El aniversario luctuoso del general Emiliano Zapata este miércoles 10 de abril representará históricamente, no sólo la conmemoración del centenario de su muerte, sino también la fecha en que algunos de sus descendientes optaron por comercializar al icono caudillista.
Evocar a Zapata es traer a la mente una poderosa imagen de rebeldía y convicción revolucionaria y su frase lapidaria “La tierra es de quien la trabaja”.
La imagen del mostacho, las cananas y el sombrero de ala ancha marca Tardan son un figuras en el imaginario mexicano que se aferra a los ideales revolucionarios y a los héroes que significan un referente de justicia e igualdad social.
La estirpe Zapata ha venido aclarando quienes tienen ese linaje auténtico para quietarles la máscara a personajes que han pretendido lucrar con el caudillo.
Han presentado los descendientes legítimos el árbol genealógico y han advertido en diferentes momentos que no se debe lucrar con la imagen de Emiliano Zapata.
Sin embargo la Fundación Zapata y los herederos de la Revolución A. C. registraron ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) la marca “Emiliano Zapata” para diversos productos y servicios.
Habría que ver si existe un paralelismo de la histórica frase de Zapata “La tierra es de quien la trabaja” y el nuevo slogan “la marca es de quien la trabaja”.
Familia de Emiliano Zapata registra nombre del caudillo como marca
De acuerdo con Reforma, la Fundación Zapata, y los Herederos de la Revolución A. C. presidida por Édgar Castro Zapata, bisnieto del revolucionario, en noviembre pasado suscribió un contrato de licencia de uso para comercializar los productos y servicios de cuatro clases.
Entre artículos como tequila y mezcal, y algunas otras bebidas alcohólicas; así como trajes y sombreros de charro; educación y entretenimiento.
El registro de la marca cuenta con una vigencia de 10 años y coincide con el centenario del asesinato de Zapata, el cual se conmemorará próximo 10 de abril.
(Con información del portal de noticias PoliticoMX)
Presentan familiares de Emiliano Zapata árbol genealógico
Anenecuilco, Ayala. Descendientes del General Emiliano Zapata presentaron esta tarde el árbol genealógico del líder revolucionario. En un salón del pueblo de Anenecuilco los herederos se dieron cita para, a la vez que mostraron el linaje, exigir que Jorge Zapata Domínguez se someta a una prueba de ADN para demostrar que pertenece a la estirpe del Caudillo del Sur.
Jorge Zapata Domínguez ha tenido un papel protagónico en los últimos años, al oponerse al Proyecto Integral Morelos que impulsa el gobierno de Graco Ramírez, en especial la construcción de un acueducto que llevara agua del rio Cuautla para el enfriamiento de las turbinas de la termoeléctrica de Huexca. El pasado 30 de agosto Zapata Domínguez encabezo un enfrentamiento entre el Mando Único Policiaco y vecinos del pueblo de San Pedro Apatlaco.
Luis Antonio Rosas Zapata, bisnieto, presento un acta de nacimiento a nombre de Eliacer Ocampo Gonzales, quien, según su versión se hace llamar Jorge Zapata Domínguez. Lo acusó de hacer negocios al amparo de ese apellido. También declaro que la familia está cansada de esta situación, y que, no por dejarse crecer el bigote pueden usar ese apelativo.
Irma Zapata Sandoval, nieta del Caudillo, explico el árbol genealógico, para dejar en claro que quienes usurpan el linaje se hagan una prueba de ADN para despejar las dudas.
Toda la familia Zapata se reunió para respaldar esta postura.
(Con información de El Sur Digital Medios)
Reliquias del Caudillo
Objetos personales del revolucionario mexicano Emiliano Zapata (1879-1919) como su cama, una pistola, un juego de naipes, un amuleto, pantalones y sombreros revelan el hombre mortal oculto tras sus ropajes de caudillo durante los siete años de lucha de la Revolución Mexicana.
El Museo Nacional de Historia (MNH) cuenta con un acervo del caudillo protagonista de la lucha armada de la Revolución Mexicana (1910-1917) en los que encabezó el Ejército Libertador del Sur en defensa de los ideales de tierra, justicia y libertad, la muestra titulada “Zapata en Morelos”.
