Franz Kafka

Nació el 3 de julio de 1883 en Praga, capital de la que hoy es la República Checa, se convirtió en uno de los más destacados autores de la literatura universal. Aunque, en vida su trabajo no llegó a ser muy conocido e incluso muy pocas veces publicado.

Fue hijo de Hermann Kafka y de Julie Löwy. Originalmente sus estudios los iba a encaminar a la química, sin embargo, casi de inmediato los cambio a derecho para beneplácito de su padre, a quien muchos críticos consideran el antagonista de los personajes en las historias de Kafka.

En 1901 inició sus estudios de derecho en la Universidad Alemana de Praga. Obtuvo el grado de doctor en derecho en el año de 1906.

Su amigo Max Brod fue el encargado de editar y preservar sus obras. Desobedeciendo la última voluntad de Kafka, que había ordenado la incineración de todas sus obras inéditas, se publicaron: América, El proceso, El castillo, los Diarios, iniciados en 1908 y las Cartas a Milena, entre otras.

Al terminar sus estudios trabajó en agencias de seguros, a la par que mantenía su interés en la escritura. En 1912 escribió una de sus obras más afamadas El juicio y una colección de 18 cuentos llamada Contemplación.

Hacia 1915 crea la que será la obra icónica de sus quehacer literario: La metamorfosis. Dos años después fue diagnosticado con tuberculosis, enfermedad por la que murió el 3 de junio de 1924.

Kafka tuvo cuatro parejas, nunca consiguió tener una relación estable hasta conocer a Dora Diamant. Su primera novia se llamaba Felice Bauer y era hija de un comerciante berlinés; la joven deseaba casarse, pero Kafka no tenía clara la relación. Más tarde conoció a Julie Wohryzek, descendiente de un zapatero judío, lo que fue suficiente que el padre de Franz se opusiera al compromiso entre ambos y acabara forzando su ruptura.

Su relación con la periodista checa Milena Jesenká fue prácticamente epistolar y sólo se vieron en dos ocasiones, motivo por cual su relación acabó diluyéndose. La última, Dora Diamant, era hija de un comerciante judío y le acompañaría hasta el final de sus días. Fue con Dora con quien seguramente el escritor pudo por fin entablar una auténtica relación de pareja. Gracias a ella se mudaron a Berlín, donde, a pesar de vivir de manera muy austera, fueron realmente felices. Uno de sus sueños era instalarse en Palestina y abrir un restaurante en el que ella sería la cocinera y él, camarero. Sueño que finalmente no pudieron cumplir.

“Mi última petición. Todo lo que dejo atrás […] en forma de cuadernos, manuscritos, cartas, borradores, etcétera, deberá incinerarse sin leerse y hasta la última página”.

Estas son las palabras que Brod halló escritas entre los archivos de casa del escritor. Durante su enfermedad, Kafka, no sabía si se recuperaría y le dijo a su amigo que los únicos libros que debían sobrevivirle eran La condena, El fogonero, La metamorfosis, En la colonia penal, Un médico rural y Un artista del hambre.

Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran: Metamorfosis (1915), El Proceso (1925), El Castillo (1926), y América (1927). La fuerza de su obra ha sido tan importante que el término kafkiano se aplica a situaciones sociales angustiosas o grotescas, o a su tratamiento en la literatura.

Fuentes: Editorial Heder, Gobierno de México, National Geographic.

Scroll to Top