El 1 de junio se conmemora en México el Día de la Marina. En la actualidad esta fecha se reconoce con el objetivo de concientizar y revalorizar la labor del sector marítimo nacional activo del país.
La relevancia del sector marítimo nacional es innegable, pues representan una parte sustancial del producto interno bruto; traduciéndose en empleos y progreso para las y los mexicanos. El transporte marítimo como facilitador de comercio, la explotación de recursos y energías marinas, los puertos como pieza clave en el desarrollo económico, la industria de la construcción naval, la industria pesquera, entre otras actividades marítimas, son prueba de la importancia de este sector en la vida del país.
Esta conmemoración fue llevada a cabo por primera vez en 1942 durante un homenaje a las tripulaciones de los buques mexicanos “Potrero del Llano” y “Faja de Oro”, atacados y hundidos por submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial.
Se escogió el 1 de junio en remembranza al histórico primer zarpe en 1917 de un buque mercante, el vapor “Tabasco”, con una tripulación compuesta exclusivamente por mexicanos de nacimiento.[1]Dicho acontecimiento fue de gran importancia, puesto que se ejerció por primera vez lo dictado en el artículo 32 de la naciente Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la cual se expuso que los tripulantes de las embarcaciones mexicanas tendrían que ser ciudadanos del país. Antes de ello, era regla general que los capitanes, jefes de máquinas y oficiales de los barcos mexicanos fueran todos extranjeros, delegando el trabajo mexicano a segundo plano. Este reconocimiento no fue fortuito, sino producto de los esfuerzos de numerosos actores sociales del momento, como el general Cándido Aguilar, el capitán de altura Adrián Tiburcio y el jefe de máquinas Heraclio Ramírez, así como de la Liga de Oficiales Navales fundada 12 años atrás, entre otros.
El sector marítimo, desde muchas décadas antes, ya constituía un campo de desarrollo e inversión importante para los gobiernos en turno desde la Independencia. En dichos albores se realizaron decretos que buscaban generar beneficios en la navegación militar y mercante. Durante el siglo XIX se fortaleció la Marina Nacional como elemento central de defensa y promotor del comercio exterior.
Décadas después y en el contexto de las guerras mundiales, fueron creadas las condiciones necesarias para que la Marina tuviera la posibilidad de operar como defensa naval del territorio. Los funcionarios de la institución y el gobierno mexicano, conscientes de que la acción de la Marina de Guerra era fundamental para repeler un posible embate marítimo y salvaguardar los litorales mexicanos, dieron prioridad a la fortificación de las costas y llevaron a cabo planes de defensa nacional, en colaboración con el Ejército Mexicano.
Con el pasar de los años, dichas actividades se han diversificado y otras se han reconocido como parte del sector marítimo de México. Todas estas labores aseguran la vigencia de un Estado de derecho y procuran el disfrute de los derechos humanos de los habitantes del país, tales como el derecho a la vida, mediante la defensa del territorio, el derecho a la alimentación, casa y sustento garantizada por la creación de empleos y distribución de productos de primera necesidad. También el desarrollo de la industria y la distribución de dichos beneficios se traducen en el cumplimiento de empleos y sustento para miles de mexicanos.
Finalmente, es importante enfatizar que este día se conmemora la actividad marítima del país y su impacto en el desarrollo de sus habitantes. Es decir, no solo su actividad defensiva, sino creadora y promotora de estabilidad y desarrollo en muchos otros sectores sociales y económicos de la población mexicana.
Fuente: CNDH