El 11 de mayo de 1994, la LV Legislatura aprobó la autonomía de la Universidad de Guanajuato, que entró en vigor el día 21 del mismo mes.
El 11 de mayo de 1994, la LV Legislatura del Congreso del Estado de Guanajuato, aprobó la Ley Orgánica de la Universidad de Guanajuato. Le concedió el carácter de autonomía, y en la sesión del Consejo General Universitario de la Universidad de Guanajuato (UG) estuvieron presentes el entonces Gobernador del Estado, Ingeniero Carlos Medina Plascencia; el Diputado Juan Carlos Romero Hicks, en ese entonces Rector de la Universidad de Guanajuato y el entonces presidente del Congreso del Estado, Carlos Chaurand Arzate.
La autonomía representó un nuevo punto de partida para la UG, una oportunidad para emprender los cambios que la propia comunidad universitaria considera pertinentes para fortalecerse, crecer y ofrecer la calidad que se le demanda.
En América Latina, la autonomía fue una conquista que se alcanzó por primera vez en Argentina, hace más de cien años, en 1919. En México, una década después la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asumió esa responsabilidad.
A diferencia del movimiento de Córdoba, que se dio como una reacción violenta para exigir la independencia de la Universidad, en nuestro país el gobierno federal, -encabezado entonces por el presidente Emilio Portes Gil- concedió el estatus de autonomía a la Universidad Nacional mediante un proceso menos complicado que el de Argentina.
La Universidad de Guanajuato tampoco sufrió el desgaste de una lucha violenta por la autonomía, en nuestra Institución se dio como un proceso pausado, producto de la reflexión y madurez de los miembros de la comunidad universitaria, quienes asumieron que era momento de prescindir de la tutela del estado.
Discuten la necesidad de que la UG contara con mayor libertad
Fue en 1993, durante una sesión del Consejo Universitario, cuando en la Universidad de Guanajuato se discutió por primera vez la necesidad de contar con una mayor libertad para disponer de sus recursos y realizar las funciones sustantivas de la Institución: transmitir el conocimiento, pero también impulsar la reflexión crítica y la vinculación permanente con la sociedad.
En mayo de ese año, se instaló una comisión que se encargaría de la Reforma Normativa, para lo cual se trabajó en una amplia consulta con la comunidad, que permitió recoger las propuestas de los universitarios y del resto de los sectores sociales.
La difusión del tema implicó realizar foros, paneles de reflexión, conferencias y otros encuentros con especialistas, juristas, investigadores y por supuesto, trabajadores administrativos, académicos y alumnos. El resultado: más de mil propuestas concretas.
Una vez que se dio forma jurídica a las propuestas, el 18 de febrero de 1994, se presentó al gobierno del estado el proyecto de Ley Orgánica de la Universidad de Guanajuato, que definía con plena claridad los lineamientos que debía seguir la Casa de Estudios ya como entidad autónoma.
El 11 de mayo de 1994, la LV Legislatura aprobó la autonomía de la Universidad de Guanajuato, que entró en vigor el día 21 del mismo mes. La UG se convirtió así en un organismo público descentralizado, autónomo en su régimen interno. El proceso jurídico había concluido, la transformación no.
Con ese modelo, la Universidad asumió otro reto fundamental en sus casi trescientos años de existencia: la reestructuración académico-administrativa que culminó en 2008.