Historia de José Guadalupe Posada

Un 20 de enero 1913, fallece José Guadalupe Posada, pionero de la gráfica mexicana como la conocemos; ilustrador de corridos, crímenes, leyendas y milagros, el creador de un sinfín de simbolismos que definen hasta el día de hoy lo que conocemos como “mexicano”, especialmente en sus trabajos relacionados con el Día de Muertos, la muerte en México y ese legendario personaje que nos es tan cercano, la Catrina. Además, fue un prolífico y crítico dibujante de caricatura política.

Su biografía

Originario del barrio de San Marcos, en Aguascalientes, José Guadalupe Posada nació el 2 de febrero de 1852, en una familia compuesta de trabajadores y artesanos. Su infancia se vio marcada por un entorno conflictivo, producto de las luchas del poder de la guerra de Reforma.

 

De acuerdo con sus biógrafos, el caricaturista mexicano comenzó a crear sus primeros dibujos a temprana edad, pues ayudaba a su hermano mayor, quien fue profesor de primaria, a cuidar a los alumnos.

Su formación la obtuvo en la Academia Municipal de Artes y Oficios de Antonio Varela y siendo adolescente trabajó en un taller a cargo del impresor José Trinidad Pedroza, quien lo instruyó en grabado.

Pronto, Posada se reveló como un extraordinario dibujante, aunque sus mejores habilidades siempre se centraron en el grabado, especialmente en lo que era entonces una nueva técnica, la litografía, a la que también incursionó gracias a Pedroza.

 

La obra de Posada deja ver su ingenio y creatividad, a través de sus diferentes estilos y técnicas que dieron fuerza a sus imágenes, que retrataban escenas cotidianas.

Estancia en León, Gto

El Coordinador de Acervos de Apoyo en el Archivo Histórico Municipal de León, Rodolfo Herrera Pérez, señaló que:

Posada se trasladó a la cuidad de León en el año de 1872, donde había ganado una plaza de maestro de litografía en una preparatoria por su maestro Pedroza, en ella fue profesor durante cinco años.

“En 1872, llegó a León ya contratado por Pedroza, iban a instalar un taller de imprenta de litografía, allí en la calle del Indio que ahora es la calle Gante en el Centro de la ciudad, entonces ahí se instalan”.

 

Se convirtió en socio del maestro Pedroza para el año de 1873, después conoce a María de Jesús Vela, con quien contrae matrimonio el 20 de septiembre de 1875 en la Parroquia del Sagrario y tiene a su único hijo, Juan Sabino en 1883.

León desde los grabados de Posada

La Promotora Cultural Estephanía Olmos Padilla, identifica cuatro grandes ámbitos en los que clasifica la obra de Posada durante su estancia en León, descritos a continuación:

 

La vida religiosa:

Posada dejó testimonio gráfico de la profunda fe de los leoneses del siglo XIX al elaborar una serie de ilustraciones con motivos religiosos: imágenes de santos y de la Virgen de la Luz. Un hecho prácticamente desconocido es que el grabador tuvo en León su propia imprenta, que elaboró impresos para el Obispado, como el libro titulado ‘Un retrato directo de la Madre de Dios’, de 1885.

La vida social y comercial:

En su taller ubicado en la calle del Indio Triste, en el Centro de León, Posada realizó impresos comerciales para una variedad de establecimientos de la localidad, de Lagos de Moreno, de Silao y de San Francisco del Rincón, pero también elaboró invitaciones para bailes, bautizos y bodas; ordenaciones sacerdotales e incluso esquelas, con lo que se convirtió en un cronista de la vida social de los leoneses de la segunda mitad del siglo XIX.

 

Los personajes:

Posada dibujó a una amplia variedad de personajes guanajuatenses, entre ellos destacados empresarios como Jorge Heysser, filántropos como Liborio Fuentes, el torero leonés Rodolfo Gaona y hasta bandoleros como Valentín Mancera. También retrató situaciones del bajío guanajuatense.

La tragedia de León:

La inundación de 1888 que destrozó cientos de viviendas en León, fue recreada por Posada en una serie de grabados publicados en la prensa de la Ciudad de México. El artista fue uno de los damnificados, pues perdió su taller y se vio forzado a emigrar.

Aquella tragedia –la peor en la historia de León- fue un parteaguas en la carrera de Posada. El artista ilustró con crudeza el desastre, con las viviendas derrumbadas por la fuerza del agua y los cuerpos hundidos en el lodazal; pero también dibujó la labor solidaria de reconstrucción y la velada organizada en el Teatro Doblado para reunir fondos para los damnificados. Años después también retrató la inundación ocurrida en la ciudad de Guanajuato.

‘León en la mirada de Guadalupe Posada’ pretende reconocer y difundir el legado que el artista dejó a nuestra ciudad: fue mucho más que un ilustrador, fue un cronista: En sus impresos quedó testimonio del empuje económico que vivía nuestra ciudad en la segunda mitad del siglo XIX, además de dejar constancia de los personajes y los sucesos de la sociedad leonesa de aquella época.

Luego de una trágica inundación en León, en 1888, se trasladó a la Ciudad de México invitado por el abuelo del poeta Octavio Paz, Irineo Paz, y colaboró en “La juventud libertaria”, como el primer caricaturista, convirtiéndose en el primer dibujante que tendría México.

La obra de Posada es vasta, sin embargo, se le reconoce especialmente por ciertos íconos de la identidad mexicana, pues fue creador de las “calaveritas” y posteriormente diseñó la figura de “La Catrina”, este grabado se pensó con la idea de hacer burla a la clase alta del Porfiriato.

Fue precursor de grandes artistas y muralistas, entre ellos, José Clemente Orozco, Diego Rivera, Francisco Díaz de León y Leopoldo Méndez.

El 20 de enero de 1913 murió solo y abandonado en una deteriorada vecindad del barrio de Tepito. Sus restos fueron echados a la fosa común, aunque algunas instituciones culturales han pedido que éstos sean rescatados para ser trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Dolores.

Otros datos curiosos

Los dibujos de Guadalupe Posada aparecieron en objetos comunes

En 1872 se mudó a la Ciudad de León, Guanajuato, y ahí se dedicó a realizar litografías y grabados en madera para ilustrar cajetillas de cigarros, documentos y libros.

Su primer taller

En 1888, se trasladó a la Ciudad de México e instaló su primer taller en la calle de Santa Teresa. Una vez en la capital, se integró como dibujante en el taller de Antonio Vanegas Arroyo, para quien realizó miles de ilustraciones.

Los animales en el trabajo de Guadalupe Posada

En su obra a menudo aparecían animales venenosos como culebras y serpientes, además de esqueletos o ángeles, que mezclados con frases irónicas, servían como una crítica hacia las problemáticas sociales.

Guadalupe Posada en la Revolución

Cuando estalló la Revolución, el artista ilustró los acontecimientos diarios en panfletos que llegaban a las clases trabajadoras. Sus temas comunes retrataban los robos, las batallas, pobreza y muerte del conflicto armado.

Los orígenes de La Catrina

“La Catrina”, personaje que comúnmente se le atribuye a Guadalupe Posada, apareció en una de sus obras, pero bajo el nombre de “india garbancera”. Se trataba de una burla hacia las personas que querían imitar a los ricos y renegaban de su herencia.

Su muerte

La causa de su fallecimiento fue el alcoholismo, estaba abandonado y vivía en la pobreza, ya que su esposa e hijo habían muerto.

Fuentes: enterate.mx, MxCity, De10.mx, Milenio León, Cultura León.

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