Con este acervo se ofrece una nueva visión del personaje de Zapata, desde una perspectiva no tradicional, que revalora la proporción humana de ese héroe que alguna vez también fue niño, que jugaba al azar en las cartas y que murió como cualquier mortal, permite que lo sigamos admirando, y también que nos sintamos más parte de él y de su lucha.
Se tienen inventariados la pistola que le regaló el también jefe revolucionario Pancho Villa, una bandera zapatista, una alegoría de la entrada de Villa y Zapata a Palacio Nacional, uniformes de las fuerzas revolucionarias, sombreros de charro, juegos de hebillas de plata, así como el juego de baraja que el caudillo amarraba a su traje con un listón y un talismán de piedra de ágata.
También se muestran decenas de fotografías de Zapata -dos de ellas inéditas de cuando el revolucionario era niño y otra de rostro joven que se dice le envió a su novia-, la silla presidencial en la que Pancho Villa se sentó cuando entraron a Palacio Nacional y algunas espuelas y armas.
Están también los pantalones, los calzones y el sombrero de Zapata, así como la silla de montar sobre la cual fue asesinado el 10 de abril de 1919 en la hacienda de Chinameca, en una emboscada dirigida por el coronel Jesús Guajardo, quien atrajo a Zapata con el ofrecimiento de sumarse a sus fuerzas.
Cada objeto construye la biografía de Zapata, pero sobre todo, lo sujeta como todo hombre, a una historia, como mito lo desdobla en una leyenda postmortem que quería negar a todas luces su muerte y, como símbolo retrata un rostro de lucha en contra de la pobreza y la marginación”.
(Con información de El Mundo. es)
15 curiosidades sobre Emiliano Zapata y la Revolución
Con motivo de su cumpleaños, aquí te presentamos 15 datos curiosos del caudillo y la Revolución en la que participó.
El 8 de agosto de 1879, nació en San Miguel Anenecuilco, estado de Morelos, México, Emiliano Zapata, uno de los líderes militares más importantes durante la Revolución mexicana y un símbolo de la resistencia campesina en México.
Con motivo de su aniversario luctuoso, te presentamos 15 datos curiosos del caudillo y la Revolución en la que participó.
1.- A los 17 años, Zapata tuvo su primer enfrentamiento con las autoridades, por lo que tuvo que dejar su estado natal de Morelos y vivió algunos meses en el rancho de unos amigos de su familia.
2.- Su gran pasión eran los caballos, por lo que se dedicaba al comercio de estos animales en las épocas en que el trabajo en el campo disminuía. A los 30 años era el mejor domador de caballos de la comarca y muchas haciendas se lo disputaban.
3.- Según los habitantes de Cuautla, a Zapata le faltaba el dedo meñique de la mano derecha supuestamente porque lo perdió en una corrida de toros.
4.- La silla donde fueron retratados Emiliano Zapata y Francisco Villa, no era la silla presidencial sino un sillón del viejo régimen dictatorial de México.
5.- Se cree que utilizaba un doble para algunos eventos públicos debido al constante asedio del Gobierno. Sin embargo, las personas lo reconocían porque era más alto que su doble.
6.- Siempre andaba de traje charro, armado y acompañado de su caballo.
7.- Antes del estallido de la Revolución en 1910, trabajó en una de las haciendas de Ignacio de la Torre, el yerno del dictador Porfirio Díaz.
8.- Tras ser asesinado, la gente buscaba el lunar que tenía en la parte superior de su ojo para comprobar que realmente era su cadáver.
9.- A 25 km de Cuautla, en Morelos, se localiza la Hacienda de Chinameca, escenario de la traición y asesinato de Emiliano Zapata por los hombres del coronel Jesús Guajardo. Los muros de la entrada de este histórico edificio muestran las huellas de los impactos de bala de tal acción.
10.- En Anenecuilco, Morelos, existe un pequeño museo donde se exhiben los muros originales de lo que fuera la casa natal de Emiliano Zapata (protegidos mediante una construcción levantada para dicho efecto).
11.- En 1996 se organizó una pequeña cabalgata de 27 km rumbo a Parral, Chihuahua, para conmemorar la muerte de Francisco Villa. Fueron tantos los jinetes participantes que, al año siguiente, se hizo de mayor distancia y duró varios días.
