Buque Sinaia llega a México con exiliados españoles

El 13 de junio de 1939, el buque Sinaia llegó a México con más de 1,600 refugiados españoles, que huían de la Guerra Civil (1936-1939). Este hecho marcó el inicio de la llegada masiva del exilio español al país. Durante el trayecto del Sinaia por el trasatlántico nació una niña que fue llamada Susana Sinaia Caparrós, en honor del barco.

Con el apoyo del presidente Lázaro Cárdenas, se establecieron gestiones para concederles a los españoles asilo diplomático y trasladarlos a México, acción que llevó a cabo el Cónsul de México en Francia, Gilberto Bosques.

En el caso de México y los exiliados españoles, el 25 de mayo de 1939 el buque zarpó de Sète, Francia. En él iban hombres y mujeres, adultos, jóvenes, menores de edad, intelectuales, obreros, campesinos… Todas y todos republicanos que huían del régimen dictatorial que instauro Francisco Franco, tras proclamarse vencedor de la guerra civil.

El viaje duró 19 días y aunque se realizaron dos escalas, en Madeira y en Puerto Rico, los pasajeros no pudieron bajar a tierra. El Sinaia se vio rebasado por el número de pasajeros, el hacinamiento, incertidumbre, miedo y la esperanza de regresar a España se sentía entre los pasajeros, los acompañaba una banda del ejército que amenizaba las veladas nocturnas tocando pasodobles en cubierta, en donde la gente paseaba o se reunía en tertulias.

Hicieron un periódico para relatar lo que sucedía durante la travesía: El Sinaia, “Diario de la primera expedición de republicanos a México“. Adolfo Sánchez Vázquez, quien era director del Magisterio Español y Escola Proletaria se encargó de su publicación diaria en un mimeógrafo. El periódico trataba temas internacionales, la situación en Europa ante la embestida nazi, y franquista, además de noticias de la comunidad que iba en el barco, nacimientos y obituarios, y también se informaba sobre costumbres, características del país que los acogía: México y por supuesto, los mexicanos.

El 13 de junio, el Sinaia llegó al puerto de Veracruz. Allí desembarcaron 953 hombres, 393 mujeres y el resto niños menores de quince años. Fueron recibidos con grandes y conmovedoras muestras de solidaridad y cariño. Del mismo talante fueron las palabras de bienvenida de Ignacio García Téllez, entonces secretario de Gobernación de México.

El acontecimiento pudo darse gracias al acuerdo entre el presidente Lázaro Cárdenas y el embajador español Félix Gordón Ordás, y a la intensa labor del Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles y el Comité Técnico de Ayuda a los Refugiados Españoles, quienes se encargaron de organizar y realizar la movilización.

Llegaron a nutrir la cultura de México

De 1936 a 1942 llegan alrededor de 30 mil españoles refugiados y varios cientos de judíos en 16 embarcaciones. Entre ellos: María Zambrano, Max Aub, Walter Reuter, Friedrich Katz, Walter Gruen, Luis Buñuel, Remedios Baro, Rodolfo Halffter, León Felipe, Adolfo Sánchez Vázquez y José Gaos.

Quienes nutrieron el mundo cultural e intelectual de México con una riqueza de ideas que todavía hoy se recuerda con gran aprecio en este país.

En este mismo buque llegó el fotógrafo Julio Mayo, a quien precisamente se le conoce por sus instantáneas de la Guerra Civil española. También arribó un gran número de científicos españoles. Fue una inyección de personajes instruidos, potenciadores inmediatos de disciplinas en ciernes e importantes respaldos para la formación de nuevas generaciones de investigadores y académicos.

De igual forma llegaron poetas, escritores, artistas; entre ellos se recuerdan nombres como Pedro Garfias, Tomás Segovia, Ramón Xirau, José Gaos, Eduardo Nicol, Adolfo Sánchez Vázquez, Manuel Andújar y Benjamín Jarnés, entre otros más.

Es así como la llegada de todos estos personajes contribuyó al avance de las ciencias, las artes y las humanidades en instituciones de educación superior no sólo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sino también del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Casa de España (El Colegio de México).

Impulsaron a la par otras entidades académicas mexicanas, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Escuela Nacional de Antropología y el Fondo de Cultura Económica.

El Buque de la Vida

Dos décadas de existencia tuvo el buque Sinaia; durante ellas transportó no sólo a republicanos españoles, sino a muchos libertarios internacionales. Por eso se le conoció como El Buque de la Vida, y los nazis lo tuvieron en su mira hasta lograr hundirlo.

Fuentes: CNDH, La Vanguardia, IMER, El Español, INAH, INEHRM, AGN.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top