El Gobierno de Guanajuato hace bien en seguir fomentando las inversiones en el sector automotriz y en el sector agroalimentario, pero hace mucho mejor apostándole al turismo.
Gracias al dinamismo de la Secretaría de Turismo de Guanajuato, a cargo de Fernando Olivera Rocha, en nuestro estado se ha constituido un sector, el sector turístico, integrado por hoteleros, restauranteros, agencias de viajes, artesanos, comerciantes, compañías de transporte y más.
Seguramente el sector automotriz tiene una planeación por décadas. Seguramente el sector agroalimentario seguirá con medidas de mayor higiene y calidad. En el sector turístico debemos de plantearnos cómo deseamos planear el turismo para los próximos 20 a 25 años.
En Guanajuato tenemos el privilegio de contar con dos ciudades patrimonio. Con cinco Pueblos Mágicos y con cinco Paradores Turísticos.
El Estado de Guanajuato es poseedor de grandes historias, desde la época colonial, de la guerra de Independencia Nacional, de la Reforma y de la Revolución Mexicana.
Además, Guanajuato tiene una riqueza en su expresión artesanal y también una riqueza arqueológica.
Tenemos que contar además, los más de cien eventos que año con año se llevan a cabo en distintos municipios de Guanajuato.
Por todo esto, no resulta difícil imaginar y plantear el futuro turístico de Guanajuato.
Es decir, nuestro estado tiene un gran futuro, sobre todo por el sector turístico que comienza a crearse.
Además de la profesionalización de nuestros servicios turísticos, de mejores vialidades, de ciudades seguras, lo que procede es multiplicar las políticas públicas desde lo federal, desde luego pasando por lo estatal, hasta lo municipal.
Tenemos el caso de Irapuato, donde el sector turístico está proponiendo la creación de una super Secretaría de Turismo y de Desarrollo Económico, que capte más eventos, que organice nuevos productos turísticos.
Así como tenemos en el Congreso del Estado una comisión de turismo, en los niveles municipales requerimos comisiones de turismo dentro de los Ayuntamientos, para que se alineen las políticas públicas desde lo local hasta lo federal.
La aspiración futuro es lograr en los próximos seis y doce años una norma jurídica para el sano desarrollo del sector turístico.