12.- El cerro de la Bufa, a las afueras de la ciudad de Zacatecas, fue una posición clave durante la famosa “Batalla de Zacatecas”, por la que, el 23 de junio de 1914, la ciudad cayó en manos de la División del Norte y con ello, se selló el destino del gobierno de Victoriano Huerta.
13.- En la calle 6 Oriente del Centro Histórico de la ciudad de Puebla se encuentra la casa donde habitaron los hermanos Serdán, hoy convertida en Museo Regional de la Revolución. En esta casona construida a principios del siglo XX vivieron Aquiles, Máximo y Carmen Serdán quienes se oponían al régimen dictatorial de Porfirio Díaz.
14.- En 1852 se inauguró, en la ciudad de Querétaro, el Teatro de la República, con el nombre de Teatro Iturbide. Este edificio ha sido sede de importantes sucesos históricos, como el consejo de guerra que se formó para juzgar a Maximiliano y a los generales mexicanos Miramón y Mejía.
15.- En 1876 nació, como un café más en la calle de 5 de Mayo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el negocio que, hacia los años treinta del siglo XX, después de agregarse una barra, se convertiría en la famosa cantina La Ópera. En el techo de este lugar aún se pueden advertir los impactos de bala que, de acuerdo con la tradición, disparó Pancho Villa durante su visita a este negocio en 1914.
(Con información del portal de noticias Redacción Tabasco HOY”)
¿Por qué le llamaron El Atila del sur a Emiliano Zapata?, ¿es cierto que el general era intolerante?, ¿qué papel jugó Pablo González en la llamada ‘traición’ para asesinarlo?
Éstas y otras preguntas fueron analizadas en el ciclo de conferencias Zapata a 100 años de su muerte, una visión del caudillo, organizada por la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística (Snhge), teniendo como sede el Colegio Civil Centro Cultural Universitario.
Como parte del ciclo se ofreció la charla Zapata: el Mito, la cual impartió el director del Archivo General del Estado, Héctor Jaime Treviño Villarreal.
Ahí se debatieron 10 mitos que giran en torno a Emiliano Zapata, de quien se conmemora el centenario de su muerte el próximo 10 de abril y por la cual habrá diversos eventos en la ciudad.
“Con la muerte de Zapata es cuando empieza el zapatismo, no en vida. ¿Quién promocionó la figura de Zapata en este país? fue Álvaro Obregón y por él se metió a Zapata en los libros de texto como al gran héroe de la Revolución”, comentó el historiador en su charla.
Algunos de los puntos que se “desmitificaron” en la charla tenían relación con las causas que originaron el alzamiento zapatista, sobre el carácter del líder del Ejército Libertador del Sur y sobre las causas de su asesinato.
Treviño Villarreal destacó que el personaje era “tolerante” y dispuesto al diálogo, a diferencia del general de la División del Norte, Francisco Villa, al grado de aceptar entre sus tropas a generales homosexuales y lesbianas.
El ciclo Zapata a 100 años de su muerte, una visión del caudillo continuará el próximo miércoles 10 de abril.
(Con información de Milenio/GUSTAVO MENDOZA LEMUS)
Revelarán documentos inéditos sobre Emiliano Zapata
Decenas de cronistas provenientes de todo el país, se congregarán en Morelos para intercambiar experiencias y conocimientos en torno a la memoria histórica del general Emiliano Zapata, con motivo de su centenario luctuoso.
Será en el Encuentro Nacional Extraordinario de la Crónica, que se desarrollará del 5 al 8 de abril en dicha entidad, donde la comunidad presentará información y documentos inéditos que varios cronistas conservan en sus acervos, adelantó el coordinador el encuentro, Tláloc Rafael García Lazos.
“La crónica es parte esencial de nuestra historia y si conocemos nuestra historia, repetiremos los aciertos y los desaciertos con más razón los evitaremos”, explicó, luego de destacar la importancia del encuentro al dar continuidad al quehacer de la crónica.
El encuentro se llevará a cabo en los municipios de Cuautla, Ayala, Tlaltizapán, Atlatlahucan y Yecapixtla, en este último también se efectuará el 6 de abril, el Segundo Encuentro Nacional de la Crónica Infantil y Juvenil para impulsar la formación de cronistas en México.
