El 5 de febrero de 2017 se cumplirán 100 años de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Dicho documento deriva de la Revolución de 1910, la primera revolución social del siglo XX y en él se encuentran plasmadas las demandas de los campesinos, trabajadores y, en general, de la sociedad mexicana de la época.
Es justo mencionar también que la Constitución de 1917 es producto de la evolución a través de los años de los textos constitucionales que han tenido vigencia en México, desde la Constitución Política de la Monarquía Española de 1812, hasta la Constitución Política de la República Mexicana de 1857, pasando por textos tan diferentes, e incluso opuestos, como el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana de 1814, las Leyes Constitucionales de 1836 y el Estatuto Provisional del Imperio Mexicano de 1865.
La convocatoria se hizo en septiembre y las sesiones se llevaron a cabo de diciembre de 1916 a fines de enero de 1917. Hubo una gran diversidad en las opiniones de los diputados constituyentes.
La Carta Magna quedó conformada por los siguientes títulos:
I. De las garantías individuales.
II. De la soberanía nacional y de la forma de gobierno.
III. De la división de poderes.
IV. De las responsabilidades de los funcionarios públicos.
V. De los Estados de la Federación.
VI. Del trabajo y la previsión social.
VII. Prevenciones generales.
VIII. De las reformas a la Constitución.
IX. De la inviolabilidad de la Constitución.
Como con la Constitución de 1857, la del 17 establecía el sistema federal, la separación de poderes, la no reelección, un Poder Legislativo en dos Cámaras, y una Comisión Legislativa Permanente.
Durante los primeros meses siguientes a la promulgación de la nueva Constitución a la mayoría de los estados les costó mucho trabajo y tiempo en adherirse al pacto federal, ya que en su territorio los movimientos armados aún no cesaban.
La naciente Constitución causó el desacuerdo de Estados Unidos ya que consideraban que los artículos 3°, 27 y 123 lesionaban los intereses de los extranjeros, también hubo quejas de las empresas petroleras que veían afectados sus intereses ya que el gobierno pretendía que los hidrocarburos quedaran bajo el dominio de la nación.
Al concluir la Revolución, la nación vivía bajo una nueva Constitución, pero no había tranquilidad ya que el hambre, la escasez de moneda, las epidemias, el desempleo era elevado, eran frecuentes las huelgas y los problemas religiosos, las restricciones económicas y las grandes dificultades en la aplicación de algunos de los preceptos constitucionales.
Con el paso de los años el país fue recobrando el orden, la Constitución desde su primera reforma en 1921 siempre veló por los intereses de todos los mexicanos.
A la fecha nuestra Constitución cuenta con 229 decretos de reforma; la última data del 15 de agosto de 2016.