Inventores y empresarios franceses reconocidos mundialmente como los inventores del cinematógrafo, así mismo ocupan un lugar importante en la historia de la fotografía por ser los primeros en poner a circular en el mercado imágenes a color con el procedimiento de la placa autocroma.
Los hermanos Auguste y Louis Lumière nacieron en Besançon, Francia el 19 de octubre de 1862 y el 5 de octubre de 1864 respectivamente. Sus primeros años transcurrieron en dicha provincia francesa, hasta que en 1870, se mudan a Lyon. Ahí los hermanos continúan sus estudios hasta que Louis se ve en la necesidad de interrumpir la educación básica debido a su precaria salud.
En la ciudad de Lyon su padre Antoine, abre un estudio fotográfico. Sin embargo, con el tiempo problemas económicos aquejan el negocio del padre y ambos hermanos, haciendo muestra de su sagacidad, y con la intención de ayudar al negocio familiar, logran construir los aparatos necesarios para la producción de materiales fotográficos. Aunado a esto, también trabajan en la invención de un método para elaborar placa seca (Etiqueta azul), método que será explotado exitosamente por su padre.
En 1894 el señor Lumière viaja a París y conoce el quinetoscopio. Al regresar a Lyon les cuenta a sus hijos de la experiencia que tuvo con el invento de Edison y los alienta a hacer algo mejor. La familia se pondrá a trabajar en su propio aparato y será en febrero del siguiente año cuando patenten el cinematógrafo.
Entre las versiones que se cuentan en torno a la gestación del invento, que marcó un antes y después en nuestra percepción visual, hay quienes le otorgan el crédito de la creación exclusivamente a Louis, el menor de los hermanos. En una noche de insomnio, Louis Lumière ideó la manivela que hacía posible el arrastre de la película perforada. Lo cierto es que si aceptamos que fue Louis quien desarrolló el mecanismo en mayor medida, su hermano Auguste también jugó un papel importante al ponerse en contacto con Alfred Montelni, científico y optometrista francés que se encargaría de diseñar los focos para el proyector.
El dispositivo de los hermanos Lumière, además de ser capaz de proyectar imágenes en movimiento, también podía grabar y producir copias por medio de una manivela que se movía. Su tamaño y ligereza fueron algunos de los atractivos que ofrecía este aparato. Otra de las ventajas que proporcionaba en comparación al invento de Edison era la calidad de las imágenes.
Su primer filme
Siendo proyectadas en una superficie plana y de mayor extensión, estas imágenes hicieron que el entretenimiento pasara de ser algo puramente individual a un espectáculo colectivo. El primer filme que ruedan los hermanos Lumière data de marzo de 1895: Trabajadores saliendo de la fábrica (La Sortie de l’usine). La videograbación fue proyectada en una sesión de la Sociedad de Fomento de la Industria Nacional (Société d’Encouragement pour l’Industrie Nationale).
El 28 de diciembre de 1895, meses después de mostrar sus primeros filmes ante distintas sociedades científicas, se lleva a cabo la primera proyección comercial. El lugar que eligen es el Salon Indien du Grand Café. No pasan de cuarenta los espectadores de aquella primera ocasión. Algunos de los filmes proyectados ese día son Trabajadores saliendo de la fábrica (La Sortie de l’usine), El regador regado (L’arroseur arrosé), y La comida del bebé (La repas de bebe).
Inmediatamente después de haber finalizado la función, algunos de los asistentes ofrecieron distintas cantidades de dinero a los hermanos Lumière para que les vendieran su aparato. Estos, no obstante, las rechazaron pues querían explotar su invento mientras generara interés en la gente.
Estos primeros filmes, grabados con una cámara estática, mostraban algunas escenas de la vida social parisiense, especialmente de la clase burguesa. Uno de los más conocidos, La llegada del tren (L’arrive du train), presenta rasgos formales que no estaban en sus trabajos previos, como mostrar una secuencia de eventos y un close-up del tren en movimiento sin necesidad de mover la cámara.
Si bien los hermanos Lumière al ser pioneros en la industria del cine no explotaron las técnicas cinematográficas como lo haría Georges Méliès en aquel tiempo, lo que si lograron fue hacer evidente la potencialidad de este medio para reproducir fragmentos de la realidad. Con la aparición del cinematógrafo, una nueva forma de comprender y percibir el mundo se estaba erigiendo.
A raíz del éxito que tiene su invento, hacia 1896 Louis Lumière decide contratar a numerosas personas que, durante los siguientes años, fungirán como operadores y directores de las producciones.
Gran parte de los filmes que se harán bajo el sello de los Lumière será, en este sentido, el producto de un grupo admirable de trabajadores que, cámara en mano, viajan alrededor del mundo capturando escenas urbanas, personajes de la vida cotidiana o eventos importantes. La familia Lumière y sus trabajadores fueron los creadores de géneros fílmicos como los noticieros, reportajes y filmes de viajes.
Pese a su éxito inicial, los Lumière estaban convencidos de que la industria cinematográfica tendría un futuro poco prometedor y que sería olvidada con el paso del tiempo, lo cual los llevó a abandonar la producción fílmica en 1905.
El hermano mayor August, interesado por la investigación médica, estableció un laboratorio en Lyon hacia 1910, el lugar contó con un departamentos de Física, Histología, Química y Análisis, entre otros. Louis, por su parte, continuará inmerso en el mundo de la producción de imágenes, de tal forma que, en 1907, después de años de investigación, logra sacar al mercado uno de los primeros procedimientos para obtener fotografías a color: la placa autocroma. Dicho método será el principal procedimiento para capturar imágenes a color hasta la década de los treinta.
Louis Lumière fallece el 6 de junio de 1948 en Bandol, Francia, y su hermano Auguste el 10 de abril de 1954 en Lyon, Francia.
Fuente: Museo Virtual de Aparatos Cinematográficos (MUVAC) de la Filmoteca de la UNAM