ramal que parte de Empalme González, del Central y la que va por Acámbaro y Morelia a Toluca. Es asimismo, un importante centro de producción Agrícola, donde pueden encontrar abastecimiento grandes ejércitos”: señala el Gral. Álvaro Obregón, en el libro Ocho Kilómetros en campaña.
Momentos previos a la batalla
Es el periodo más trascendental de la campaña militar, vísperas al choque de los dos formidables ejércitos; el villista y el constitucionalista. De este resultado dependía la suerte de la Revolución.
Durante la etapa de la Revolución Mexicana, en 1915, el general Francisco Villa, junto a la División del Norte, dominaba el centro y casi todo el norte del país, conservando frescas las jornadas victoriosas en Tierra Blanca, Ojinaga, Torreón, San Pedro de las Colonias, Paredón y Zacatecas.
Los constitucionalistas de don Venustiano Carranza, ocupaban la periferia de la República. Obregón, por su parte, confiaba en triunfar, pues contaba con un ejército cada vez más disciplinado y, principalmente, bien pertrechado y aprovisionado.
En el libro Memorias de Pancho Villa, se menciona: “Y es lo cierto en que en aquellas mismas horas Agustín Estrada y Abel Serratos me comunicaron el nuevo avance de Obregón, preguntándome que qué hacían, que ya el enemigo se acechaba encima de Celaya en muy grande número; a lo cual yo les contesté que Estrada se retrajera de Celaya a Salamanca y que me esperara allí, y que allí llegaría yo otro día siguiente llevándole todo mi auxilio… Así fue. Hice mi marcha de Torreón hasta Irapuato…”
Fuentes: Archivo Grupo Editorial Centenarios – Kiosco de la Historia.