El mural fue inaugurado un 27 de diciembre de 1969, por el Gobernador del Estado, el Licenciado Manuel M. Moreno y el Presidente Municipal de Irapuato en ese entonces y principal impulsor de esta obra, el Dr. Ramón Hernández Granados, el Mural de las Revoluciones, ubicado en la Presidencia Municipal de Irapuato.
Obra realizada por el pintor y muralista, Salvador Almaraz, nacido el 18 de noviembre de 1930, en la ciudad de Irapuato, Guanajuato.
Quien por su trayectoria artística se ha hecho acreedor a varios premios y reconocimientos; por ejemplo en 1998, recibe en acto solemne, por parte del Congreso del Estado de Guanajuato, el Premio Estatal de Artes “Diego Rivera”.
En 2004 recibió el premio “Vazco de Plata”, reconocimiento otorgado al ciudadano distinguido por parte de las autoridades municipales de Irapuato, Guanajuato. En ese mismo año, se hace acreedor al premio Internacional “Laurel de Oro a la Calidad” otorgado por parte del organismo no gubernamental “Same Out Group” con sede en Barcelona, España. Ha recibido otros premios y reconocimientos no menos importantes y de gran valía para el nivel del artista que representa el Maestro Almaraz.
Su talento e inagotable creatividad, debemos de apreciarlos y agradecerlos por tan importante y grandioso legado artístico que a través de sus años nos ha ido dejando el Maestro Almaraz, para ser transmitido y admirados por nuestras futuras generaciones.
“…esta obra tiene que ser realizada por un irapuatense y ese soy yo”
Su creador recuerda que desde niño tenía un anhelo muy especial por pintar los intradós pertenecientes a la bóveda que cubre la escalinata principal del Palacio Municipal de su Ciudad, cursaba el año 1967 y Almaraz andando en la búsqueda de trascender a través de su trabajo como muralista, ya que para ese entonces había realizado un sinnúmero de obra mural y de caballete, recibe una noticia.
Se entera que dichas autoridades municipales pretendían encargar un mural en este mismo espacio al artista y gran muralista de Silao, José Chávez Morado, menciona que su amor y cariño por Irapuato fue el principal impulsor para acercarse al entonces presidente municipal Dr. Ramón Hernández Granados.
De inmediato deja sus actividades que realizaba en la Ciudad de México, para presentarse y ofrecer su creatividad al municipio que lo vio nacer.
Dice el maestro Almaraz con agrado, “me vine a mi tierra y me obligué a hablar con el Presidente era yo muy joven y le dije, Sr. Presidente esta obra tiene que ser realizada por un Irapuatense y ese soy yo”, a lo que el Alcalde respondió, “¿y usted quién es?, él no sabía ni conocía de la obra y calidad artística de Almaraz y de lo que había realizado.
Al ver las reproducciones de sus trabajos y hablar de las condiciones que requería el artista para realizar dicha obra, el Alcalde no dudo en apoyar que fuera él quien tuviera la responsabilidad de realizar el mural, e iniciar con su ejecución de manera inmediata.
Las condiciones fueron las siguientes:
Primera: “Libertad absoluta en la realización de ella, que nadie intervenga, ni siquiera usted”, cuenta el maestro que le dijo al Alcalde, el cual respondió de una manera muy congruente: “claro, a los artistas no hay que condicionarles su creatividad”.
Segunda: Contar con los materiales para la preparación de los muros, ya que como es un recinto histórico, requería de un tratamiento especial para la aplicación de una nueva técnica como lo es el acrílico.
Tercera: El proporcionar los materiales de pintura, andamios y honorarios para dos ayudantes, ya que no hubo ni se habló de alguna remuneración económica para el artista.
Es por ello que aún más se le conoce a Almaraz como una de las más grandes aportaciones que haya dado a su Tierra.
A partir de ese momento, el trabajo para el artista fue arduo, logrando realizarse en un tiempo record de un año y once meses, con una superficie de 540 metros cuadrados de técnica mixta de pinturas acrílicas de base solvente sobre superficie de cemento y estuco.
Las historias detrás del Mural
Este mural de la escalinata de la Presidencia Municipal antes Colegio de la Enseñanza es una obra que nos remite a los principales periodos de la Historia de nuestro país, haciendo énfasis en cinco mementos coyunturales de nuestro devenir histórico como nación: La Conquista, Evangelización y el Sincretismo Religioso, la Lucha de Independencia, La Guerra de Reforma y la Revolución.