Mientras tanto don Ignacio López Rayón, se encontraba en conflicto con los vocales de la Junta de Zitácuaro, Verduzco y Liceaga, quienes lo acusaron de traidor, de haber usurpado la presidencia de la Junta y por invadir a Michoacán. Al no poderse entender con el primero en Pátzcuaro, envió a su hermano don Ramón a Acámbaro para que tratase con Liceaga, que tampoco se avino a una avenencia y que al fin se fugó rumbo a Salvatierra, a donde trató de seguirlo don Ramón, pero en lugar de dar con él se encontró con Iturbide, que lo atacó impetuosamente.
En el mes de abril de 1813, el insurgente Ramón Rayón llegó a Urireo con la intención de entrevistarse con José María Liceaga y buscar un advenimiento con la Junta de Zitácuaro, al no presentarse Liceaga, Rayón arribó a Salvatierra el 14 de abril de 1813, dejó la ciudad para dirigirse a la hacienda de la Zanja en los límites con Jaral. Iturbide tuvo noticias de la presencia de Rayón en Salvatierra y concentró sus fuerzas en la hacienda de San Nicolás de los Agustinos el Jueves Santo 15 de abril de ese año. Rayón decidió enfrentar a Iturbide y dejar para después la aprehensión de Liceaga.
Al amanecer del 16 de abril de 1813, Iturbide decidió tomar Salvatierra, encontrándose con la efectiva defensa que Rayón había organizado. El insurgente había colocado hombres bien fortificados en el Puente de Batanes y en las casas del obraje de San Isidro, distribuyó columnas de combatientes en el vado inmediato, y en los de San Francisco y San José del Carmen. Inútilmente trató Iturbide de entrar a la ciudad por éstos, siendo rechazado una y otra vez.
Al comandante Oviedo, lo situó Rayón en un cerro inmediato a la izquierda de Salvatierra, con la orden de permanecer oculto y no hacer movimiento alguno, mientras él atacaba a Iturbide y lo perseguía hasta la hacienda de Santo Tomás, fue cuando Oviedo desobedeció las órdenes recibidas saliendo de su refugio, provocando que Iturbide lo atacara y lo pusiera en fuga. Ya en el Puente de Batanes, Iturbide arremetió con toda su fuerza, el hombre sabía gritar en el momento oportuno. A los fortificados, por la confusión no les alcanzó el tiempo para disparar los cañones. Rayón salió de Salvatierra por la calle de Capuchinas rumbo a Puerto Ferrer sin que el realista osara perseguirlo.
Ignacio López Rayón, recibió la noticia de haber sido dispersada la tropa y tomada la artillería de la expedición que salió de Acámbaro, Gto., por el general Agustín de Iturbide, quien con más de mil quinientos hombres la atacó en el puente de Salvatierra.
Después de este triunfo, Iturbide recibió el ascenso a Coronel del Regimiento de Infantería de Celaya y la Comandancia General de la Provincia de Guanajuato. A su tropa se le concedió un escudo con el lema de “Venció en el Puente de Salvatierra”.