Nació en Apaseo el Alto, el 12 de mayo de 1909. Fue hijo de don Emeterio Galván Pérez y Ma. Jesús Malagón Soto.
Su infancia la vivió en el rancho de Galvanes, propiedad de sus tíos, dedicado a las actividades propias del campo. Desde muy pequeño mostró sus aptitudes y talento artístico, improvisando cualquier elemento de la naturaleza para hacer sus primeras artesanías y juguetes. Sus primeras letras las aprendió de su padre mientras transitaban los Caminos Reales ejerciendo el comercio trashumante.
En 1921 inició su educación formal en las primeras aulas que se abrieron en el pueblo de Apaseo el Alto. En 1926 vivió muy de cerca la Guerra Cristera compañando al padre Hesiquio Ramos. En 1929, finalizado el conflicto religioso, se fue al Seminario de Morelia, regresando en 1933 para prestar sus servicios como notario de la Vicaría.
En 1935 trabajó como carpintero, zapatero, pintor y se inició como artesano, restaurando algunas imágenes religiosas del Templo de San Andrés. En 1940 estudió escultura en Querétaro y de ahí pasó al Pueblito con un pintor llamado Cornelio Arellano, de quien aprendió escultura, pintura al óleo y pintura a partir de elementos naturales. Entre 1942 y 1949 trabajó de manera formal la artesanía, apoyado por quienes serían sus primeros discípulos.
En 1950 ingresó al magisterio, trabajando en Canoas de Arriba-La Lagunilla-San José Agua Azul, San Juan del Llanito, Escuela Nicolás Bravo, San Elías-Celaya-, Guadalupe del Monte -Apaseo el Grande-, San Pedro Tenango, San Bartolomé Aguascalientes, Obrajuelo y La Norita -Apaseo el Grande-. Presentó examen para obtener su título de profesor el 23 de mayo de 1958 y se jubiló en 1981.
Durante su estancia en San Bartolomé enseñó a algunos de sus alumnos a hacer máscaras con jiotes de maguey y ollas de barro. Por iniciativa suya y del profesor Francisco Núñez, el padre Joaquín Soto fundó la Escuela Secundaria Progreso.
Murió en el año de 2011.
Fuente: Acervo Grupo Editorial Centenarios – Kiosco de la Historia
