EI estado de Guanajuato, poblado y transitado desde tiempos remotos por numerosos grupos de diversos orígenes étnicos y geográficos, se ha caracterizado siempre por la gran variedad y riqueza de su música, tanto en géneros como en estilos musicales. En nuestra entidad encontramos todavía a grupos de danzantes (como los Concheros y los Matachines), cuyos bailables son una muestra del mestizaje cultural entre la época prehispánica y el periodo virreinal. También se escuchan sones y jarabes de reminiscencias españolas, aunque ya totalmente mexicanizados.
Precisamente uno de los géneros preferidos desde el siglo pasado —y por lo mismo más arraigado en la cultura popular tradicional de Guanajuato— es el corrido. Pero, como veremos enseguida, no se trata de cualquier clase de corrido.
Si en México en general, los corridos son medios eficaces para captar, expresar y divulgar aquello que la gente siente y piensa sobre los grandes acontecimientos históricos, es decir aquellos sucesos que impactaron la vida política y social de todo el país, en Guanajuato, en particular, los compositores de corridos parecen guardar una actitud diferente, Esto significa que, sin perder de vista (o mejor dicho, de oído) los sucesos de renombre nacional, tienden más bien a escribir corridos que narran la historia local del estado.
Estos cantos épico-narrativos (normalmente abundantes en detalles informativos, en versos descriptivos y melodías sencillas) son bastante veraces en lo que relatan. Por esta razón, son testimonios valiosos de la historia regional, ya que se enfocan hacia aspectos desconocidos de nuestro pasado reciente y hablan de personajes casi olvidados, todo ello contado y cantado por personas que conocieron de cerca o fueron testigos de dichos acontecimientos.
De ahí que sea una tarea urgente el rescate y la divulgación de esos cantares, pues los viejos trovadores del pueblo, que han sido los trasmisores de esa historia, se están muriendo.
A continuación se trascriben algunos versos seleccionados de corridos históricos guanajuatenses. En ellos se mencionan sucesos y personajes de la época porfirista, de la Revolución, de la guerra cristera y de la reforma agraria. Las versiones completas de cada uno de estos corridos dura aproximadamente de 4 a 6 minutos.
Año de mil ochocientos
ochenta y dos al corriente,
murió Valentín Mancera
que era un hombre muy valiente
(Valentín Mancera fue un rebelde del pueblo de San Juan de la Vega, que levantó en armas a una partida de peones a luchar contra la injusticia porfirista; lo acribilló el jefe político de Celaya.)
Yo soy Guadalupe Rayos
traigo en peligro mi vida,
a escondidas del gobierno
vine a ver a mi querida.
(Rayos fue desertor del ejército de leva o prófugo de la penitenciaría estatal; hacia fines del siglo XIX luchó por no dejarse reaprehender,)
Año de mil novecientos
qué gobierno tan atroz,
murió Carlos Coronado
en mil novecientos dos.
(Coronado era un rebelde justiciero solitario, que robaba a los ricos y protegía a los pobres; fue acribillado en Valle de Santiago, mientras dormía.)
En mil novecientos once
a últimos de febrero,
se reunieron unos hombres
para adherirse a Madero.
(Se refiere a un grupo de conjurados revolucionarios de Valle de Santiago quienes, antes de que pudieran incorporarse a las filas maderistas, fueron enviados a presidio.)
El día 14 de octubre
qué fecha tan desteñida,
murió Benito Canales
la causa fue su querida.
(Canales fue un revolucionario floresmagonista de Pénjamo, quien se opuso a la tibieza política del presidente Madero; por proteger a su esposa amenazada de muerte fue apresado y fusilado en 1912, en la población de Mantas, Gto.)
El día cinco de septiembre
pelearon los federales,
peleó Refugio Aguilar
y don Benito Canales.
(Acontecimientos previos al fusilamiento de Canales; su lugarteniente en la guerrilla era Refugio Aguilar.)
En el día quince de abril
señores, tengan presente,
en el cerro de Barajas
han matado mucha gente.
(Represión contra unos alzados zapatistas de Pénjamo, Huanímaro y Abasolo; esto sucedió probablemente cuando era presidente Victoriano Huerta o bien durante el gobierno de Venustiano Carranza.)
