Mafalda, la niña que nos hace reflexionar

Obra del dibujante Quino ha logrado transmitir las más poderosas lecciones de igualdad, política, crítica social y la vida cotidiana desde el humor más genial. Repasamos la historia de la caricatura de una niña adelantada a su tiempo.

Traducida a casi 20 idiomas y publicada en todo el mundo, Mafalda nos dejó frases tan célebres como “paren el mundo que me quiero bajar”, “lo urgente no deja tiempo para lo importante” o “admitir que se está equivocado es el harakiri del orgullo”.

El inicio de la historia

Un dibujante en ascenso acepta la loca propuesta de un amigo: crear una historieta que funcione como publicidad encubierta. Ese dibujante era Quino, (Joaquín Salvador Lavado Tejón) nacido en Mendoza, Argentina, en 1932.

Corría el año 1962 y la agencia Agens quería promocionar la marca de electrodomésticos Mansfield, de la empresa Siam Di Tella, con un método novedoso: una tira cómica en los diarios publicitando la marca.

Presentaron el proyecto en Clarín pero no resultó, la maniobra era demasiado evidente. Sin embargo, Quino sabía que esa creación no era algo para hacer un bollo y tirarlo a la basura. Siguió trabajándola, perfeccionándola, hasta que el laberinto del mercado editorial se abrió. Mafalda irrumpe en el mundo de la historieta un 29 de septiembre de 1964 cuando Julián Delgado, director de la revista Primera Plana, le da un apretón de manos y le dice: “ok, empecemos”.

Para el 15 de marzo de 1965, “Mafalda” regresó a sus lectores en el impreso titulado “El Mundo”, el diario resultó ser un gran emporio periodístico y una plataforma importante de difusión para “Quino”, quien añadió nuevos personajes a las ya famosas tiras cómicas: “Manolito”, “Susanita”, “Miguelito” y el hermano de la picaresca niña de flequillo inconfundible, “Guille”, aparecieron entre 1965 y 1967.

Sus personajes

Los personajes de Mafalda son niños. La mirada del mundo se da desde ese lugar, un poco de ingenuidad, un poco de utopía, un poco de capricho, otro poco de rebeldía nata. La protagonista es Mafalda, que representa la aspiración idealista del propio Quino. En sus propias palabras: la necesidad de hacer de este un mundo un lugar mejor. Hay pesimismo y nihilismo también, incluso algo de existencialismo, pero con una sensibilidad social deslumbrante que le otorga esa pizca clave de esperanza.

La última aparición de Mafalda

La última vez que Mafalda apareció en una tira fue el 25 de junio de 1973. Mafalda tuvo algunas apariciones puntuales, pero este fue su final oficial.

El propio Quino justificó así el final de la tira: “Me costaba mucho esfuerzo no repetirme, sufría con cada entrega. Cuando uno tapa el último cuadrito de una historieta y ya sabe cuál va a ser el final es porque la cosa no va. Y por respeto los lectores y a mis personajes y por mi manera de sentir el trabajo decidí no hacerla más y seguir con el humor que nunca dejé de hacer.

Premios para Quino

Recibió diversos premios gracias al personaje que le dio éxito en la década de 1960 y 1970; Humorista Gráfico del Año, del Salón Internacional de Montreal en 1982; Konex de Platino de Artes Visuales- Humor Gráfico en 1982 y 1992; el premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos en 2000; Romics de Oro en 2011; el Konex Especial en 2012 y el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, en 2014.

Fuentes: Muy Historia, Infobae, Excélsior y La Silla Rota.

Fotografías: Twitter

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