Daniel Sada Villarreal

Nació el 25 de febrero de 1953 en Mexicali, Baja California; falleció el 18 de noviembre de 2011.

Estudió la licenciatura en Periodismo en la Escuela Carlos Septién García. Dirigió varios talleres de poesía y narrativa en la ciudad de México y otras ciudades del país. Es reconocido como uno de los escritores mexicanos más renombrados, hasta el punto de ser comparado con Agustín Yáñez, Juan Rulfo, Juan José Arreola y Jorge Ibargüengoitia.

Las innumerables notas críticas que se han publicado sobre él, en prensa escrita y virtual, así como las referencias bibliográficas de México, Estados Unidos, Francia, España, Colombia, Chile y Argentina, lo ubican a la altura de escritores latinoamericanos como José Lezama Lima, Guillermo Cabrera Infante, Joao Guimaraes Rosa, Alejo Carpentier y Severo Sarduy. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, holandés, finés, polaco, búlgaro, croata, esloveno, alemán y checo. Es autor de diecinueve libros de cuento, novela y poesía, y guionista de dos películas.

Por su prosa barroca, pero de fácil lectura, desde muy joven obtuvo el reconocimiento de la crítica. A los 26 años de edad, fue becado por el Centro Mexicano de Escritores; posteriormente, por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA-FONAPAS, 1981-1982), y, en cuatro ocasiones, por el Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA).

Además de ser considerado un innovador de las letras mexicanas, Sada fue uno de los precursores de los talleres literarios en la República Mexicana: coordinó talleres de poesía y narrativa y trabajó en el diseño de la Licenciatura en Creación Literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, considerada la primera carrera universitaria en el mundo para la formación de escritores de lengua española.

El escritor chileno Roberto Bolaño, cuando se le preguntó en 2003 sobre la literatura contemporánea, dijo:

“Daniel Sada, sin duda, está escribiendo una de las obras más ambiciosas de nuestro español, parangonable únicamente con la obra de Lezama, aunque el barroco de Lezama, como sabemos, tiene la escenografía del trópico, que se presta bastante bien a un ejercicio barroco, y el barroco de Sada sucede en el desierto”.

En palabras del crítico literario Christopher Domínguez Michael, Sada es “dueño de una prosa que lo vuelve el más inconfundible de los narradores de la lengua”, y Juan Villoro afirmó que renovó la novela mexicana con Porque parece mentira la verdad nunca se sabe.

Fue merecedor de los premios literarios más importantes mexicanos y españoles, como son el “Xavier Villaurrutia” (1992), el “José Fuentes Mares” (1999), el de Narrativa Colima (2003) y el Internacional Herralde de Novela (España, 2008).

Autor de Lampa vida (novela, 1980), Albedrío (novela, 1989), Juguete de nadie y otras historias (cuento, 1990), Registro de causantes (cuento, 1991), Antología presentida (cuento, 1993), Uno de dos (novelas, 1996) y Porque parece mentira la verdad nunca se sabe (novela, 1999).

 

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