García Lazos, quien destacó que algunos cronistas son historiadores y en muchos casos rescatan la memoria de la tradición oral de los pueblos, añadió que tras la reunión nacional, tendrá lugar el 11 y 12 de abril, el Encuentro de Cronistas de Morelos, donde se espera la participación de más de 50 cronistas locales.
El Encuentro Nacional Extraordinario de la Crónica es organizado por la Secretaría de Cultura y Turismo de Morelos y la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas A.C., informó un comunicado.
(Con información de El Universal)
Fundamental, participación de productores en 4T: Víctor Villalobos
El Gobierno de México ha convocado a emprender la transformación del país, lo que demanda la participación activa de los campesinos y de todos los productores y actores vinculados con el desarrollo agrícola, subrayó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
La cuarta transformación, a la que ha convocado el presidente, hace eco de las justas demandas campesinas y busca precisamente rescatar al campo, condenado por tres décadas de políticas públicas excluyentes, afirmó. Con la representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario dio el banderazo de salida a la XXII Cabalgata Zapatista del poblado de Huichila, municipio de Tepalcingo, a Chinameca, ayuntamiento de Ayala.
En su participación en el encuentro que congregó a cientos de jinetes de Morelos, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) expuso que trabajando juntos para rescatar al campo, gobierno y campesinos, es posible honrar la memoria del Caudillo del Sur. Acompañado por los diputados federales Juana Guerra Mena y Ambrosio Gachuz, comentó que la figura de Emiliano Zapata simboliza, mejor que cualquier otra, lo que nuestro presidente ha expresado:
“En el campo existe una forma de vida sana, llena de valores morales y espirituales, salvar al campo significa fortalecer una identidad de la más alta calidad humana”.
Ese espíritu indomable es al que ha convocado este gobierno para emprender una revolución de la conciencia social, que hoy anima al país, subrayó Villalobos Arámbula. Precisó que la figura de Zapata es vigente porque persiste la situación de pobreza y marginación, que en su momento combatió, realidad que viven millones de campesinos.
Por ello, subrayó, declarar 2019 como “Año del Caudillo del Sur” debe estar acompañado por actos de conmemoración y homenaje, pero, sobre todo, de una profunda transformación de las condiciones de abandono y desamparo en nuestros territorios rurales.
“El verdadero homenaje se dará cuando saldemos esa enorme deuda social que, a casi 100 años de la trágica muerte de Zapata, aún tiene nuestra sociedad con los campesinos de México. La cabalgata salió de la comunidad de Huichila, donde hace prácticamente 100 años partió Emiliano Zapata a la hacienda de Chinameca.
Como parte de sus actividades de trabajo por Morelos, previo a la cabalgata, el titular de la Sader realizó un recorrido de trabajo por el municipio de Tepalcingo, donde visitó un invernadero de hortalizas, predios de cultivos de maíz de temporal y el área donde quedó inconclusa la construcción de una represa, a fin de analizar su viabilidad.
07 de abril de 2019
(Con información del portal de noticias Quadratin CDMX)
https://mexico.quadratin.com.mx/fundamental-participacion-de-productores-en-4t-victor-villalobos/
Campo agrícola, condenado a políticas excluyentes por tres décadas
La Cuarta Transformación hace eco de las justas demandas campesinas y pretende rescatar al campo, condenado por tres décadas de políticas públicas excluyentes, afirmó el secretario de Agricultura…
La Cuarta Transformación hace eco de las justas demandas campesinas y pretende rescatar al campo, condenado por tres décadas de políticas públicas excluyentes, afirmó el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula. En representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, el funcionario dio el banderazo de salida a la XXII Cabalgata Zapatista del poblado de Huitchila, municipio de Tepalcingo, a Chinameca, ayuntamiento de Ayala, Morelos.
Ahí, ante jinetes de Morelos, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) expuso que sólo con el trabajo conjunto es posible honrar la memoria del Caudillo del Sur. Comentó que la figura de Emiliano Zapata simboliza, mejor que cualquier otra, lo que nuestro presidente ha expresado:
“En el campo existe una forma de vida sana, llena de valores morales y espirituales, salvar al campo significa fortalecer una identidad de la más alta calidad humana”.
