Por: @periodistafrg
Es el líder de las bases cenecistas (CNC, sector campesino del PRI). También de la dirigencia estatal a través del presidente Santiago García López y el control casi total de la fracción priista del Congreso del Estado, bajo la coordinación del Dip. Rigoberto Paredes. Además, ya tiene una estructura interna en el partido y una estructura externa que incluye líderes sociales y empresarios.
El senador Sánchez ha tenido su ascenso en política con el Grupo Hidalgo y con el Grupo Atlacomulco. Su cargo como diputado federal y como dirigente nacional cenecista le ha dado picaporte en los primeros niveles del priismo y del gobierno federal en los dos últimos sexenios: con Felipe Calderón y con el actual Enrique Peña Nieto.
En la campaña para la gubernatura con Juan Ignacio Torres Landa (+) jugó un papel adverso en lo local, al grado de que sus seguidores mantuvieran tomado las oficinas del PRI, mientras Juani buscaba el voto, para él y para Peña.
Cabe destacar que Gerardo Sánchez apoyó para que Torres Landa fuera el candidato, pero al momento de oficializar la candidatura, un respaldo de Juani a Francisco Arroyo Vieyra y cerrar posiciones para los cenecistas acabó con un acuerdo político entre el candidato y el ahora senador.
La diferencia del triunfo de Miguel Márquez Márquez sobre Juan Ignacio Torres Landa fue con más de cien mil votos (nunca se sabrá qué hubiera ocurrido si por encima de todo Sánchez hubiera mantenido el apoyo a Torres Landa y si ese apoyo incondicional se hubiera traducido a cerrar más el resultado y variar la composición en la cámara de diputados local y hasta el eventual triunfo del PRI en Gto).
Historias y deslealtades
Sumado a estas anécdotas y hechos de rupturas de pactos y acuerdos, vino la elección de la dirigencia del PRI estatal, donde, con todo el apoyo del aparato nacional cenecista, el grupo de Gerardo Sánchez triunfó sobre el de Arroyo Vieyra, quedándose así con la dirigencia estatal y luego con pociones plurinominales al Congreso local y candidaturas.
En esta elección el también senador Miguel Chico Herrera se la jugó con Sánchez, obteniendo la posición de la secretaría general, misma que al paso del tiempo, fue ninguneada en el estatal, incluso sin apoyo, sin viáticos… en la marginación total.
Los meses llevaron a que Chico se retirara de la alianza con Sánchez y signara acuerdos con el ahora embajador Francisco Arroyo (está también el caso de la diputada federal Bárbara Botello, originalmente del equipo de Chico Herrera, muy antiarroyista… luego arroyista y ahora gerardista).
Últimamente, con la llegada de la delegada del CEN, parece que los acuerdos avanzan: ya hubo un mensaje del presidente del partido, Santiago García López, de disculpas públicas al senador Chico y él parece darse por satisfecho pues la posición de secretaria general ya tiene ese papel.
Recta final
En la recta final del proceso priista en Gto hay dos viables por la candidatura a la gubernatura: Chico y Sánchez, los dos senadores. Pero también está como un probable caballo negro, tercero en discordia, José Luis Romero Hicks, que por cierto en una especie rara que, aparece y se desaparece, sin una consistencia ni en su discurso ni en sus acciones (que por cierto, el JLRH del gobierno foxista en la gubernatura y en la presidencia, ya no es el mismo: pareciera ser que la falta de reflectores en los últimos diez años le ha restado lucidez y energías)
Además de ellos tres, con tres grupos, se está registrando un trabajo en favor de Yulma Rocha, con el apoyo del leonés Alejandro Arias Ávila, quienes están pensando – es su visión – en grande: por lo menos la candidatura al senado o, la candidatura a la gubernatura para la actual diputada irapuatense.
Esto quiere decir que, al margen de la recomposición de los grupos actuales: Chico, Sánchez, Arroyo, existe las acciones y la aspiración de un grupo adicional, donde la cabildeadora y portavoz informal ante el CEN es Yulma Rocha, a quien se le acredita estar estupendamente relacionada en sus ligas mayores.
Un quinto aspirante, aparentemente sin estructura partidaria, pero con buenas relaciones en el centro, es Javier Aguirre Vizuett, a quien su cargo como delegado de la Secretaría de Gobernación, le brinda un gran abanico de relaciones municipales, estatales y federales. Sin embargo, entre propios delegados hay resistencias a su convocatoria como coordinador de delegaciones. Es decir, no ha sentado un precedente de una representación federal exitosa medida por la propia ciudadanía. Su apuesta es que el secretario Miguel Ángel Osorio Chong pueda ser el candidato y lo apadrine con la candidatura, toda vez que Aguirre siente que sus competidores Chico y Sánchez están en su tope de popularidad, que no crecen más a lo que ahora han llegado.
A raíz de la llega de la delegada, el discurso de Sánchez es más conciliador al interior del priismo deja en claro: unidad, ir por la alternancia y coalición con partidos progresistas y, algo muy importante: que el candidato surja de las bases y no sea una designación mediante encuesta.
(Si hay un aprendizaje en los medios y en la clase política, es que al senador Sánchez le faltan puntos en cualquier encuesta, donde el resultado es que se le conoce poco y mal)
(Existe la versión de que el senador cenecista se ha quejado tanto en Gobernación como el CEN del PRI, de una campaña negra en su contra, lo que en gran parte, él adjudica, le ha restado penetración en Gto)
El factor Gerardo Sánchez pudiera ser determinante para que el PRI y una eventual coalición pudieran ser más competitivos frente al PAN. Aquí está su reto, con sabiduría, con humildad: si es él candidato, con la suficiente apertura para sumar. Y si no es el candidato, con la suficiente voluntad para sumar.
Así como Andrés Manuel López Obrador es el enemigo de sí mismo, el enemigo de sí mismo es Gerardo Sánchez. Él, y sólo él, es el factor de cambio en Gto., capaz de cambiar la historia.
En tanto, los panistas, ya están estructurando su equipo de campaña en la estructura PAN-Gobierno, con Diego Sinhue a la cabeza, mientras que el gobernador ultima amarres para, si se le da la circunstancia, solicitar licencia para ser candidato, presidente del PAN o coordinador de campaña. Una senaduría para él también está en el escenario.
Una encuesta contratada por el CDE del PRI en Guanajuato revela que el 55.7% de los encuestados manifiesta que el PAN debe de seguir en el Gobierno del Estado