Poeta, ensayista y escritor argentino.
Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo, conocido simplemente como Jorge Luis Borges, cuyo extenso nombre de pila le fue dado en honor a sus abuelos, nació en Buenos Aires, Argentina, el 24 de agosto de 1899 y falleció en Ginebra, Suiza, 14 de junio de 1986.
Aprendió a leer y escribir a los cuatro años, mientras crecía en un hogar donde se hablaba español e inglés. Su padre, don Jorge Guillermo, fue abogado, escritor, psicólogo y traductor, una figura que encaminó al pequeño Borges hacia la literatura.
Una de las grandes influencias literarias en el joven Jorge Luis, fue la extensa biblioteca de su papá, de la cual decía: ‘‘Si tuviera que señalar el hecho capital de mi vida, creo no haber salido nunca de la biblioteca de mi padre. Es como si todavía la estuviera viendo’’, expresó en una entrevista.
Estudia en Ginebra e Inglaterra. Vive en España desde 1919 hasta su regreso a Argentina en 1921. Colabora en revistas literarias, francesas y españolas, donde publica ensayos y manifiestos.
De regreso a Argentina, participa con Macedonio Fernández en la fundación de las revistas Prisma y Prosa y firma el primer manifiesto ultraísta. En 1923 publica su primer libro de poemas, Fervor de Buenos Aires, y en 1935 Historia universal de la infamia, compuesto por una serie de relatos breves (formato que utilizará en publicaciones posteriores).
Durante los años treinta su fama crece en Argentina y publica diversas obras en colaboración con Bioy Casares, de entre las que cabe subrayar Antología de la literatura fantástica. Durante estos años su actividad literaria se amplía con la crítica literaria y la traducción de autores como Virginia Woolf, Henri Michaux o William Faulkner.
Es bibliotecario en Buenos Aires de 1937 a 1945, conferenciante y profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, miembro de la Academia Argentina de las Letras y director de la Biblioteca Nacional de Argentina desde 1955 hasta 1974. En 1961 comparte con Samuel Beckett el Premio Formentor, otorgado por el Congreso Internacional de Editores. Desde 1964 publica indistintamente en verso y en prosa.
Borges utiliza un singular estilo literario, basado en la interpretación de conceptos como los de tiempo, espacio, destino o realidad. La simbología que utiliza remite a los autores que más le influencian -William Shakespeare, Thomas De Quincey, Rudyard Kipling o Joseph Conrad-, además de la Biblia, la Cábala judía, las primigenias literaturas europeas, la literatura clásica y la filosofía.
Publica libros de poesía como El otro, el mismo, Elogio de la sombra, El oro de los tigres, La rosa profunda, La moneda de hierro y cultiva la prosa en títulos como El informe de Brodie y El libro de arena. En estos años Borges también publica libros en los que se mezclan prosa y verso, libros que aúnan el teatro, la poesía y los cuentos; ejemplos de esta fusión son títulos como La cifra y Los conjurados.
La importancia de su obra se ve reconocida con el Premio Miguel de Cervantes en 1979.
En su memoria se celebra el Día Nacional de la Miopía en Argentina
“El mundo del ciego no es la noche que la gente supone. En todo caso, estoy hablando en mi nombre, en el nombre de mi padre y de mi abuela que murieron ciegos, y sonrientes, y valerosos. Yo espero morir así también”, decía Jorge Luis Borges en 1977 durante una conferencia en Buenos Aires.
La pérdida de la visión del escritor fue progresiva y se debió a que tuvo una miopía, un trastorno frecuente de los ojos.
Hoy 14 de junio, en Argentina se conmemora el Día Nacional de la Miopía.
El escritor, poeta, ensayista y traductor argentino era corto de vista. Contaba que, cuando era chico, miraba las tapas de los libros desde muy cerca, con mucho detalle. También hay fotos de joven portando anteojos muy gruesos.
La miopía es un trastorno de la visión por el cual una persona puede ver claramente los objetos cercanos, pero tiene dificultades para enfocar objetos distantes. Puede desarrollarse a cualquier edad, aunque suele manifestarse más en la infancia o en la adolescencia.
La preocupación por el incremento de los casos de miopía no solo se da en la Argentina. Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, para el año 2050 casi la mitad de la población del mundo podría tener el trastorno en base a un estudio publicado en la revista Ophthalmology. Dentro de ese grupo de personas, casi el 20% podría tener el tipo de miopía degenerativa, como la de Borges.
“Cuando Borges nació en 1899, su familia ya tenía el temor de que pudiera quedar ciego, porque tanto el padre como la abuela habían sido afectados por la pérdida de la visión progresiva”, contó a Infobae Alicia Ardila, profesora de filosofía, que dicta cursos sobre Borges en el Centro Cultural Rojas de la Universidad de Buenos Aires.
A los 9 años, Borges ya tenía miopía y usaba lentes. “Durante su infancia, aprendía en su casa con una institutriz. Recién lo dejaron ir a la escuela a los 9 años y tomó conciencia de que no todos los chicos hablaban español e inglés como él lo hacía en su hogar”, detalló. Cuando la familia se fue a vivir a Suiza en 1914, el padre esperaba someterse a un tratamiento para su visión y pasó a trabajar como traductor con el apoyo de su esposa, Leonor Acevedo.
Más adelante, la familia volvió a residir en Buenos Aires, y Borges quedó maravillado con la luz que aún percibe, en comparación con los días más grises de Ginebra.
“Hay textos de Borges que dan cuenta de que durante su juventud se daba cuenta de que podía quedarse ciego. Pero nunca se quejó del problema. Contaba que cuando soñaba, veía y leía. Llegó a sostener que él no podía evitar su ceguera, pero podía elegir qué tipo de ciego ser”, comentó Ardila.
En 1938 tuvo un traumatismo y luego su visión se deterioró. En 1955 lo empieza a atender el médico Enrique Segundo Malbrán, quien diagnosticó un desgarro en la retina y recomendó una cirugía. Pero la pérdida de la visión progresó en el escritor con rapidez en la década siguiente.
Cosas que tal vez no conocías sobre Borges
Uno de los primeros trabajos que el escritor consideró como ‘‘serio’’ fue el de bibliotecario. A sus 39 años, ocupó el puesto de director en la Biblioteca Municipal Miguel Cané. Años después, con la caída del Peronismo, fue director de una de las bibliotecas más grandes de Argentina, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
Como dato curioso, si alguna vez te preguntan ¿qué novela fue escrita por Borges? la respuesta es: ninguna. Borges se destacó como escritor al tener un estilo literario de cuentos, ensayos y relatos breves, pues sus textos están provistos de una vasta cultura, mundos alternativos, simbolismos, acertijos y metáforas.
Por otra parte, su primera obra fue Fervor de Buenos Aires (1923), donde hace un recorrido por la capital argentina de la época. La historia explora una mirada melancólica y de la cual se presentan una variedad de problemas filosóficos. En su portada aparece su hermana Norah Borges y la primera edición del libro vendió alrededor de 300 ejemplares.
De esta publicación Borges expresó: “Pienso que nunca me he alejado mucho de ese libro; siento que todos mis otros trabajos sólo han sido desarrollo de los temas que en él toqué por primera vez; siento que toda mi vida ha transcurrido volviendo a escribir ese único libro”.
Sus grandes amistades fueron los escritores argentinos Adolfo Bioy Casares y Manuel Peyrou. Según él, su amistad con Adolfo era parecida a la inglesa, es decir, no se hablaban confidencialidades, mientras que con Manuel tenía una relación íntima y personal.
Fuente Instituto Cervantes, Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá, Infobae.