Dolores Olmedo (1908–2002) fue una empresaria, filántropa y artista mexicana, aunque es más conocida por su colección de arte y su amistad con el pintor mexicano Diego Rivera.
Nació en Ciudad de México y fue hija de un empresario que falleció cuando ella tenía 4 años y de una maestra influyente y apasionada por la música y la pintura. Olmedo estudió Filosofía, Derecho, Historia del Arte y Música en México y, luego, viajó a París para especializarse en Antropología, Historia del Arte y Museología.
Cuando regresó a su tierra natal, decidió seguir una carrera en la industria de la construcción. Su astuto sentido comercial le permitió alcanzar un éxito considerable y decidió usar las ganancias que obtuvo de su empresa para invertir en propiedades. En su finca del siglo XVI (que compró en 1962), ubicada en el extremo sur de Ciudad de México, hizo realidad su ambición de toda la vida por coleccionar arte. Sin embargo, lo que primero la encaminó a cumplir este sueño fue el encuentro casual con uno de los artistas mexicanos más influyentes de todos los tiempos.
A los 17 años, Olmedo conoció a Rivera mientras visitaba, junto a su madre, el edificio del Ministerio de Educación ubicado en Ciudad de México, donde el artista estaba pintando un mural. Allí, Rivera le pidió permiso a la madre para pintar un retrato de Dolores.
Con el paso de los años, Olmedo apareció en varias pinturas de Rivera e incluso fue retratada en 1955 sosteniendo una canasta con frutas tropicales y usando un vestido oaxaqueño de tehuana típico del sur de México.
A partir de 1957 (tres años antes de la muerte del artista), Olmedo se mantuvo cerca de Rivera. De hecho, los últimos años de su vida los pasó en la casa que Dolores tenía en Acapulco. Allí, pintó varios retratos (tanto de ella como de sus hijos) y una serie de 25 atardeceres, de los cuales 20 pasaron a formar parte de la colección personal de Olmedo.
Poco antes de la muerte de Rivera, Olmedo le contó que quería crear un museo para exponer los cuadros que él había pintado. El artista escribió una lista con las obras que debería incluir y Olmedo se dispuso a conseguirlas. Si bien se acusó a Dolores de estar celosa de la esposa de Rivera, Frida Kahlo, quien murió en 1954, Olmedo también adquirió 25 obras de arte de la gran artista mexicana. Aunque podrían no haber sido celos, parecía que Olmedo no se llevaba bien con Kahlo. Esta teoría se basa en una frase de Dolores: “A ella le gustaban las mujeres y a mí, los hombres. Además, no soy comunista”.
A pesar de la controversia, Olmedo siguió colaborando en exposiciones de arte mexicano en el extranjero y participando en su organización, lo que le permitió desempeñar un papel importante en la vida cultural mexicana. También luchó contra la venta de los tesoros de México en el extranjero.
Olmedo murió en 2002. Su edad siempre fue (y sigue siendo) una cuestión de debate, ya que hay diversas fuentes que confirman distintas fechas de nacimiento. Actualmente, la mayoría de los expertos cree que nació en 1908, por lo que habría fallecido a los 94 años. Sin embargo, en el obituario de The New York Times, se indica que falleció a los 88.
DOLORES OLMEDO Y SU BELLÍSIMO MUSEO AL SUR DE LA CIUDAD
La especialista nos cuenta, por ejemplo, que el Museo Dolores Olmedo, en la época prehispánica fue parte de las tierras del último señorío xochimilca; en la Colonia, se asignó a grupos de españoles, como la Hacienda La Noria en la que se dedicaban a la producción del maíz y alimento para ganado. Después un alemán lo adquiere en 1962 y posteriormente se lo vende a Dolores Olmedo, así se convirtió en su casa y luego un museo, entre 1990- 1992.