Ese espíritu indomable es al que ha convocado este gobierno para emprender una revolución de la conciencia social, que hoy anima al país, subrayó Villalobos Arámbula. Precisó que la figura de Zapata es vigente porque persiste la situación de pobreza y marginación, que en su momento combatió, realidad que viven millones de campesinos.
Por ello, el funcionario subrayó que declarar 2019 como “Año del Caudillo del Sur” debe estar acompañado por actos de conmemoración y homenaje, pero sobre todo de una profunda transformación de las condiciones de abandono y desamparo en nuestros territorios rurales.
“El verdadero homenaje se dará cuando saldemos esa enorme deuda social que, a casi 100 años de la trágica muerte de Zapata, aún tiene nuestra sociedad con los campesinos de México”, sentenció.
(Con información del portal de noticias 20 Minutos)
XXII Cabalgata Zapatista
Recorrido: de Huitchila Mor, a San Juan Chinameca Mor, pasando por Palo Blanco, Agua de Patos, Zacapalco, Peña de la Virgen, hasta llegar a San Juan Chinameca, Morelos.
22 años haciendo historia y tradición en memoria del Gral. Emiliano Zapata y miles de hombres y mujeres que lucharon por darnos tierra, libertad, justicia y ley.
A 100 años de su asesinato en Morelos, todo México y muchas partes del mundo, se siente y persiste la presencia del zapatismo.
“Súmate, difúndelo con tus amistades y participa. Todos somos Bienvenidos”
VIVA EMILIANO ZAPATA Y VIVA LA GENTE DE A CABALLO.
Biografía de Emiliano Zapata
Miembro de una humilde familia campesina, era el noveno de los diez hijos que tuvieron Gabriel Zapata y Cleofás Salazar, de los que sólo sobrevivieron cuatro. En cuanto a la fecha de su nacimiento, no existe acuerdo total; la más aceptada es la del 8 de agosto de 1879, pero sus biógrafos señalan otras varias: alrededor de 1877, 1873, alrededor de 1879 y 1883. Emiliano Zapata trabajó desde niño como peón y aparcero y recibió una pobre instrucción escolar. Quedó huérfano hacia los trece años, y tanto él como su hermano mayor Eufemio heredaron un poco de tierra y unas cuantas cabezas de ganado, legado con el que debían mantenerse y mantener a sus dos hermanas, María de Jesús y María de la Luz.
Su hermano Eufemio vendió su parte de la herencia y fue revendedor, buhonero, comerciante y varias cosas más. En cambio, Emiliano permaneció en su localidad natal, Anenecuilco, donde, además de trabajar sus tierras, era aparcero de una pequeña parte del terreno de una hacienda vecina. En las épocas en que el trabajo en el campo disminuía, se dedicaba a conducir recuas de mulas y comerciaba con los animales que eran su gran pasión: los caballos. Cuando tenía alrededor de diecisiete años tuvo su primer enfrentamiento con las autoridades, lo que le obligó a abandonar el estado de Morelos y a vivir durante algunos meses escondido en el rancho de unos amigos de su familia.
Una de las causas de Revolución mexicana fue la nefasta política agraria desarrollada por el régimen de Pofirio Díaz, cuya dilatada dictadura da nombre a todo un periodo de la historia contemporánea de México: el Porfiriato (1876-1911). Al amparo de las inicuas leyes promulgadas por el dictador, terratenientes y grandes compañías se hicieron con las tierras comunales y las pequeñas propiedades, dejando a los campesinos humildes desposeídos o desplazados a áreas casi estériles. Se estima que en 1910, año del estallido la Revolución, más del noventa por ciento de los campesinos carecían de tierras, y que alrededor de un millar de latifundistas daba empleo a tres millones de braceros.
Tal política condenaba a la miseria a la población rural y, aunque era un mal endémico en todo el país, revistió particular gravedad en zonas como el estado de Morelos, donde los grandes propietarios extendían sus plantaciones de caña de azúcar a costa de los indígenas y los campesinos pobres. En 1909, una nueva ley de bienes raíces amenazaba con empeorar la situación. En septiembre del mismo año, los alrededor de cuatrocientos habitantes de la aldea de Zapata, Anenecuilco, fueron convocados a una reunión clandestina para hacer frente al problema; se decidió renovar el concejo municipal, y se eligió como presidente del nuevo concejo a Emiliano Zapata.
