Por sus investigaciones en Cuatro Ciénegas, Coahuila, la científica mexicana Valeria Souza Saldívar, del Instituto de Ecología de la UNAM, fue investida en octubre de 2019, como un nuevo miembro internacional honorario de la Academia Americana de Artes y Ciencias, fundada en 1780 por George Washington, Benjamin Franklin y Thomas Jefferson en los Estados Unidos.
Cabe recordar que los científicos Charles Darwin, Albert Einstein, Barbara McClintock y Lynn Margulis, además de 200 premios Nobel, han pertenecido a dicha Academia.
“Me nombraron miembro honorario de la American Academy of Arts and Sciences, una academia creada por los fundadores de Estados Unidos, quienes escribieron la Constitución y luego definieron que el poder político necesitaba un balance: el arte y la ciencia”.
“Seré la cuarta mexicana, la primera mujer mexicana en firmar en el mismo libro que Darwin, es un gran honor, y espero que le dé más reflector a Cuatro Ciénegas”, dijo Souza en una entrevista con MILENIO.
Reconocen sus estudios en Cuatro Ciénegas, el humedal más importante del mundo
La doctora Valeria Souza, egresada de la UNAM, fue electa en el área de ciencias biológicas, en el campo de ecología y biología evolutiva y de poblaciones, al reconocer su trayectoria científica y su trabajo para describir y salvar “el mundo perdido” de Cuatro Ciénegas, en Coahuila, un oasis extraordinario que guarda la memoria más antigua del planeta, a los descendientes directos de los bioingenieros que transformaron a este planeta de un sitio sin oxígeno, con un mar anaranjado, en el actual planeta azul donde vivimos, informó el Instituto de Ecología.
“La razón por la cual me dan este premio es por el trabajo que hemos hecho tanto científico como social en Cuatro Ciénegas, en transformar la sociedad a través de los niños, es lo más valioso que hemos hecho”.
Cabe señalar que este humedal es uno de los más importantes en el mundo, que se encuentra en peligro de extinción.
El 30 de septiembre, MILENIO publicó que 90 por ciento de las pozas en Cuatro Ciénegas se secaron. Desde hace 20 años, la investigadora Valeria Souza ha demostrado la desecación paulatina de las pozas, debido a la extracción para el riego de alfalfa.
Además, demandó a la Comisión Nacional del Agua cerrar el canal Saca Salada que opera desde 1900, por donde se extrae la mayor cantidad de agua para abastecer a comunidades alejadas, pero de la que solo llega 10 por ciento debido a la ineficacia de la infraestructura.
Cuatro Ciénegas, lo más parecido a la tierra antigua y Marte
Las pozas de Cuatro Ciénegas, Coahuila, son el único lugar del planeta donde habita la mayor diversidad de bacterias de más de 3 mil 800 millones de años de antigüedad, la clave para entender cómo surgió la vida en la Tierra y así comprender la evolución en Marte, pues se trata del lugar más parecido a ese planeta, señaló la doctora Valeria Souza, del Instituto de Ecología de la UNAM.
“Tanto en Marte como en la Tierra hay señales de metano, que es el primer metabolismo autótrofo donde ellos (las bacterias) hacen su propia azúcar y de metabolismo del azufre tanto en mar como en la tierra, lo cual nos indica que hubo vida en los planetas; lo que no sabemos es si en Marte esa vida se extinguió porque se le fue el agua de encima o esa vida continúa entre las piedras”, expresó.
Las bacterias que estudia Souza se localizan en las pozas o manantiales de Cuatro Ciénegas, mismas que forman estromatolitos, es decir, una especie de estructuras con aspecto de piedra, que encierran el misterio del origen de la vida, pues se trata del lugar con menos fósforo del planeta Tierra, “por eso es un modelo de astrobiología, porque el fósforo es raro en todos los planetas y aquí la vida lo arrancó de las piedras a la fuerza”.
“Cuatro Ciénegas es el mejor análogo tanto de Tierra temprana como de Marte por sus minerales, por la presencia de metano y metabolismo del azufre. Tanto en el cráter Gale (Marte) como en el Churrinche (Cuatro Ciénegas) cayó un meteorito que con el fuego hizo hielo y en Cuatro Ciénegas fue el fuego magmático que movió los continentes por todos lados y esas dunas de yeso son polvo de caracol del jurásico”, señaló la investigadora.
Fue contactada por la NASA para el estudio
En entrevista con MILENIO, la ecóloga evolutiva explicó que la astrobiología busca analogías con un planeta primitivo, porque lo que van a encontrar para su estudio son bacterias. En 1999, la NASA buscó al equipo de Valeria Souza y Luis Eguiarte para emprender un proyecto sobre la diversidad microbiana del Valle de Cuatro Ciénegas.
“Entender cómo inicia la vida en el principio y cómo transforma el planeta en un planeta azul es muy importante para NASA porque entonces el tener un planeta azul con oxígeno es una bioseñal clarísima, pero esa bioseñal tomó alrededor de 4 mil millones de años”, detalló.
Explicó que hace 3 mil millones de años ambos planetas tenían mares de la misma profundidad, pero Marte “al ser más chico, porque no le cayó un planetoide extra que a nosotros sí, no pudo contener su atmósfera y por lo tanto no pudo contener su mar”, pero esos procesos iniciales dejaron su huella en ambos planetas, que son la presencia de metano y azufre.
“El proceso que originó la vida aquí y allá son diferentes, lo que son iguales son los metabolismos. No tenemos idea si la vida de otro planeta se hizo a base de DNA, RNA y ATP como los nuestros, alguna muestra que nos diga cómo se hizo la vida en otro lado nunca la hemos encontrado, por eso es importante entender los procesos de origen de la vida aquí”.
Fuentes: El Universal, Investigación y Desarrollo.