Fue el 24 de diciembre de 1946, cuando la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa de reformar el Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, enviada por el Presidente Miguel Alemán, para que en las elecciones municipales participaran las mujeres en igualdad de condiciones que los varones, con el derecho a votar y ser elegidas; pero fue hasta el 12 de febrero de 1947 cuando ésta entró en vigor.
Con esta reforma, se reconoció en el ámbito municipal, el derecho de las mujeres a votar y ser votadas, por lo que es el punto de partida y arranque en el ejercicio de los derechos políticos de la mujer en un plano de equidad con el hombre.
Antes de 1947, las mujeres lucharon por un espacio en la vida política. Fue en el sureste mexicano donde se empezó a solicitar que las mujeres sufragaran, existen antecedentes de la participación de la mujer en cargos de elección popular; casos como: el de Elvira Carrillo Puerto quien fue la primer mexicana electa diputada a un Congreso Local por el V Distrito en Yucatán y como el de Rosa Torres González quien se convirtió en la primera mujer regidora en el municipio de Mérida, Yucatán, ambas en 1923; o Aurora Mesa Andraca quien fuera la primera presidenta municipal en Chilpancingo, Guerrero en 1938.
Por tanto, fue en el ámbito local donde se originaron las primeras manifestaciones de las mujeres en la vida política, las cuales fueron el punto de partida para equiparar la condición del hombre y de la mujer en el disfrute y ejercicio de sus derechos políticos.
En la actualidad
Actualmente, a nivel municipal las mujeres tienen una mayor participación política y han logrado una mayor representatividad en cargos de elección popular; sin embargo, pese a los esfuerzos y reformas electorales para equilibrar su participación, aun es baja la proporción del género femenino en los gobiernos municipales, solo el 10 el por ciento de los ayuntamientos del país están encabezados por mujeres.
Con Información de Gobierno de México