Tenía entonces treinta años y un considerable carisma entre sus vecinos por su moderación y confianza en sí mismo; pasaba por ser el mejor domador de caballos de la comarca, y muchas haciendas se lo disputaban. Como presidente del concejo, Zapata empezó a tratar con letrados capitalinos para hacer valer los derechos de propiedad de sus paisanos; tal actividad no pasó desapercibida, y posiblemente a causa de ello el ejército lo llamó a filas. Tras un mes y medio en Cuernavaca, obtuvo una licencia para trabajar como caballerizo en Ciudad de México, empleo en el que permaneció poco tiempo.
Emiliano Zapata (1911)
De regreso a Morelos, Emiliano Zapata retomó la defensa de las tierras comunales. En Anenecuilco se había iniciado un litigio con la hacienda del Hospital, y los campesinos no podían sembrar en las tierras disputadas hasta que los tribunales resolvieran. Emiliano Zapata tomó su primera decisión drástica: al frente de un pequeño grupo armado, ocupó las tierras del Hospital y las distribuyó entre los campesinos. La atrevida acción tuvo resonancia en los pueblos cercanos, pues en todas partes se daban situaciones similares; Zapata fue designado jefe de la Junta de Villa de Ayala, localidad que era la cabeza del distrito al que pertenecía su pueblo natal.
La Revolución mexicana
La política agraria y las abismales desigualdades sociales que trajo consigo el Porfiriato figuran entre las causas profundas de la Revolución mexicana, pero su detonante inmediato fue la decisión de Porfirio Díaz de presentarse a las elecciones de 1910. Tales “elecciones” eran en realidad una farsa pseudodemocrática para prolongar otros seis años su mandato; el viejo dictador, tras reprimir y eliminar la libertad de prensa y cualquier atisbo de disidencia política, mantenía el formalismo de hacerse reelegir periódicamente.
Francisco I. Madero, fundador del Partido Antirreeleccionista (formación política que aspiraba precisamente a interrumpir esa perpetuación), había presentado su candidatura a la elecciones de 1910, pero fue perseguido y obligado a exiliarse. Comprendiendo la inutilidad de la vía democrática, Francisco Madero lanzó desde el exilio el Plan de San Luis, proclama política en la que llamaba al pueblo mexicano a alzarse en armas contra el dictador el 20 de noviembre de 1910, fecha de inicio de la Revolución mexicana. La clave del éxito de su llamamiento en las zonas rurales radicaba en el punto tercero del Plan, que contemplaba la restitución a los campesinos de las tierras de que habían sido despojados durante el Porfiriato.
En Morelos, muchos se sumaron de inmediato a la insurrección; no fue el caso, sin embargo, de Zapata. No confiaba plenamente en las promesas del Plan de San Luis, y quería previamente ver reconocidos y legitimados con nombramientos los repartos de tierras que había efectuado al frente de la Junta de Villa de Ayala. Para la dirección del levantamiento en Morelos, Francisco Madero escogió a Pablo Torres Burgos; tras ser nombrado coronel por Pablo Torres, Zapata se adhirió al Plan de San Luis y en marzo de 1911, a la muerte de Torres, fue designado «jefe supremo del movimiento revolucionario del Sur».
Con ese rango tomó en mayo la ciudad de Cuautla, punto de partida para extender su poder sobre el estado, y procedió a distribuir las tierras en la zona que controlaba. En el resto del país, mientras tanto, se extendía y triunfaba rápidamente la Revolución: el ejército del dictador fue derrotado en apenas seis meses. En mayo de 1911, Porfirio Díaz partió al exilio después de traspasar el poder a Francisco León de la Barra, que asumió interinamente la presidencia (mayo-noviembre de 1911) hasta la celebración de las elecciones.
El Plan de Ayala
Tras la caída de la dictadura de Porfirio Díaz, y ya durante la presidencia interina de León de la Barra, surgieron prontamente las discrepancias entre Zapata, quien reclamaba el inmediato reparto de las tierras de las haciendas entre los campesinos, y Francisco Madero, que por su parte exigía el desarme de las guerrillas. Finalmente, Zapata aceptó el licenciamiento y desarme de sus tropas, con la esperanza de que la elección de Madero como presidente abriera las puertas a la reforma.
