Primero convento, después hospital y hoy es una escuela…
Misticismo, contrastes y viaje al pasado
La experiencia en el Pueblo Mágico de Salvatierra es intrigante, asombrosa y modesta.
La percepción de una ciudad que se quedó atrapada en el tiempo y que te lo demuestra en sus calles, pisos, puertas, ventanas, patios, comida, árboles y campanas.
Los sitios conventuales que te obligan a admirar cada gran detalle de sus construcciones, partiendo de la vista general de la ciudad desde la torre del templo de San Francisco, que te conduce al olor de los mangos y manzanas de los árboles de un histórico patio que sirve como espacio para celebraciones y conmemoraciones.
Pero sin duda alguna, la experiencia que hizo agudizar nuestros sentidos, fue visitar la escuela José María Morelos. Desde la entrada, se siente un fuerza, un algo, una impresión que te hace recordar que ya estuviste ahí. Como si vivieras cada fotograma de la película “El espinazo del diablo”.
Cuentan que cuenta la leyenda de una religiosa que deambula por el patio central y riega las macetas. La llegaron a ver cuando fue hospital. Se dice que era una religiosa que estaba apegada a sus macetas y hasta por las noches salìa a regarlas, descuidando sus horas de rezo por atender las plantas.
Su edificación inicia en 1770. Su importancia radica en que es uno de los tres únicos ejemplos dedicados al monacato femenino (estado o modo de vida del monje) en la región durante el Virreinato.
El convento cuenta con un sistema de captación de agua pluvial que la almacena en un aljibe que se encuentra por los baños.
Estilo barroco queretano
Lo podemos admirar en el actual patio del colegio Morelos, con arcos miztilineos y aconchados, tambièn las puertas de San Josè y de María que dan acceso al templo. Los altares actuales son de estilo neoclásico, en cantera con aplicaciones doradas. Los muros y bóvedas muestran la pintura en color crema con ornamentación de estilo de fines del siglo XIX.
En su tiempo este templo formaba parte de la estructura de un gran convento, el tercero en la ciudad, sin embargo aún existe dentro de las instalaciones un área que funge como convento. Actualmente la mayor parte de la estructura fue convertido en instalaciones para el colegio “José María Morelos”, antigua escuela parroquial.
Época Porfiriana
En 1886 Porfirio Dìaz cedió al ayuntamiento el ex convento para la instalación de un hospital civil, por las gestiones realizadas por el gobernador del estado; se le llamó Hospital Manuel González.
Transición a escuela En la Casa del Capellán, se encontraba la escuela primaria oficial conocida como de Capuchinas, hasta 1957 que cambia de sitio a la calle de Morelos (atrás del hotel La Primaria) con el nombre de Escuela Emperador Cuahutémoc, el hospital civil para nuevas instalaciones en la calle de Ocampo y El Claustro y demás sitio que ocupaba pasan a ser para la escuela parroquial que llevaría el nombre de José María Morelos.
Fuente: “Historia civil y elclesiastica de Salvatierra”, Vicente Ruiz Arias.