Las huellas encontradas en White Sands, Nuevo México proporcionan la evidencia inequívoca más temprana de la actividad humana en las Américas, hace más de 23 mil años, milenios antes de lo pensado.
Las huellas se formaron en lodo blando en los márgenes de un lago poco profundo que ahora forma parte de Alkali Flat, una gran playa en White Sands. Investigadores del Servicio Geológico de EU han datado estas pistas utilizando la datación por radiocarbono de las capas de semillas por encima y por debajo de los horizontes de la huella.
En los años 70, la noción de que nuestra especie alcanzó América por primera vez hace unos 13,000 años era la más aceptada entre arqueólogos gracias a los registros fósiles más antiguos hallados entonces.
Sin embargo, desde mediados de los 70, el descubrimiento de supuestas herramientas que datan de hace más de 16,000 años ha intensificado un debate sobre la aparición temprana de la humanidad en el continente: mientras algunos especialistas consideran que la humanidad llegó a América desde Asia antes del Último Máximo Glacial (el periodo más frío de la Tierra en los últimos 30 mil años), otros afirman que la evidencia de supuestas herramientas no resulta concluyente.
Se han encontrado restos de varias especies
En el paraje del White Sands National Park, que hoy día es un desierto de arena blanca y escasa vegetación y que hace miles de años era un pantano, también se han encontrado restos de mamuts, perezosos gigantes, tigres dientes de sable, aves y otras huellas humanas, como las de la icónica mujer de White Sands.
En las 80 mil hectáreas del parque se han encontrado miles de huellas humanas de adultos y niños prehistóricos; sin embargo, se trata del registro más antiguo de presencia humana en el continente. Estas huellas humanas aportan evidencia definitiva de que los seres humanos alcanzaron América del Norte antes del Último Máximo Glacial (ULM) y no después, como se creía hasta ahora.
Las conclusiones del estudio fueron publicadas en Science y forman parte de una colaboración entre la Universidad de Bournemouth, el Servicio de Parques Nacionales y el Servicio Geológico de Estados Unidos, además de la Universidad de Cornell y la Universidad de Arizona.
Las pistas en White Sands fueron descubiertas por primera vez por David Bustos, gerente de recursos del parque.
Para investigar el sitio, el equipo fue pionero en técnicas geofísicas no invasivas dirigidas por Thomas Urban, científico investigador de la Facultad de Artes y Ciencias y del Laboratorio Cornell Tree Ring.
“La detección y la obtención de imágenes con tecnología no destructiva ha ampliado enormemente nuestra capacidad para estudiar estas huellas notables en su contexto más amplio”, dijo Urban en un comunicado.
“Ahora tenemos una ventana única a la vida durante el Pleistoceno en América del Norte, y este nuevo estudio proporciona la primera evidencia inequívoca de una presencia humana sostenida en las Américas miles de años antes de lo que la mayoría de los arqueólogos pensaban que era probable”.
Se muestra cómo era la vida en esa época
Las huellas cuentan una historia interesante de cómo era la vida en ese momento, dicen los investigadores. A juzgar por su tamaño, las huellas las dejaron principalmente adolescentes y niños más pequeños, con algún que otro adulto. Huellas de animales (mamut, perezosos terrestres gigantes, lobos terribles y pájaros) también están presentes.
“Es un sitio importante porque todas las vías que hemos encontrado allí muestran una interacción de los humanos en el paisaje junto con los animales extintos”, dijo la coautora Sally Reynolds de la Universidad de Bournemouth.
“Podemos ver la coexistencia entre humanos y animales en el sitio como un todo, y al poder fechar con precisión estas huellas, estamos construyendo una imagen más amplia del paisaje”
“Las huellas dejadas en White Sands dan una imagen de lo que estaba sucediendo, adolescentes interactuando con niños más pequeños y adultos”, dijo Matthew Bennett, de la Universidad de Bournemouth, quien ayudó a dirigir el estudio.
“Podemos pensar en nuestros antepasados como bastante funcionales, cazando y sobreviviendo, pero lo que vemos aquí también es actividad de juego y de diferentes edades que se unen. Una verdadera visión de estos primeros pueblos”.
“White Sands nos provee de la primera evidencia inequívoca de presencia humana en América durante el último máximo glacial. Este descubrimiento es importante porque hace que la idea de que otros sitios supuestamente antiguos son evidencia fidedigna de la presencia humana desde entonces”, explica el Dr. Dan Odess del Servicio de Parques Nacionales.
El estudio también confirma que existieron grupos humanos en América del Norte anteriores a los Clovis, quienes durante mucho tiempo fueron considerados los primeros pobladores del continente hace unos 13,500 años.
Fuentes: El Sol de México, National Geographic, ADN 40.