Pero, pese al triunfo revolucionario, buena parte de la maquinaria del régimen seguía en manos de antiguos porfiristas (comenzando por León de la Barra), que ocupaban altos cargos en la administración y en el teóricamente vencido ejército. Cuando, en julio de 1911, gran parte de los zapatistas habían entregado las armas, empezó el acoso del ejército sobre los campesinos y luego sobre el propio Zapata, que escapó por poco a su detención; a lo largo de aquel verano, las tropas gubernamentales echaron por tierra la obra de Zapata, pero su acción unió en su contra a los campesinos que, tomando de nuevo las armas, recuperaron posiciones y resultaron a la postre fortalecidos.
Emiliano Zapata (Cuernavaca, 1911)
En noviembre de 1911, Francisco I. Madero resultó elegido y accedió a la presidencia (1911-1913). Zapata esperaba que el nuevo gobierno asumiría sus compromisos en materia agraria; pero Madero, sometido a la presión del ejército y de los sectores reaccionarios, hubo de exigir de nuevo la entrega de las armas. Ante el fracaso de nuevas conversaciones, Zapata elaboró en noviembre del mismo año el Plan de Ayala, en el que declaraba a Madero incapaz de cumplir los objetivos de la revolución (particularmente, la reforma agraria) y anunciaba la expropiación de un tercio de las tierras de los terratenientes a cambio de una compensación, si se aceptaba, y por la fuerza en caso contrario. Los que se adhirieron al plan, que eligieron como jefe de la revolución a Pascual Orozco, enarbolaron la bandera de la reforma agraria como prioridad y solicitaron la renuncia del presidente.
El resultado de ello fueron nuevos y continuos enfrentamientos armados; las fuerzas gubernamentales obligaron a Zapata a retirarse a Guerrero; el gobierno controlaba las ciudades, y la guerrilla se fortalecía en las áreas rurales. Pero ni la brutalidad inicial ni los gestos reformistas encaminados a restarle apoyo lograrían debilitar el movimiento zapatista.
Contra Huerta y Carranza
Atrapado entre los revolucionarios agraristas y los porfiristas reaccionarios, e incapaz de satisfacer a nadie, el presidente legítimo difícilmente podía sostenerse durante mucho tiempo. Madero cayó víctima de la traición de un antiguo militar porfirista, Victoriano Huerta, general de su confianza prestigiado por su victoria sobre Pascual Orozco. En febrero de 1913, con el apoyo de Estados Unidos, Huerta derrocó a Madero (al que mandó ejecutar) e instauró una férrea dictadura contrarrevolucionaria (1913-1914). Con Huerta en el poder, los ataques del ejército gubernamental sobre los zapatistas se recrudecieron, pero sin éxito. Nombrado jefe de la revolución en detrimento de Orozco, que había sido declarado traidor, Emiliano Zapata frenó la ofensiva huertista y fortaleció su posición en el estado de Morelos.
Mientras tanto, en el resto del país, la traición del usurpador Huerta suscitó el unánime rechazo de los revolucionarios. El gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, se erigió en el líder de los constitucionalistas, cuyo primer objetivo era expulsar a Huerta y restablecer la legalidad constitucional; Carranza obtuvo el apoyo de Pancho Villa, que lideraba a los revolucionarios agraristas del norte. Entre ambos lograron derrotar a Victoriano Huerta en julio de 1914.
El apoyo de Zapata había sido más tácito que efectivo, pues exigía a Carranza la aceptación del Plan de Ayala, que no llegó a producirse. Por otra parte, las campañas contra Huerta habían provocado numerosas fricciones entre figuras de tan distinto ideario y condición como Venustiano Carranza, un político procedente de la abogacía, y Pancho Villa, un popular bandolero convertido en revolucionario. Vencido Huerta, el país quedaba en manos de tres dirigentes escasamente afines.
Pancho Villa y Emiliano Zapata en el Palacio Presidencial (1914)
Venustiano Carranza aspiraba a asumir la presidencia y continuar la labor reformista de Madero. Consciente de las dificultades, convocó una convención en busca de acuerdos, pero sólo logró unir, momentáneamente, a los agraristas: en la Convención de Aguascalientes (octubre de 1914) se concretó la alianza de Zapata y Pancho Villa, representantes del revolucionarismo agrario, contra Carranza, de tendencia moderada. Carranza no tuvo más remedio que abandonar la recientemente ocupada Ciudad de México y retirarse a Veracruz, donde estableció su propio gobierno.
