Lina Medina Vázquez nació en la Región Huancavelica de Perú el 27 de septiembre de 1933 y es la madre más joven confirmada en la historia de la medicina al convertirse en mamá a los 5 años y 7 meses de edad.
Su padre, Tiburcio Medina, notó en su momento que Lina tenía el “vientre abultado”, y ante las supersticiones de la gente, quienes decían que tenía una culebra dentro y culpaban del mal a Apu, el espíritu de los Andes.
La niña se quejó de dolores en el estómago con su madre. Fue a mediados de abril de 1939, que la llevaron con los chamanes de la aldea, quienes creyeron que tenía un tumor y le aconsejaron que la llevara a Pisco, la ciudad más cercana.
El Dr. Gerardo Lozada la atendió y la llevó a Lima, donde otros especialistas diagnosticaron que Lina estaba embarazada.
Nacimiento del bebe
El 14 de mayo de 1939, Lina dio a luz a un niño mediante una cesárea realizada por los cirujanos el Dr. Lozada, el Dr. Busalleu y anestesiólogo, el Dr. Colretta.
Su hijo, Gerardo Medina, pesó 2 kilos 700 gramos y fue criado creyendo que era el décimo hijo de sus abuelos, pero a la edad de 10 años se enteró de que Lina era su madre.
Los médicos descubrieron que Lina quedó embarazada debido a una condición llamada pubertad precoz, cuando el cuerpo de un niño llega a la pubertad prematuramente.
Sus senos estaban casi completamente desarrollados a los cuatro años y comenzó a tener períodos a los tres, según su madre. Sin embargo, un informe médico de Perú registró que el ciclo menstrual de la niña comenzaba a los ocho meses de edad.
El caso fue tan popular que incluso sus abuelos fueron invitados para que el bebé se exhibiera en la Feria Mundial de Nueva York con todos los gastos pagados y aunque rechazaron esta oferta, sí aceptaron la propuesta de un empresario de Estados Unidos para que la madre y su hijo viajaran para ser investigados por científicos estadounidenses.
Incluso, les ofrecieron un fondo económico que garantizaba su bienestar de por vida, sin embargo, el gobierno peruano decretó que Lina y su hijo estaban en “peligro moral” y decidió crear una comisión especial para protegerla, pero en pocos meses abandonaron el caso y Lina nunca recibió ningún apoyo financiero.
“El Hijo del Dios Sol”
Los años pasaron y al cumplir 40, el hijo de Lina falleció en 1979 de una rara enfermedad en la médula ósea.
Nunca se supo con seguridad quién abuso de Medina. Su padre estuvo preso varios días como sospechoso de violación, sin embargo, tras ser liberado las investigaciones recayeron sobre uno de los hermanos de Lina, quien tenía una discapacidad intelectual.
En Perú se llegó a creer que Lina era una especie de Virgen María, que había concebido sin pecado original, por obra y gracia del Espíritu Santo.
Hasta la fecha, en el pueblo de Antacancha, sus habitantes creen que Gerardo fue hijo del dios Sol.
Dos años después del nacimiento de Gerardo, Lina fue evaluada por el especialista en niños Paul Koask, de la Universidad de Columbia, quien describió que su inteligencia estaba por encima del promedio y que su bebé era “perfectamente normal”.
Él escribió: “Ella piensa en el niño como un hermano pequeño y también lo hace el resto de la familia”.
¿Qué fue de Lina Medina?
En su juventud, Medina trabajó como secretaria en la clínica de Lima del Dr. Lozada, quien le dio una educación y le ayudó para que su hijo cursara la escuela secundaria.
Posteriormente, se casó a los 33 años con Raúl Jurado con quien tuvo otro hijo en 1972, el cual emigró a México.
Ambos construyeron una casa que fue demolida en la década del ochenta para construir una autopista. Ahora vive en un pueblo de Lima llamado Chicago Chico.
Finalmente fue gracias al ginecólogo José Sandoval, quien escribió acerca de ella en Madre a los cinco años, que en 2002, Lina consiguió recibir una pensión vitalicia por parte del gobierno peruano.
Fuentes: El Sol de México, El Debate, El Tiempo.