En la isla Santa Elena en el Atlántico Sur, habita una fascinante criatura que Guinness World Records la declaró como “el animal terrestre más antiguo del mundo” en el año 2019, cuando tenía 187 años. Su nombre es Jonathan y es una tortuga gigante.
Había nacido en 1832, durante el reinado de la reina Victoria, ya tenía 80 años cuando el ocurrió el hundimiento del Titanic se hundió en el Atlántico Norte. En este año 2022, se espera que la tortuga llegue a la impresionante suma de 190 años.
Jonathan The Turtle, como se lo conoce en todo el mundo, tardó mucho tiempo en descubrirse su verdadera edad. A penas en el año 2008, a través de un artículo de Daily Mail, se comprobó que la tortuga se encontraba presente en la Guerra Bóer al ser reconocido en una colección de imágenes del 1900. En 1880, fue resguardado y cuidado para que su salud permaneciera estable hasta la actualidad.
Desde hace 140 años, lleva una vida muy relajada en la isla de Santa Elena en el Atlántico Sur. Jonathan reside en una histórica mansión del gobernador del lugar y cuenta con varias personas a cargo que cuidan de su bienestar.
Con el paso de los años, el animal se convirtió en un ícono de Santa Elena, pero también a nivel global ya que su extensa vida sigue siendo una incógnita para los científicos. Hasta el día de hoy, a muchos les cuesta creer cómo hizo Jonathan para vivir casi 190 años.
En la mansión convive con otras tres tortugas gigantes. Una de ellas es David, que tiene 82 años. Según se conoció por parte de sus cuidadores, los cuatro animales tienen una muy buena relación.
Presenta algunos problemas de salud
Los años le empezaron “a pesar” desde hace un tiempo y los problemas de salud lo comenzaron a afectar. Sus cuidadores reconocieron que es probable que esté completamente ciego ya que se le detectaron cataratas. Además, sostuvieron que perdió el sentido del olfato, aunque se orienta y se desplaza bien.
En este sentido, el personal a cargo de su bienestar empezó a notar desde hace muchos años algunos problemas médicos, pero aseguraron que con una dieta mejor balanceada, el estado de Jonathan mejoró notablemente en los últimos meses.
Con esta mejoría, la organización especializada Geology, destacó que en este año 2022, se espera que la tortuga llegue a la impresionante suma de 190 años. Aunque anticiparon que romperá un récord histórico, en la actualidad, Jonathan, ya posee el título del animal terrestre más longevo conocido.
¿Por qué viven muchos años las tortugas?
Jonathan y otras tortugas gigantes no son las únicas tortugas que gozan de semejante longevidad, dijo Jordan Donini, profesor de biología y ecologista de tortugas en Florida SouthWestern State College. Las tortugas marinas pueden vivir de 50 a 100 años, y las tortugas de caja pueden vivir más de un siglo.
Las tortugas solo corren un riesgo significativo de ser víctima de sus depredadores en los primeros cinco años de vida.
Después de este período, su caparazón -y el hecho de que pasan la mayor parte del tiempo en la madriguera- las mantiene protegidas.
Por otra parte, las tortugas pueden tolerar largos períodos de sequía. Además, poseen un metabolismo muy lento.
La mayoría vive por 70 años.
Una pista de la longevidad de las tortugas radica en sus telómeros
Además, existe “una respuesta evolutiva y una respuesta biológica”, sostuvo Lori Neuman-Lee, profesora asistente de fisiología en la Universidad Estatal de Arkansas que estudia tortugas y otros reptiles.
La respuesta evolutiva es relativamente sencilla: a los animales como las serpientes y los mapaches les encanta comer huevos de tortuga. Para transmitir sus genes, las tortugas tienen que vivir mucho tiempo y reproducirse con frecuencia, a veces varias veces al año, y poner muchos huevos. “Es algo asombroso que el mundo no esté invadido por tortugas, dada la cantidad de crías que tienen”, añadió Neuman-Lee.
El mecanismo biológico detrás de la longevidad de las tortugas es más complicado, advierte una investigación publicada en la revista Live Science. Una pista de la longevidad de las tortugas radica en sus telómeros, estructuras compuestas por hebras de ADN no codificantes que cubren los extremos de los cromosomas. Estas estructuras ayudan a proteger los cromosomas a medida que las células se dividen. Con el tiempo, los telómeros se acortan o se degradan, lo que significa que ya no pueden proteger sus cromosomas, lo que genera problemas con la replicación del ADN. Y los errores en la replicación del ADN pueden provocar problemas como tumores y muerte celular.
Pero las tortugas exhiben una tasa más baja de acortamiento de los telómeros en comparación con los animales de vida más corta, advirtió Neuman-Lee. Esto significa que son más resistentes a ciertos tipos de daño que pueden surgir de errores de replicación del ADN.
Los científicos no han confirmado todos los factores que contribuyen a la larga vida de las tortugas, pero han propuesto algunas ideas. En un artículo publicado el 8 de julio del 2021, en la base de datos de preimpresión bioRxiv que aún no ha sido revisado por pares, un equipo de científicos exploró una serie de mecanismos y sustancias que conducen al daño celular y la muerte, y observó cómo las células de varias especies de tortugas, incluidas de una tortuga gigante (como Jonathan), responden.
Apoptosis o muerte celular programada
Según el documento, las tortugas gigantes y algunas otras especies de tortugas parecen poder protegerse de los efectos a largo plazo del daño celular. Lo hacen matando rápidamente las células dañadas, mediante un proceso llamado apoptosis o muerte celular programada.
Un tratamiento indujo el estrés oxidativo, un tipo de estrés que ocurre naturalmente en las células vivas. El estrés oxidativo es causado por radicales libres, que son moléculas altamente reactivas formadas naturalmente por procesos metabólicos. Cuando fueron tratadas, las células de tortuga rápidamente sufrieron apoptosis.
Una de las cosas que este artículo refuerza es la idea de que la apoptosis realmente controlada es realmente valiosa, porque si hay una célula que tiene daño, entonces si un organismo puede eliminarla rápidamente, eso puede evitar cosas como el cáncer”, subrayó Neuman-Lee.
De hecho, las células de todas las especies menos una no respondió a un tratamiento que supuestamente interrumpiría una enzima llamada ligasa, que es esencial para el proceso de replicación del ADN. En otras palabras, la ligasa de las tortugas continuó funcionando correctamente. “Aún no se ha determinado si esto significa que estas tortugas son completamente resistentes a los problemas de replicación del ADN”, destacó el experto. Y finalizó: “Pero es una posible respuesta a por qué las tortugas son tan longevas”
Fuentes: BBC, La Nación, Infobae.