Diego y yo”, de Frida Kahlo, se subasta en cifra récord de 34.9 mdd

El cuadro de la artista mexicana Frida Kahlo “Diego y yo” se vendió en la casa de subastas Sotheby’s de Nueva York, por una cifra récord de US$34,9 millones. Siendo el precio más alto alcanzado en una subasta por una obra de arte latinoamericana.

“’Diego y yo (Diego y I)’ de Frida Kahlo fue adquirido por la Colección Eduardo F. Costantini, un coleccionista de renombre con un compromiso de larga data de apoyar el arte y los artistas latinoamericanos, y fundador de Malba, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires”, informó Sothebys.

Un trabajo de Diego Rivera, con quien Kahlo mantuvo una tormentosa relación durante décadas, ostentaba el récord hasta ahora. Fue vendida por US$9,76 millones en 2018.

La obra

“Diego y yo” fue uno de los últimos autorretratos de la icónica pintora. Es de pequeñas dimensiones: 30 centímetros de alto y 22.4 de ancho.

La pintura muestra el rostro de Kahlo con un tercer ojo en el que representa a Diego Rivera, su compañero de vida.

El cuadro ha sido analizado como símbolo de la relación de la artista con su esposo. Se inscribe en la etapa de los años finales de la artista, en que “era plenamente consciente de que, a pesar de haber alcanzado autonomía creativa, su cuerpo y su salud estaban en decadencia”.

Sotheby’s resaltó en el catálogo la frase “Yo no pinto sueños o pesadillas. Pinto mi propia realidad”. El autorretrato fue un género recurrente en Frida Kahlo desde los años 20, que mantuvo hasta su muerte en 1954. No fue una simple representación corporal, sino una expresión de un discurso visual sobre contextos culturales y políticos que rodeaban a Frida Kahlo.

“En la década de los 40 Frida Kahlo deja de lado la sofisticación intelectual de las alusiones simbólicas y centra su atención en la pintura realista con un lenguaje visual extremadamente veraz. Cuando se comparan los autorretratos de los años 30 con los de los 40, es notable el avance de Kahlo en su crecimiento intelectual y en la descripción de sus posiciones ideológicas como artista”, expuso el catálogo.

Fue descrita por Sotheby’s como “una de las obras más importantes de Kahlo que jamás haya salido a subasta”.

La obra fue adquirida directamente a la artista por Sam Williams y Florence Arquine, a quienes les fue dedicada en el reverso del lienzo la inscripción “Para Florence y Sam con el amor de Frida. Junio, 1949” por la propia Kahlo. La casa de subastas informó que la pintura pertenece a una colección privada.

El cuadro ya había sido subastado antes, en 1990, cuando se vendió por US$1,4 millones.

Más sobre Frida Kahlo

Frida Kahlo fue hija de un inmigrante alemán y una mestiza, enfermó de poliomielitis a los seis años y, a los 18, resultó tan gravemente herida en un accidente de autobús que toda su vida usó un corsé de acero. Durante el periodo de convalecencia y desde la cama, Frida Kahlo comenzó a pintar como pasatiempo. Esto supuso el comienzo de una carrera sin precedentes.

Más tarde se erigió como la artista más famosa de México. Su carisma y su accidentada vida también la convirtieron en un personaje de culto. Su compromiso con la igualdad de género y el aprecio hacia la cultura indígena son incomparables.

Frida y Diego

“He tenido dos accidentes graves en mi vida. El primero fue cuando un tranvía me atropelló; el otro fue Diego”. Esta famosa frase de Kahlo refleja la inusual historia de amor con el famoso pintor, 20 años mayor que ella.

Para Frida Kahlo fue amor a primera vista, y aunque ambos fueron infieles, nunca se separaron. El romance de Diego con Cristina, hermana de Frida, fue quizá el más duro para la artista.

Tras la muerte de Kahlo en 1954, a la edad de 47 años, Diego Rivera confesó: “Me di cuenta de que lo mejor de mi vida fue mi amor por Frida”. Él dio a conocer la obra de la pintora hasta su muerte.

Fuentes La Jornada, El Sol de México, BBC, DW.

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