José Chávez Morado, uno de los grandes pintores y muralistas mexicanos

El pintor mexicano de corriente nacionalista José Chávez Morado, nacido en Silao, Guanajuato, el 4 de enero, 1909 y murió el 1° de diciembre del año 2002 en la Ciudad de Guanajuato, a causa de un paro cardiaco. Dejó al gobierno de Guanajuato un legado de 2 mil obras, de las cuales, 700 eran de su autoría.

Formó parte del movimiento muralista mexicano, también se desempeñó como grabador, promotor y asesor cultural, dejando una valiosa aportación en el terreno de la creación de instituciones educativas, impulsando la cultura en México y en su estado natal.

Fue hijo del comerciante José Ignacio Chávez y Luz Morado, José Chávez Morado hizo sus estudios básicos en la primaria conocida como Niño Nati, al concluir el sexto grado comenzó a trabajar en la Compañía de Luz de Silao, después logró un empleo en Ferrocarriles Nacionales de México, donde desarrolló el gusto por el paisaje mexicano.

 

A los 16 años de edad, emigró a Estados Unidos, donde trabajó como peón en California, después se mudó a Canadá, ahí se dedicó a la pesca de salmón. Fue en esa época cuando consolidó su inclinación por las artes plásticas. Su gusto por el dibujo lo llevó a tomar clases nocturnas en la Chouinard School of Art, época en la que vio pintar a José Clemente Orozco su mural Prometeo, en el Pomona College, de Los Ángeles, California.

En el año de 1931, regresó a México, para apoyarlo, su padre le abrió una tienda de abarrotes, la cual quebró. En 1934 se inscribió en la Escuela Central de Artes Plásticas (Academia de San Carlos), donde tomó clases de grabado con Francisco Díaz de León, de pintura con Bulmaro Guzmán y de litografía con Emilio Amero. Años después en 1949, viajó por Europa en plan de estudio.

Inicios en el arte pictórico

Sus primeras labores en el ámbito pictórico fue la realización de caricaturas que hacía de las personas con las que convivía, a quienes se las vendía.

 

Como grabador tuvo dos vertientes: el de compromiso político y el de carácter social con motivaciones personales y en su pintura, el tema más recurrente es la figura humana y su entorno más frecuente es el paisaje de la provincia mexicana, con sus costumbres, sus bailes y mascaradas, así como la religiosidad popular.

Expresó en vida que lo que más le gustaba del muralismo era su contacto permanente con el espectador. “Los murales son obras hacia las que el público tiene la misma actitud que a veces tenemos con los miembros de nuestra familia o con amigos muy cercanos: a fuerza de verlos y convivir con ellos parece que no los tomamos en cuenta, pero lo cierto es que están ahí y que sin ellos nuestra vida sería distinta”.

En la década de los cincuenta del siglo XX, José Chávez Morado alcanzó la cúspide en su producción mural: en su haber cuenta con cerca de una treintena de murales, entre los que destacan los ubicados en Ciudad Universitaria (El retorno de Quetzalcóatl, La conquista de la energía, y La ciencia del trabajo), la Alhóndiga de Granaditas (Guanajuato), el Museo Nacional de Antropología, el Centro Médico Nacional, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entre otros.

 

En 1936 se integró a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), y dos años después, en 1938, al Taller de Gráfica Popular. Fue Miembro fundador de la Sociedad de Arte Moderno y del Salón de la Plástica Mexicana (INBAL).

En 1935 fue nombrado Jefe de la Sección de Artes Plásticas del Departamento de Bellas Artes (SEP) y en 1939 recibió el nombramiento de Productor de Arte por parte de la SEP.

Se desempeñó como docente

Entre sus actividades profesionales y académicas estuvo su trabajo como maestro de dibujo en escuelas primarias y secundarias. Fue docente en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM; Escuela de Artes del Libro; la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda”, además de fundar en 1949 el Taller de Integración Plástica. En 1960 llevó a cabo la transformación del Centro Superior de Artes Aplicadas a la Escuela de Diseño y Artesanías y dos años después asumió el cargo de Director de la Escuela de Diseño y Artesanías (INBAL).

En 1963 fue nombrado Vicepresidente del Subcomité Nacional de Artesanías y Arte Popular, organizado por el Comité Consultivo del Gobierno de México ante la UNESCO. Desde 1970 y hasta 1980 fue Director del Museo Regional de Antropología e Historia, Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato.

 

Reconocimientos:

El pintor galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1974 dejó en su obra un legado de mensaje social y de gran riqueza para el arte mexicano, además de una muestra de su convicción revolucionaria; fue exponente de la tercera generación de la denominada Escuela Mexicana de Pintura, junto con Juan O’Gorman, Raúl Anguiano y Alfredo Zalce.

Recibió el premio Doctor Honoris causa por la UNAM en 1985.

Junto con su esposa, la pintora Olga Costa, Chávez Morado decidió donar, en 1975, su colección de arte prehispánico al Museo Regional de la Alhóndiga de Granaditas y la de arte colonial y popular al Museo del Pueblo de Guanajuato.

El Museo José Tomás y Chávez Morado, su casa natal, fue inaugurado 22 de octubre de 1999, cuyo acervo se integra por más de 400 piezas entre pintura, escultura, grabado y dibujo.

Fuentes: Gobierno de México, Academia de Artes, Secretaría de Cultura.

Imágenes: Gobierno de Guanajuato, internet, Mediateca INAH.

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