Los éxitos de las grandes empresas y de los grandes gobiernos no son necesariamente por tener grandes hombres sino grandes equipos.
México deja de ser un país de caudillos para convertirse en trabajos en equipo, con proyectos y con rumbos. Los grandes hombres están soportados por grandes equipos.
Las elecciones del año 2018 serán competidas y rigurosas. Competidas entre los partidos y con un tremendo rigor social, pasando, al voto de aprobación al voto de castigo.
Un voto duro por partido cuenta, pero más aún los análisis señalan que se votará por el candidato y por el proyecto.
Todos deseamos que las elecciones sean democráticas y civilizadas, con propuestas y seguimientos a las propuestas de los candidatos.
Terminados los procesos internos y las elecciones, especialmente en lo que se refiere a las alcaldías, los triunfadores y alcaldes salientes deberán de iniciar un proceso de transición productivo.
En este proceso social productivo la administración saliente se irá en paz y la entrante iniciará su Gobierno con confianza.
Los alcaldes electos valorarán resultados y a los funcionarios. Seguramente muchos presidentes electos ratificarán esfuerzos importantes.
La transición productiva y civilizada es lo mejor para la sociedad. Es el relevo sin pérdida de tiempo y es la salida con la satisfacción de haber hecho las cosas bien.
A los ciudadanos nos corresponde observar y participar en nuestro momento. Como empresarios exhortar a los acuerdos entre las partes, para que los ciudadanos no resulten perjudicados.
La capacidad para el éxito de una empresa y en un gobierno está en sus grandes equipos. Los equipos estructurados, con visión, cohesionados, garantizan resultados.
Para quiénes tenemos pasión por Irapuato vemos una sociedad con muchas capacidades. Hombres y mujeres de talento, con sueños y realizaciones.
En Irapuato hay ciudadanos exitosos y capaces en dirigir grandes empresas y gobiernos. La sociedad misma sabe depurar y elegir o incapacidades y capacidades.