El Día del Maestro y la Maestra, celebrado el 15 de mayo en México, es una fecha designada para honrar a todos los docentes y educadores de México. Una de las cualidades del gremio educativo es estar en todas partes, desde el rincón más alejado y agreste del país hasta el barrio más céntrico de cada ciudad. Históricamente la presencia de los maestros ha sido relevante para generar vínculos, valores, en la vida familiar y social y en la construcción de comunitaria.
En 1917 el entonces presidente de la República, Venustiano Carranza, firmó el decreto para establecer la fecha como la oficial para reconocer a las y los profesores de México y en 1918 se hizo realidad.
La decisión fue tomada debido a que anteriormente dos diputados, Benito Ramírez y Enrique Viesca, presentaron la iniciativa ante el Congreso de la Unión.
“Pensaron que era necesario encontrar una manera para que todo el país agradeciera a los docentes por la labor que realizaban. El día se estableció porque además coincidía con la toma de Querétaro en 1867, en la que el Ejército Republicano ingresó a la ciudad y logró capturar al emperador español Maximiliano de Habsburgo y a sus seguidores”, cita el gobierno federal.
Significado religioso
Sin embargo esa misma fecha también tenía otro significado, pues ese mismo día, el Papa Pío XII ratificó a San Juan Bautista de La Salle como el patrono universal de todos los educadores lo que reforzó para que la celebración de los maestros quedará el 15 de mayo.
Cabe mencionar que San Juan Bautista, teólogo y pedagogo, se dedicó toda su vida a preparar a maestros que enseñaran a hijos de artesanos y niños marginados que no tenían acceso a la educación.
Los maestros en México
Desde el surgimiento de México como país, la necesidad e importancia de la presencia y trabajo de los Maestros, ha estado presente. Se planteó la urgencia de contar con profesionales de la docencia dedicada a la enseñanza básica se impulsaron diversos procesos desde entonces. Durante el fin de la Guerra de Independencia se contrataron los servicios de una compañía que impulsaba la “enseñanza mutua” creada en Gran Bretaña por Joseph Lancaste y Andrew Bell.
La Constitución de 1824 puso en manos de los gobiernos estatales establecer las instituciones educativas que se requirieran; las Reformas liberales de 1833 para terminar con el carácter privado de la religión, y el carácter absolutista de la iglesia llevo a la creación de la escuela normal, y de estudios superiores, y a la creciente necesidad de profesionales de la Educación. Durante la invasión norteamericana en 1846 Vidal Alcocer impulso la creación de la sociedad de beneficencia para la educación, donde los profesores laboraban con los hijos de los más pobres.
Otro proyecto educativo del SXIX que contó con la intensa participación de maestros normalistas fue encabezado por el liberal potosino Ponciano Arriaga quien implemento la iniciativa de crear una institución para los más vulnerables los segmentos sociales en situación de precariedad, logrando establecer la “Procuraduría de los Pobres” en su estado natal facultada para exigir de las autoridades la inmediata reparación de cualquier agravio en el orden judicial, político o militar y si era omisa hacerlo público y obligarla a cumplir con su deber; con respecto a la educación reclamaba que el Estado se hiciera cargo de solventar los costos del vestido, calzado alimentación y útiles, y respecto a los profesores que debían “ser depositarios de una conducta apegada a la sana moral, ser ilustrados y virtuosos, tener la cordura y paciencia necesaria que les permitiera formar ciudadanos útiles al estado, puesto que los jóvenes eran la esencia misma de la futura dicha de la comunidad”.
Durante el Porfiriato las condiciones en que trabajaban los docentes de enseñanza básica, era confuso, agobiante inestable, con profundas diferencias laborales, escuelas alejadas y también profesores ambulantes que se trasladaban de comunidad en comunidad, tan difícil era cumplir con esa tarea que las autoridades establecían cumplir el programa de manera completa o reducida, aun con las reformas de Justo Sierra se consideraba que el magisterio era un apostolado de la cual no podía renegar.
Después del periodo revolucionario durante los trabajos del Congreso Constituyente la participación del gremio normalista tuvo una significativa presencia con 19 delegados egresados de escuelas Normales, como Esteban Baca Calderón, Jesús Romero Flores, Luis G Monzón y otros después de profundas discusiones, finalmente en el Artículo 3º de la Constitución de 1917 referente a la Educación, se aprobó que debería ser libre pero laica, prohibía a ministros de cultos religiosos establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria, dado que ese nivel educativo seria impartido gratuitamente por el Estado.
¿Quiénes han sido los maestros más distinguidos de México?
En lo que respecta a la historia de la docencia en México, uno de los maestros más reconocidos en el país ha sido José Vasconcelos, nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México y por las de Chile y Guatemala. Fue llamado el “Maestro de América” y cada 15 de mayo se entrega un reconocimiento que lleva su nombre a las y los maestros más destacados en nuestro país.
¿Cuántos maestros hay en Guanajuato?
De acuerdo a información oficial de la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG), en los 46 municipios tanto en las zonas urbanas como rurales hay 64 mil 333 profesores y es el estado que tiene el mayor número de docentes en el Bajío.
Estos maestros están distribuidos en 10 mil 959 escuelas de educación básica y brindan atención a más de 1 millón 340 mil alumnos.
Con información de El Sol de León y la CNDH.