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Uruapan, las lacas.
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Teremendo, objetos de cuero.
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Paracho, guitarras y otros instrumentos musicales además de muebles.
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Santa Clara del Cobre, Objetos de cobre.
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San Felipe, la herrería.
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Patambán, la alfarería.
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Nurío, tejidos de lana.
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Quiroga, bateas.
El obispo Vasco de Quiroga introdujo el cultivo del plátano en Tzirándaro e impulsó la creación de la actividad ganadera de la región con ganado equino, porcino y lanar.
La Universidad Nicolaita de Morelia, Michoacán, tuvo su origen en el colegio de San Nicolás, fundada en Pátzcuaro por Don Vasco de Quiroga. Don Miguel Hidalgo y Costilla estudió en el colegio de San Nicolás y llegó a ser rector del mismo.
Tata Vasco
Su obra despertó gran estimación hacia los indios, quienes lo llamaron cariñosamente: “Tata Vasco”.
La población indígena tarasca encontró en su obispo a la persona que los protegía y a quien querían y respetaban como a un padre.
En 1550, viajó a España durante su estancia fundó en Valladolid el convento franciscano de San Bernardino.
De regreso a la Nueva España (hoy México) en 1555, asistió al Concilio Provincial.
A los 95 años de edad, Tata Vasco realizó una visita pastoral a Uruapan y ahí falleció el 14 de marzo de 1565.
Su legado
La figura del obispo de Michoacán Vasco de Quiroga es una de las más señaladas por los mexicanos por su labor humanitaria con los indios de las mesetas tarascas.
Se ganó el afecto de los purépechas gracias a sus obras y a las medidas económicas que promovió.
Un breve repaso de la herencia de Vasco de Quiroga confirmará que su obra no fue imposición ni milagrosa realización de un proyecto utópico, sino la proyección de las potencialidades con las cuales ya contaban los indios a la llegada de los españoles.
El 15 de febrero de 1941, el célebre músico michoacano Miguel Bernal Jiménez, estrenó en Pátzcuaro el drama sinfónico Tata Vasco, quizá la obra más ambiciosa jamás concebida por un compositor mexicano, debido a que combina que el arte gregoriano, el de los trovadores, la polifónica vocal clásica, la instrumental de Bach y la sinfonía de los grandes clásicos, todo ello con las aportaciones, artísticas de la música prehispánica y colonial mexicana. Esta misma obra se estrenó, con gran éxito, en el Teatro Real de Madrid el 20 de febrero de 1948.
El 16 de septiembre de 1970, para conmemorar la fecha en que el oidor Vasco de Quiroga se embarcó con destino a la Nueva España y celebrar el quingentésimo aniversario del año tradicional del nacimiento de don Vasco, un grupo de michoacanos develaron una efigie en bronce del obispo en Madrigal de las Altas Torres, donada por el gobierno de Michoacán.
Al celebrarse su cuadrigentésimo trigésimo segundo aniversario luctuoso, en marzo de 1997, varias instituciones se organizaron para presentar en el ex convento de Tiripetío la más completa exposición acerca de Vasco de Quiroga. El propio ex convento guarda su acervo documental más importante, integrado por unas seis mil hojas microfilmadas.