Día Internacional de las Bibliotecas

El Día de la Biblioteca se conmemora cada 24 de octubre desde el año 1997. Este día nació por iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil con el objetivo de concienciar a la sociedad de la importancia de la lectura, y como homenaje y reconocimiento a la labor de los bibliotecarios y bibliotecarias.

Las bibliotecas durante mucho tiempo han sido parte fundamental del desarrollo y difusión del conocimiento, integrando en sus estructuras la potencialidad de incrementar el impacto de la educación autodirigida, ya que permiten la incursión libre de los usuarios en la búsqueda y selección de los textos de su interés, llevándolos y guiándolos a su vez, por el catálogo que comprende e integra a cada una de ellas.

Es un hecho también que las bibliotecas, como las conocemos en la actualidad, son muy diferentes que en el pasado, pues debido a los cambios a lo largo del tiempo han evolucionado con la intención de seguir satisfaciendo las necesidades de información de los usuarios.

Las bibliotecas virtuales son, hoy por hoy, una de las fuentes más recurridas para obtener información, pues en la actualidad muchas de las publicaciones que se hacen en todos los ámbitos del conocimiento consideran también las versiones electrónicas para su difusión y consulta.

Pero esto no quiere decir que las bibliotecas físicas se hayan convertido en un recurso obsoleto, por el contrario, el valor histórico de los documentos que las bibliotecas físicas resguardan, incrementa su valía cuando de investigaciones históricas y académicas se trata, es por ello que son consideradas verdaderas joyas del conocimiento aunque cada vez sean más escasas.

Origen:

Esta fecha se eligió, 24 de octubre, en recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada durante las guerras yugoslavas en 1992.

La sede de la Biblioteca de Sarajevo, también conocida como Biblioteca Nacional y Universitaria de Bosnia y Herzegovina, Biblioteca Nacional de Bosnia y Herzegovina o, sencillamente, Vijećnica, era el edificio que desde 1896 había alojado al Ayuntamiento de Sarajevo. El ostentoso edificio, de estilo morisco español, fue reconvertida en Biblioteca Nacional a partir de 1951.

En abril de 1992 estalló la Guerra de Bosnia, conflicto internacional que tuvo lugar en la actual Bosnia y Herzegovina hasta diciembre de 1995. La noche del 25 al 26 de agosto de 1992, miembros del Ejército de la República Serbia bombardearon incesantemente la biblioteca, acabando con unos dos millones de documentos, entre ellos, más de setecientos manuscritos e incunables, y destruyendo las instalaciones del edificio. En medio de la catástrofe, el personal bibliotecario y otros ciudadanos intentaron salvar la documentación mientras proseguía el fuego.

Años más tarde de la destrucción del edificio, se ha descubierto que quien ordenó el bombardeo de la biblioteca fue Nikola Koljevic, un profesor de literatura en la Universidad especializado en Shakespeare. Además de profesor, era el número dos de la formación ultranacionalista que dirigía Radovan Karadzic, el líder de los serbios de Bosnia. Su idea de la Gran Serbia no encajaba con la “impureza” de la capital bosnia, que albergaba una mayoría de bosnios musulmanes y croatas católicos. A lo anterior hay que sumar la gran biblioteca que albergaba millones de volúmenes, y muchos de los ellos que reflejaban el importante lugar que la ciudad había ocupado en el Imperio Otomano y en el Imperio Austro-Húngaro. Estos tres componentes eran “manchas” en sus aspiraciones, lo que los llevó a reducirlo a ceniza.

Fuentes: Gobierno de México y Universo Escrito

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