Corre, corre, maquinita,
no me dejes ni un vagón,
vámonos para Celaya
a combatir a Obregón.
En la ciudad de Celaya
eran terribles las horas;
¡cómo cayeron villistas
por las ametralladoras!
(Versión villista de los combates de Celaya ocurridos en abril de 1915 entre dos facciones de la Revolución: villistas contra carrancistas.)
Como el dieciséis de abril
los combates principiaron,
en la ciudad de Celaya
los carrancistas triunfaron.
Por el lado de Santa Ana,
rumbos de San Juan de Dios,
fue donde perdió su brazo
el general Obregón.
(Los mismos acontecimientos anteriores en la versión carrancista.)
Domingo de Carnaval
qué día tan señalado,
al pueblo de Salamanca
los villistas han entrado.
(Ataque y saqueo de Salamanca en 1918 por rebeldes locales: Matilde Alfaro, Ramón Ortiz, José Gutiérrez, Juan García, Pancho Palo Alto, etc.)
En medio de los combates
en su caballo grandote,
gritaba a los carranclanes:
—No corran, gorras aguadas,
cabezas de zopilote.
(Se refiere a Macario Silva, brigadier villista de Valle de Santiago, quien luchó desde 1915 a 1918 en contra de Carranza.)
Año de mil novecientos
el dieciséis que pasó.
entró don Ramón Ortiz
al pueblo donde se crió.
(Ortiz fue un rebelde villista que atacó Salamanca, su pueblo natal, el 30 de mayo de 1916.)
El día veintitrés de junio
como a las once del día,
en esa Puerta del Roble
mataron a Juan García.
(García fue un villista nativo de Irapuato; su cadáver fue colgado a la vista del público irapuatense.)
Les gritaba don Inés:
—éntrenle revalidados,
que se le corten de a diez
a uno de mis soldados,
a mis capitanes veinte,
a mis coroneles treinta,
y a mí por ser general
que se me corten cuarenta.
(Grito retador, contra los carrancistas, del terrible Inés Chávez García, alias ‘El Indio’, quien anduvo en los límites de Michoacán, Jalisco y Guanajuato, hacia 1917.)
Pueblito de Peribán
cuántos recuerdos dejados,
donde murió el general
don Rafael Nares mentado.
(Rafael el Manco Nares lugarteniente de Chávez García, murió en combate en 1918.)
Iban dos mil del gobierno
por el camino corriendo
—¡Ay! —les decía Villarreal—
muchachos, me voy muriendo
llevo un balazo en el pecho
me voy a morir; tal vez;
yo no creía que mi padre
fuera el general Inés.
(Villarreal, comandante carrancista, fue derrotado por Inés Chávez García, por rumbos de Abasolo y Huanímaro, hacia 1916 o 1917.)
El presidente le preguntaba a Moreno:
—Cuál es tu gente con que sales a robar?
—No traigo gentes, ni tampoco soy bandido,
soy un soldado del gobierno liberal.
(Guadalupe Moreno era un rebelde del rumbo de Acámbaro o Salvatierra, aprehendido por el gobierno de Carranza.)
Señores pongan cuidado
lo que les voy a decir,
murió don Matilde Alfaro
el día veintiocho de abril.
(Antihuertista y luego villista de Salamanca. Ya indultado y en paz, fue apresado y asesinado cerca de su solar natal en 1923.)
Alégrense, ciudadanos,
la paz de lo alto nos vino,
ya mataron a Naranjo
y a ese mentado Sabino;
el día catorce de agosto
les han dado su destino.
(Naranjo y Sabino: villistas que todavía hacia 1919 o 1920 merodeaban por la serranía de Cabrio y partes del Bajío; fueron colgados luego de perder un combate.)
En el nombre sea de Dios
voy a empezar a cantar,
los versos de Martín Díaz
que no he podido arreglar.
(Capitán cristero, incursionó por los Altos de Jalisco y municipios vecinos de Guanajuato; hacia 1926-1928.)
Año de mil novecientos
el veintinueve al corriente,
murió Gervasio Mendoza
lo dejó solo su gente.
(Líder agrarista de Valle de Santiago, fue vencido cerca de su pueblo natal por cristeros al mando de Ángel Negrete, también guanajuatense.)
Fuente: Cerros y Bajío testigos de la historia. SEP 1999