Jules Gabriel Verne, conocido en los países hispanohablantes como Julio Verne nació en Nantes, Reino de Francia el 8 de febrero de 1828 y falleció en Amiens, Tercera República Francesa el 24 de marzo de 1905. Fue un escritor, poeta y dramaturgo francés célebre por sus novelas de aventuras y por su profunda influencia en el género literario de la ciencia ficción.
Su padre, Pierre Verne, era notario y descendiente de todo un linaje de abogados. Su madre, Sophie Allotte, pertenecía a una casta de militares. La casa de la familia se encontraba en un exclusivo barrio de la ciudad del Loira, donde la mayoría de las lujosas mansiones eran propiedad de armadores de barcos que, enriquecidos por el “oro negro” de la trata de esclavos, vivieron su época de esplendor en el siglo XVIII.
No en balde el puerto fue escala de los buques negreros que se dirigían a Estados Unidos. Todavía hoy puede verse la decoración favorita de esos tratantes: mascarones esculpidos en sus fachadas, cuyas caras representaban seres mitológicos, indios, negros e incluso a familiares de los comerciantes. El novelista saldó esta mancha cívica de su ciudad natal en Un capitán de quince años, donde condenó “el abominable tráfico de cargamento de ébano”.
Recibió una educación propia de la clase adinerada y, desde muy joven, se interesó por la escritura, la literatura, la ciencia y los viajes. Verne estudió para continuar los pasos de su padre como abogado, pero muy joven decidió abandonar ese camino para dedicarse a escribir.
Desde pequeño recolectaba de los periódicos todos los artículos científicos que encontraba, por la fascinación que le producían los nuevos inventos y hallazgos de su tiempo. Sin embargo, académicamente, Verne se formó en filosofía, retórica y derecho. Y fue en 1848, a sus veinte años, cuando comenzó a escribir sonetos y textos dramáticos. Por aquel momento, había conocido al escritor Alexander Dumas, quien fue una de sus más profundas influencias y, según algunos biógrafos, un gran amigo que lo ayudó a difundir sus escritos. Así también comenzaron los problemas con su padre, ya que este quería que Julio ejerciera como abogado y se olvidara de la literatura.
A partir de ahí, al no contar con el beneficio económico de su progenitor, el joven autor atravesó problemas para subsistir. Dictó clases y emprendió distintos oficios para mantenerse. No obstante, la perseverancia rindió sus frutos: en 1850, publicó sus primeras obras y trabajó en el teatro, una vez más, gracias a la ayuda de Dumas. Pero fue en 1859, cuando Julio Verne comenzó una nueva etapa en su carrera literaria, con la edición de su serie Viajes extraordinarios, entre los que se destacan Cinco semanas en globo y La vuelta al mundo en 80 días.
Ese año había viajado a Escocia, donde escribió su primera obra de ficción científica, París en el siglo XX. Esta novela fue una de las pocas que no vieron la luz hasta después de su muerte, ya que su editor, Pierre-Jules Hetzel, la había tachado de pesimista. Hetzel leía allí a una sociedad materialista obsesionada con el dinero. Sin embargo, los textos publicados obtuvieron una gran recepción por el público y crítica, y desde ese entonces, su popularidad no paró de crecer. Sobre todo, por su enorme capacidad de imaginación y anticipación científica y tecnológica, la cual lo llevó a destacarse entre los mejores escritores y visionarios del siglo XIX; y es que muchos de esos avances expresados en su obra llegaron, luego, durante el siglo XX.
Los adelantos de Verne
En distintas historias que Verne ha inmortalizado, se pueden observar algunos de los inventos que el escritor imaginó y que el siglo posterior fue capaz de materializar. Por ejemplo, entre ellos, internet. En la novela París en el siglo XX (1863), Verne hace referencia a una red internacional de comunicaciones; la describe como una suerte de telégrafo mundial para conectar con distintas regiones y compartir información. De alguna manera, se puede decir que estas son las bases de la famosa world wide web.
Otro es el submarino eléctrico que el científico español Isaac Peral creó en 1888. Se trata de una idea muy similar en relación con el submarino que Verne inventó en Veinte mil leguas de viaje submarino (1870). Lo mismo sucedió con la posibilidad de fotografiar debajo del mar: en esa misma novela, el capitán Nemo toma una fotografía del fondo marino que, fuera de la ficción, todavía faltaban más de veinte años para su invención.
Por supuesto, otra de sus ideas más famosas fue llegar a la Luna. En De la Tierra a la Luna (1865) y en Alrededor de la Luna (1870), los lectores pudieron soñar con esa posibilidad astronómica, cien años antes de que el Apolo 11 llegara realmente a aquel satélite celeste.
Últimos años
Según comentan algunos textos biográficos, en 1886, sin causa aparente, el sobrino del autor lo ataca de manera violenta y Verne, por causa de esas heridas, quedó con una cojera de la que nunca más se recuperó. Luego de ese incidente, de la muerte de su madre, y de su amigo y editor Hetzel, los últimos textos de Verne se tornaron más sombríos, en relación con sus apasionantes aventuras de sus inicios. Dos años después de aquel ataque, Verne se postuló para ser elegido concejal del ayuntamiento de la ciudad de Amiens. Ganó y ejerció el cargo durante quince años. A sus 77 años, murió en esa ciudad de Amiens, el 24 de marzo de 1905.
Hoy, a casi doscientos años de su natalicio, sus obras continúan despertando la imaginación de miles de lectores en todo el mundo. Julio Verne, en 2021, sigue siendo uno de los autores más traducidos y publicados de la literatura universal, convirtiéndolo en un verdadero clásico de las novelas de aventuras y con distintas adaptaciones al cine y la televisión.
Julio Verne es uno de los escritores más importantes de Francia y de toda Europa gracias a la evidente influencia de sus libros en la literatura vanguardista y el surrealismo:
Desde 1979 es el segundo autor más traducido en el mundo, después de Agatha Christie.
Es considerado, junto con H. G. Wells, el «padre de la ciencia ficción».
Fue condecorado con la Legión de Honor por sus aportes a la educación y a la ciencia.
Fuentes: Editorial Herder México, Secretaría de Cultura de Argentina, National Geographic.