Salvador Novo

Salvador Novo, poeta, dramaturgo, ensayista, traductor, periodista, cronista, crítico cultural, funcionario público. Su nombre completo es Salvador Novo López, nacido en la Ciudad de México el 30 de julio de 1904 y falleció el 13 de enero de 1974.

Sus padres fueron el español emigrado Andrés Novo Blanco y de la zacatecana Amelia López Espino, quien formaba parte de una numerosa familia de perfil matriarcal instalada en la Ciudad de México. Se mudaron a Torreón, Coahuila. A los 12 años regresó a la Ciudad de México donde estudio en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras.

Salvador Novo fue integrante del grupo Contemporáneos y de la Academia Mexicana de la Lengua; es uno de los escritores más prolíficos de la primera mitad del siglo pasado.

XX poemas, Nueva grandeza mexicana, Nuevo amor, La estatua de sal, En defensa de lo usado, Return Ticket, son parte de las obras de Salvador Novo, quien es considerado uno de los intelectuales más influyentes, completos y complejos de la vida cultural del siglo XX.

Su obra es amplia y diversa, difícil de encasillar en un género o estilo. Fue crítico literario y de teatro y como dramaturgo escribió obras fundamentales como La señorita Remington (1924), una adaptación de Don Quijote de la Mancha (1947) y una versión de la tragedia de Sófocles, Edipo rey, bajo el título Yocasta o casi (1961); La culta dama (1951) y el texto Actuación y dirección teatral, publicado en 1959. Además, su versátil actividad lo llevó a escribir guiones para cine.

Monsiváis señaló, en la introducción que hizo a la selección publicada en Material de Lectura editado por la UNAM, que fue un “escritor fundamentalmente lúcido, se empeñó en extraer de su vida conclusiones melodramáticas y, en tanto personaje literario, incurrió con frecuencia en la autocompasión al no sostener a la medida de sus deseos una imagen de absoluta e implacable modernidad. A su vez, la práctica literaria de Novo es distinta y opuesta a su teoría y su ‘diaria prosa’, su trabajo periodístico y cultural no fue jamás ‘fruto vano y amargo’”.

En 1947 fue nombrado por Carlos Chávez jefe del Departamento de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Luego abrió el Teatro de la Capilla (1953) y dirigió más tarde la Escuela de Arte Dramático del INBAL; en 1965 se le nombró Cronista de la Ciudad de México y en 1967 recibió el Premio Nacional de Literatura, en reconocimiento a su creación literaria y a su contribución teórica a los más variados aspectos de las letras mexicanas.

Su libro de ensayos En defensa de lo usado, su poemario Nuevo amor, su autobiografía La estatua de sal, su obra teatral Cuauhtémoc, su crónica Nueva grandeza mexicana y su tarea periodística organizada por “periodos presidenciales” resultan imprescindibles para la literatura mexicana.

Fuentes: INBAL, Enciclopedia de la Literatura en México, Gobierno de México.

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