28 de julio de 1920, Rendición del General Villa al Gobierno de Adolfo de la Huerta.
El triunfo del Plan de Agua Prieta, se materializó con la elección de Adolfo de la Huerta como Presidente Interino, quien de inmediato tomó medidas con el fin de lograr pacificar al país. Uno de sus objetivos era lograr la rendición de Francisco Villa, quien para esas fechas aún contaba con hombres y armas en el norte del país.
El ingeniero Elías Torres, amigo personal de Adolfo de la Huerta, se ofreció a fungir como mediador entre el gobierno y Francisco Villa, por lo que se trasladó a Sabinas, donde inició las pláticas, para que depusiera las armas y aceptara las propuestas sugeridas por el Presidente Adolfo de la Huerta.
Después de las negociaciones, Villa aceptó con la condición que se le entregaran los documentos oficiales de su rendición, para tener la seguridad de que sería respetado el convenio con el gobierno federal. De la Huerta envió al General Eugenio Martínez, a ultimar los detalles de la rendición de Francisco Villa, la cual se firmó por ambos generales el día 28 de julio de 1920 en el Palacio Municipal de Sabinas, Coah. Los puntos esenciales de dicho convenio fueron entre otros:
1/o. Villa deponía las armas retirándose a la vida privada.
2/o. El gobierno adjudicaba al General Villa la hacienda de Canutillo, Dgo., adquirida por el Gobierno Federal en un costo aproximado de seiscientos mil pesos.
3/o. Villa conservaría una guardia personal designada por él mismo de 50 hombres, los cuales recibirían sus haberes por parte del gobierno.
4/o. A cada uno de los componentes de su fuerza, se les pagarían los haberes de un año según su grado.
5/o. Asimismo, Villa se obligaba bajo palabra de honor, a no tomar las armas en contra del gobierno.
Al dejar las armas, recibió muestras de afecto en los diferentes sitios por los que pasaba. En una entrevista que concedió a un periódico manifestó que no volvería a tomar las armas, y se dedicaría a la tranquilidad del campo y a levantar la hacienda que se le concedía.
Villa disfrutó poco de la tranquilidad que buscaba, pues el 20 de julio de 1923, en el poblado de Parral, Chih., acompañado por su secretario particular el Coronel Miguel Trillo, además de una escolta de Dorados, al dirigirse a la celebración de un bautizo a bordo de un vehículo Dodge que él conducía fue atacado resultando muerto.
Con información de la SEDENA.