Las sombras en San Miguel el Grande, previo al grito de Dolores

En un pueblo rico, exitoso, como San Miguel el Grande, todo parecía transcurrir entre misas, comercio, campo, pero en las sombras de la noche y entre un grupo de personas, seguía la conspiración que días más tarde cambiarían el rumbo de la Nueva España.

Carta de Allende a Hidalgo:

En una carta de Ignacio Allende a Miguel Hidalgo, escrita desde San Miguel el Grande, el 31 de agosto de 1810, le dice:

“Se resolvió obrar encubriendo cuidadosamente nuestras miras, pues si el movimiento era francamente revolucionario no sería secundado por la masa general del pueblo”.

Y así, entre correos secretos, entre carta y carta, hay un escrito anónimo que da mucha luz sobre la anticipación de Allende en la Independencia:

“Prometí estar a la mira de lo que ocurriere y dar aviso si fuere necesario. Los capitanes de este Regimiento de Dragones de la reina, don Ignacio Allende y don Juan de Aldama, se les ha observado salir fuera de la Villa, ya al pueblo de Dolores y también a Querétaro, y de estas resultas algunas personas hablan de ellos, en particular del primero. Este hallándose acantonado en San Juan de los Llanos cuando vino la noticia de la prisión de Fernando VII puso en el cuarto de su prevención un letrero que decía: “Independencia cobardes criollos”. Esto lo declara del mismo regimiento don Alejandro Santelices” (Parte de la carta)

Allende, el principal impulsor del inicio de la Independencia

Esta carta, sin duda verídica, cita a personas que hubieran podido desmentirla en caso de falsedad, y viene a comprobar que fue Allende el primero, único y verdadero promotor de la revolución de Independencia, toda vez que ya el 9 de septiembre, es decir seis días antes del grito de Dolores, se sospechaba de él y de Aldama, más no de Hidalgo.

Esta idea es expresada en el tiempo y aún en la actualidad por seguidores de Allende, a quien le dan todo el crédito del movimiento. Evidentemente, han sido en el tiempo los propios sanmiguelenses quienes le hacen el honor.

10 de Septiembre de 1810, el capitán Luis Arias, denuncia a los conspiradores

El capitán Luis Arias, implicado en la conspiración de Querétaro, denuncia a los conspiradores de Querétaro, San Miguel el Grande y Dolores, que fueron iniciados por Miguel Hidalgo e Ignacio Allende. De momento no se le hacen caso por las reiteradas denuncias que sobre el particular se dan, y que resultaban normales y sin importancia.

Mariano Galván denuncia la conspiración a don Joaquín Quintana

Don Mariano Galván, secretario de la Junta Conspiradora de Querétaro, hizo denuncia de la conspiración a don Joaquín Quintana, Administrador de Correos de esa plaza con el cual trabajaba, diciéndole que Allende y Aldama asistían a las juntas y eran sus jefes, y en las mismas se trataba de los medios con que iba a ser la revolución, que era en principio la seducción del pueblo y la aprehensión de todos los europeos, quitando la vida a los que opusieran resistencia.

El 13 de septiembre de 1810, informan al intendente Riaño sobre el movimiento de Independencia

Juan Garrido hace una denuncia de la conjura de Querétaro. En Guanajuato, Francisco Bustamante denuncia ante el intendente Juan Antonio Riaño, la conjura que implica a Miguel Hidalgo, a Ignacio Allende y a Juan Aldama. Riaño comentó proféticamente:

“… ¡Malo!, si Hidalgo está en esto. Nueva España es independiente”.

El 14 de septiembre, Josefa Ortiz avisa a Allende que la conjura ha sido descubierta

Doña Josefa Ortiz de Domínguez, le informa a su emisario, Ignacio Pérez, que la conjura ha sido descubierta y le pide que vaya a San Miguel el Grande para advertir a Ignacio Allende.

Riaño ordena que se aprehenda a Allende y Aldama

El intendente Juan Antonio Riaño ordena la aprehensión de Ignacio Allende y Juan Aldama, en San Miguel, y la de Miguel Hidalgo y José Mariano Abasolo, en la Congregación de Dolores.

Allende se entera de la orden de aprehensión en su contra

Ignacio Allende conferenció con Juan Aldama y demás oficiales del Regimiento partidarios, quienes le informaron que acababan de recibir noticias que el día 13, Juan Garrido, había delatado la conspiración y que se había enviado al subdelegado en San Miguel, la orden de aprehensión en su contra y de don Juan Aldama, por lo cual acordaron que este último permaneciera en San Miguel, y que Allende saliera a interceptar la orden de aprehensión que venía de Guanajuato, logrando su objetivo en las afueras de la Villa, y a toda prisa siguió a Dolores.

Llega Ignacio Allende a Dolores el 14 de septiembre por la noche

En la noche llega el general don Ignacio Allende y Unzaga sigilosamente a Dolores, precedente de San Miguel el Grande. Había salido a caballo de San Miguel el Grande, para informar al cura don Miguel Hidalgo que Juan o Ignacio Garrido había denunciado la conspiración. Permanecieron juntos al siguiente día, sin tomar ninguna decisión.

El 15 Septiembre buscan a Allende para informarle que la conspiración había sido descubierta

El audaz Ignacio Pérez, emisario de doña Josefa Ortiz de Domínguez, llega a San Miguel el Grande en la madrugada del 15 de septiembre a todo galope, procedente de Querétaro, para comunicar a Ignacio Allende que la conspiración había sido descubierta, sin lograr encontrarlo. Juan Aldama informó a Pérez que Allende se encontraba en Dolores.

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