El 24 de octubre de 1823, el H. Congreso Constituyente de México, reconoció los méritos del extraordinario el Generalísimo don Ignacio Allende, al expedir el siguiente decreto en el que se acordó compensar a sus herederos el valor del molino de su propiedad que le había sido confiscada por el gobierno español.
1°. El Gobierno compensará con finca o fincas u otros bienes nacionales a los herederos de don Ignacio Allende el valor del molino de éste, que el gobierno español le confiscó.
2°. Esta compensación se extiende del valor líquido percibido por la hacienda pública y también se deducirá el aumento que haya tenido en la venta al justo precio del molino siempre que dicho exceso haya dimanado de algún privilegio de la hacienda pública.
3º: Siendo esta gracia concedida especialmente en reconocimiento al mérito extraordinario de Allende, no serviría de ejemplar.
(Texto íntegro)
En honor a Ignacio Allende, San Miguel el Grande es nombrado “San Miguel de Allende”
El 8 de marzo de 1826, por Decreto del Congreso Constituyente del Estado de Guanajuato en honor del Generalísimo don Ignacio Allende y Unzaga, dice:
“El Congreso Constituyente del Estado Libre de Guanajuato, bien convencido de que el Regimiento de la Villa de San Miguel el Grande, a esfuerzos del caudillo Ignacio Allende, fue el primero en proclamar allí y en toda la Nación la Independencia de ella y deseando perpetuar la memoria de aquel héroe así como sus heroicos sacrificios y los del suelo donde vio la luz primera, decreta: “Que desde el día que en la Villa de San Miguel el Grande, se jure la Constitución Política del Estado se titule: Ciudad de San Miguel de Allende”.
Tiempo después el 27 de septiembre de 1826, se jura la Constitución Política del Estado Libre de Guanajuato, en San Miguel el Grande y oficialmente recibe el nombre de San Miguel de Allende.