José Gorostiza

Autor de uno de los poemas mayores de la literatura nacional: Muerte sin fin, José Gorostiza es un escritor imprescindible y una figura fundamental de la cultura mexicana.

José Gorostiza Alcalá nació en Villahermosa, Tabasco, el 10 de noviembre de 1901. Se trasladó a la Ciudad de México y en 1920 concluyó los estudios de bachiller en Letras. Fue profesor de Literatura Mexicana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.

A Gorostiza se le recuerda como un poeta poco prolífico, cuyo símil en prosa podría ser Juan Rulfo. Además de Muerte sin fin, sólo publicó Canciones para cantar en las barcas. Ambos libros son, además, totalmente distintos.

El investigador Miguel Capistrán refirió en su momento, sobre la obra cumbre del tabasqueño, que “Gorostiza tiene una gran significación, porque su gran poema, Muerte sin fin, sigue siendo un poema que corresponde a todas las épocas. En esta época, incluso, todavía tiene la frescura con que apareció hace 70 años. Es un monumento de la poesía mexicana.

“Todo el trasfondo que tiene el poema es de una vigencia permanente. Sobre todo, dentro de nuestro panorama poético, difícilmente se le puede encontrar un parangón. Si bien están Altazor de Vicente Huidobro o Piedra de sol de Octavio Paz, o, en la literatura española, Cántico de Jorge Guillén, quizá sea Primero sueño de Sor Juana donde encuentre equivalencia por su trasfondo poético-filosófico, lirismo y construcción poética”.

Sobre la crítica de Gorostiza, muchos estudiosos han establecido los vasos comunicantes entre esta disciplina y su trabajo poético.

Sus textos críticos problematizan el sentido del arte, la poesía, la expresión y el trabajo con el lenguaje, cuestiones que plantea a través de una reflexión que abarca desde el estudio de los clásicos griegos y latinos, hasta sus contemporáneos.

Trayectoria

A los 26 años ingresó en el servicio exterior de México y fue enviado a Londres, como canciller de primera. Pasó después a Copenhague, como segundo secretario de embajada y de allí a Roma, en carácter de primer secretario.

Dedicó el resto de su vida profesional a la diplomacia, en la que llegó a ser subsecretario de Relaciones Exteriores y más tarde secretario del ramo (1964), tras ocupar diversos cargos de importancia, como director general de Asuntos Políticos y del Servicio Diplomático.

También fue representante de nuestro país ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y estuvo al frente de la Comisión Nacional de Energía Nuclear.

Fue jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública. Fue parte del grupo de Los Contemporáneos y miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, a la cual ingresó el 14 de mayo de 1954 con el discurso Notas sobre poesía, cuya respuesta estuvo a cargo de Alfonso Reyes.

Falleció el 16 de marzo de 1973 en la Ciudad de México.

Fuentes INBA, Academia de la Lengua Mexicana.

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