Entrada triunfal de Madero en la Ciudad de México

La noche del 6 de junio de 1911, la gente regresó a sus hogares dispuesta a levantarse temprano para ocupar las calles, las avenidas, los monumentos y las aceras para no perder detalle de la entrada de Madero que se había pactado para la mañana del día siguiente.

Esa calma y ese júbilo se detuvo cuando a las 4:26 de la mañana del 7 de junio de 1911 se sintió en la Ciudad de México, y en toda la República, un temblor oscilatorio que hizo caer casas, muros y columnas. El sismo tuvo una magnitud de 7.8 grados y tuvo su epicentro en la costa de Michoacán.

Pese a la gravedad del terremoto, cuando amaneció se hizo un recuento general de los daños. A pesar de ello, la gente empezó a barrer las calles, a mover los escombros y a sacar sus banderas a la calle para recibir a Madero.

Su llegada se esperaba a las 10 de la mañana, pero el ferrocarril arribó a la ciudad, hasta las 12:30. Más de 100 mil personas aclamaron al caudillo que había logrado acabar con un régimen de más de 30 años. Madero realizó un recorrido por la ciudad que duró 3 horas, iba acompañado de su esposa, Sara Pérez.

Madero recorrió todo el Paseo de la Reforma durante el trayecto hacia el Zócalo y pasó por la construcción que más tarde sería el Monumento a la Revolución. Desde entonces se acuñó la frase: “el día que Madero llegó, hasta la tierra tembló”.

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