Poco después, en noviembre de 1914, Zapata y Villa entraron en la capital, pero su incapacidad política para dominar el aparato del Estado y las diferencias que surgieron entre los dos caudillos, a pesar de que Villa había aceptado el plan de Ayala, alentaron la reacción de Carranza. La ambición de Villa produjo la ruptura casi inmediata de su coalición con Zapata, el cual se retiró a Morelos y concentró su acción en la reconstrucción de su estado, que vivió dieciocho meses de auténtica paz y revolución agraria mientras luchaban villistas y carrancistas.
El aporte de algunos intelectuales, como Antonio Díaz Soto y Gama y Rafael Pérez Taylor, dio solidez ideológica al movimiento agrarista, y ello permitió a los zapatistas organizar administrativamente el espacio que controlaban. En este sentido, el gobierno de Zapata creó comisiones agrarias, estableció la primera entidad de crédito agrario en México e intentó convertir la industria del azúcar de Morelos en una cooperativa. William Gates, enviado de Estados Unidos, destacó el orden de la zona controlada por Zapata frente al caos de la zona ocupada por los carrancistas.
Últimos años
Sin embargo, la guerra proseguía; en 1915, la derrota de Villa permitió que Carranza centrara sus ataques contra Zapata, que por su dedicación exclusiva a Morelos carecía de proyección nacional. En febrero de 1916, Zapata autorizó conversaciones entre representantes suyos y el general Pablo González, a quien Carranza había encomendado la recuperación de Morelos. Estas conversaciones terminaron en fracaso y, al frente de sus tropas, González se adentró en Morelos. En junio de 1916 tomó el cuartel general de Zapata, el cual reanudó la guerra de guerrillas y logró recuperar el control de su estado en enero de 1917.
Emiliano Zapata
Tras esta nueva victoria, Zapata, que preveía erróneamente la inmediata caída de Carranza, llevó a la práctica un conjunto de avanzadas medidas políticas, agrarias y sociales, tanto para incrementar su base en Morelos como para buscar apoyos en el resto de México. En diciembre de 1917, Carranza ordenó a Pablo González una nueva ofensiva, que tomó ahora otro talante, buscando la negociación y la aceptación de las nuevas leyes del gobierno, pero los avances fueron exiguos.
Ante la imposibilidad de acabar con el movimiento y la amenaza que Zapata suponía para el gobierno federal (en la medida en que radicales de otros estados podían seguir su ejemplo), Carranza y González urdieron un plan para asesinar a Zapata. Haciéndole creer que iba a pasarse a su bando y que les entregaría municiones y suministros, el coronel Jesús Guajardo, que dirigía las operaciones gubernamentales contra él, logró atraer a Zapata a un encuentro secreto en la hacienda de Chinameca, en Morelos. Cuando Zapata, acompañado de diez hombres, entró en la hacienda, los soldados que fingían presentarles armas lo acribillaron a quemarropa.
Pablo González trasladó el cuerpo a Cuautla y ordenó fotografiar y filmar el cadáver para evitar que se dudase de su muerte. Pero, igualmente, muchos de sus paisanos y correligionarios no creyeron que hubiera muerto. Unos decían que era demasiado listo para caer en la trampa y que había enviado a un doble; otros encontraban a faltar una característica en el cadáver exhibido.
Genovevo de la O sucedió al fallecido líder al frente del movimiento, pero la guerrilla perdió de inmediato su fuerza e independencia política al apoyar a Álvaro Obregón, que derrocó a Carranza y asumió la presidencia (1920-1924). Aunque varios de los principios del movimiento zapatista fueron formalmente recogidos en las primeras legislaciones revolucionarias mexicanas (empezando por la Constitución de 1917), ni Venustiano Carranza ni sus sucesores, que ejercerían la presidencia a la sombra del influyente Plutarco Elías Calles, los llevarían a sus últimas consecuencias; hubo que esperar a la llegada de un estadista de la talla de Lázaro Cárdenas (1934-1940) para asistir a decididas políticas de redistribución de la propiedad agrícola.
(Con información del portal Biografías y Vidas. Enciclopedia Biográfica en Línea)