Un indio salmantino de origen humilde
Albino García Ramos, era un indio puro, de la clase más humilde, atrevido y arrogante caporal que trabajaba en las haciendas inmediatas a Valle de Santiago, rica población de la intendencia de Guanajuato. Aunque varios historiadores han ocupado que García era originario de esa población, tal afirmación carece de verdad, pues era únicamente el escondite preferido del guerrillero.
Albino García nació en Cerro Blanco, que se encuentra en la jurisdicción de Salamanca, algunas fuentes señalan que nació el 8 de marzo de 1774. Se desconoce el nombre completo de sus ascendientes, pues las actas bautismales que se encuentran en el archivo de la Parroquia de Salamanca, sólo se consignaba el nombre de los padres del bautizado y el de éste sin atender el apellido.
Su apodo “El Manco” García
De lejanas montañas era llamado Albino García para que montara caballos intratables, y en una de tantas ocasiones, un animal casi salvaje le ocasionó una tremenda caída que le astillo los huesos del brazo izquierdo, dejándoselo inútil. Por esta razón, le llamaron desde entonces el “Manco” García.
Se une a la guerra de Independencia de México
Al estallar la guerra de Independencia “El Manco” García, se unió con entusiasmo a las fuerzas de Miguel Hidalgo y Costilla en Salamanca realizando campañas en el Bajío. Era conocido como hombre atrevido y capaz de acometer difíciles y arriesgadas aventuras, muy pronto consiguió reunir a su lado a un grupo de hombres igualmente atrevidos y resueltos.
Albino recibió su bautismo de fuego en febrero de 1811, en la hacienda de Quirieco, donde se encontró con una partida de tropa de Don Ángel Linares, que fácilmente puso en fuga a los insurgentes; ese encuentro obligó a aquél a permanecer inactivo algún tiempo, hasta que salieron de la provincia los ejércitos realistas y sólo quedaron pequeños destacamentos en las poblaciones.
“El Manco” fue derrotado en el Valle de Santiago, el 26 de junio de 1811, por las fuerzas realistas dirigidas por Miguel del Campo. Reapareció haciendo campaña en Pénjamo. El general realista Félix María Calleja, envió al capitán Pedro Meneso para enfrentarlo. Las fuerzas insurgentes comandadas por «El Manco» García fueron dispersadas cuando intentaron tomar la Villa de León. En noviembre de 1811, incursionó en las plazas de Guanajuato y San Diego.
En enero de 1812, realizó avances en Aguascalientes y parte de Michoacán. En abril de 1812, incursionó en las plazas de Irapuato y Celaya.
El 5 de junio de 1812, los realistas Alejo García Conde y Agustín de Iturbide unieron sus fuerzas para atrapar al caudillo insurgente, el cual cayó en las manos de los soldados Miguel Sardineta y José Uribe.
Fusilan a “El Manco” García
En la plazuela de la Cruz, de Celaya, fue fusilado el 8 de junio de 1812. El cadáver fue descuartizado, la cabeza fue colocada en la calle conocida actualmente como La Cabecita, una mano se envió al cerro de San Miguel y la otra, que tenía estropeada y le había dado el apodo de “El Manco” fue mandada a Irapuato, pero se dejó en Salamanca, su tierra natal, donde largo tiempo estuvo en un poste. Durante ocho años sus restos mortales permanecieron sin sepultura, al ser consumada la lucha Independencia, se colocó su cabeza en un nicho de la iglesia de Celaya.
Fuente: Insurgentes Salmantinos. Editorial Centenarios.