La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay, entregó a finales del mes de febrero, a México el Certificado de Registro Binacional (México/España) que reconoce la cerámica de Talavera como patrimonio mundial.
En una ceremonia oficial que se llevó a cabo en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el documento – titulado “Proceso de Fabricación de la Cerámica de Talavera como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” – fue recibido por la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto y por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
La Unesco declaró en diciembre de 2019, Patrimonio Cultural de la Humanidad al proceso de la Talavera, la fabricación artesanal de cerámica de estilo talaverano que incluye a la producida en Puebla y Tlaxcala (México) y la de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo en España
Trabajo artesanal milenario
Tanto en las ciudades mexicanas como en las localidades españolas citadas, los artesanos fabrican con métodos tradicionales objetos de cerámica de estilo talaverano para usos domésticos, decorativos y arquitectónicos.
Aunque las técnicas de la alfarería han evolucionado tanto en México como en España, en particular con la utilización de tornos eléctricos, los procedimientos de fabricación, decoración y esmaltado de este tipo de cerámica siguen siendo artesanales e idénticos a los practicados en el siglo XVI.
En diciembre de 2019, había sido nombrada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
A mediados de diciembre de 2019, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), nombró a la talavera elaborada en México y España como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Lo anterior, al considerarse los conocimientos transmitidos de generación en generación que los identifica como parte de su patrimonio e identidad, pues la elaboración de talavera constituye una práctica cultural con la que en México se identifican Puebla y Tlaxcala; y en España, Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo en Castilla-La Mancha.
Asimismo, la Unesco destacó que los conocimientos teóricos y prácticos relacionados con la talavera, elemento del patrimonio cultural vivo, abarcan la preparación de la arcilla, su modelación con un torno o un molde, la ornamentación de la pieza modelada, la preparación de los pigmentos y el esmalte y la cocción en el horno.
En su mayoría, las personas depositarias de los conocimientos relativos a esta fabricación artesanal, entre ellos, quienes trabajan en la extracción de la materia prima, en el procesamiento de los materiales, la decoración y las técnicas de cocción, son maestros alfareros y ceramistas que adquirieron sus competencias con el paso del tiempo y las transmiten de forma oral las nuevas generaciones, ya sea en sus talleres o en el seno de sus familias.
¿Dónde nació la talavera?
La elaboración de productos de talavera es actualmente una de las actividades más complejas que el hombre realiza, específicamente en la zona centro de Puebla y sur de Tlaxcala, pero aún es un dilema definir dónde fue creada primero, si Puebla o Tlaxcala.
Existe una investigación arqueológica por parte de Maricarmen Serra Puche, quien realizó una exploración durante 20 años en la zona de Cacaxtla-Xochitécatl.
Excavaciones y estudios dieron como resultado la localización de un taller de cerámica con utensilios elaborados en el año 600 después de Cristo, esto indica que en realidad hay más antigüedad en la cerámica y talavera en Tlaxcala que en Puebla y esto puede ser un aporte para solicitar un certificado de origen.
El 17 de marzo de 1995, en el Diario Oficial de la Federación, fue publicada la resolución mediante la cual se otorgó protección a la Denominación de Origen “Talavera de Puebla”, pero el 11 de septiembre de 1997 se publicó la Modificación a la Declaración General de Protección, para quedar simplemente como “Talavera”.
El representante de la unión de artesanos de talavera en San Pablo del Monte, Ismael Aurelio Alcantarilla, asegura que este producto tiene como origen el estado de Tlaxcala en la época de la llegada de los españoles, durante la colonización.
Recordó que en 1560 en Tlaxcala el soldado Alonso de Ojeda halló en su aposento unas vasijas grandes de barro, más de 80 platos y escudillas y losa bien labrada como si se hiciera en talavera.
Añadió que en esa época Nicolás Martín de Alba, un notable artífice y Nicolás de la cueva, nacidos en Tlaxcala, se trasladaron a Puebla para enseñar esta labor: “ellos son tlaxcaltecas, pero reconocidos como poblanos”.
¿Cómo se elabora la talavera?
La talavera es un trabajo de cerámica vidriada con óxido de zinc. Está conformada por platos, jarrones, floreros y azulejos que se caracterizan por su color blanco y azul.
Para elaborar una pieza de talavera se necesitan de 6 pasos:
1.- Preparar el barro: Se hace una combinación de arcilla negra y blanca.
2.- Moldeado: En este proceso los alfareros dan forma a las piezas y cuidan del proceso de secado para que sea parejo y se logre la misma firmeza en todas las piezas.
3.- Horneado: Después de secar las piezas, se hornean a una temperatura de mil a dos mil grados centígrados por 10 horas. A este primer horneado se le llama “Jahuete”.
4.- Esmaltado: Las piezas se dejan secar de 24 a 48 horas; cuando comienzan a tomar un color blanco se firma a mano con pincel pelo de mula.
5.- Estarcido: Es una técnica que consiste en estampar con carbón esténcil de decorado que está hecho a mano en papel albanene.
6.- Decoración: Tiene dos vertientes principales, el plumeado en el cual se utiliza únicamente el color azul cobalto y no existe un patrón a seguir y el decorado en color que utiliza patrones preestablecidos.
Gracias al proceso de elaboración el color de una pieza está garantizado por 450 años.
Fuentes: Forbes, Milenio, Rayas!, El Universal