Fulgencio Vargas Ortiz nació en Jaral del Progreso el 10 de octubre de 1875, hijo de don Ramón Vargas y de doña Candelaria Ortiz. Fue bautizado a los tres días de nacido con el nombre de José Mariano Fulgencio Francisco.
Estudió las primeras letras en colegios particulares, primero en Jaral del Progreso con su tía Isabel Ortega y luego en la ciudad de Celaya bajo la tutela de profesores como don Librado Rosillo y don José María Pérez Campos.
Entre los años de 1889 y 1892, se trasladó a Morelia para estudiar, en el Convento Agustino de Santa María de Gracia, la lengua castellana y el latín, para luego pasar al Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo donde estudió los cursos preparatorios y profesionales de farmacia, mismos que tuvo que abandonar por una enfermedad en el año de 1898.
Regresó a su natal Jaral del Progreso en donde se dedicó a atender una botica, la de Guadalupe, y a trabajar como agricultor, pero sus inquietudes culturales lo llevaron también a fundar, en el año de 1903, la primera imprenta que hubo en su pueblo, fundó el periódico La Voz de Jaral donde se presentó también con algunos artículos de su autoría y poesías elaboradas en su juventud, posteriormente fundó también el periódico Renacimiento donde mostró una clara adhesión a las propuestas políticas de Francisco I. Madero.
En el año de 1909, en el marco del inicio de las celebraciones por el primer centenario del inicio de la lucha por la independencia nacional, publicó en la ciudad de Barcelona su primer libro La Insurrección de 1810 en el estado de Guanajuato; Heroísmos, campañas, martirios y sacrificios de los primeros insurgentes. Tradiciones y Leyendas. Obra que tuvo el privilegio de contar con un prólogo escrito por el también historiador guanajuatense don Luis González Obregón y, cerrar con un juicio crítico del poeta Juan De Dios Peza que sería, además, el impulsor de don Fulgencio para que se presentara como articulista en los principales diarios de México.
A partir de su presencia en la ciudad de Guanajuato, desde 1912, y atendiendo a las invitaciones que le hiciera el gobernador Víctor José Lizardi se desempeñó como secretario del Colegio del Estado y estuvo al frente de la Secretaría General de la Dirección de Estudios Superiores, ocupando, eventualmente la jefatura de dicha dirección.
Fue también desde ese año 1912, profesor de diversas cátedras en el Colegio de Estado y en la Escuela Normal: farmacia, física, geografía, historia y lengua española, francés, latín y etimologías grecolatinas. Pero además de ser profesor también se dedicó a estudiar graduándose de Bibliotecario Técnico en 1925, para luego fundar los cursos de biblioteconomía en el Colegio del Estado y en la Escuela Normal.
Además se desempeñó como Diputado local. Miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, de la Academia Mexicana de Historia y de la Academia Nacional de Ciencias. Presidente del Congreso de su estado.
Su obra literaria fua abundante: 44 libros y folletos, 16 obras inéditas y 184 publicaciones periodísticas.
Murió el 13 de febrero de 1962 en la ciudad de Guanajuato.
Con información de El Sol de Salamanca, Enciclopedia de la Literatura en México