Épocas prehispánicas
Según el historiador José Buenrostro: “los primitivos apasenses estuvieron primero bajo la influencia de la hegemonía teotihuacana; y después, de la tolteca”. De que los primitivos pobladores hayan sido otomíes da cuenta el nombre más antiguo con fue designado el poblado: Andehe, vocablo otomí que equivale junto al agua o bajo la laguna. Una vieja tradición autóctona, avalada por investigaciones topográficas modernas, refiere que el actual Valle de Apaseo fue otrora una extensa laguna.
Las antiguas aldeas otomíes pudieron corresponder a los asentamientos sobre el lomerío de “El Molino de Arriba”, “La Calzada” y “El Cerrito”; pero de cierto, el pequeño centro ceremonial cuyos restos se localizan en “La Palma” y las ruinas frente al poblado de “El Vicario”, conocidas por “El Guanajuatillo”, no menos que la desaparecida aldea de “Casitas Blancas”, en “La Franca”, revelan la presencia otomí.
Moctezuma Ilhuicamina denomina a la región como Atlayahualco
Sin embargo, el viejo Andehe no pudo bregar victoriosamente contra la expansión náhuatl y contra Querétaro, a quien va ligado en las antiguas crónicas. Cayó bajo el Imperio Azteca por el año de 1445, cuando el flechador del cielo Moctezuma Ilhuicamina, el conquistador mexica denominó a la región Atlayahualco, que vale por en el cerco de agua, en el disco del agua, o cabe la laguna, como expresa también etimológicamente el antiguo Andehe.
Cuando los reyes de Tzintzuntzan tuvieron necesidad de extender sus dominios hasta donde pudiesen protegerse de las incursiones de los chichimecas bárbaros, arrebataron a los mexicas el dominio de Atlayahualco para disponer las nuevas zonas de protección al Imperio. La pequeña aldea fue conquistada y sometida a Tzintzuntzan, aunque, desde luego, no llegó a ser “michoacanizada”.
Los purépechas la denominan, al conquistar la región, como Apatzeo, que significa “Flor amarilla”, “Agua acanelada”, “Prominencia caliza”, o “Lugar donde florecen las apatzecuas”.
Según el historiador don Vicente Riva Palacio, Apatzeo significa “Lugar de Apatzis” o “Lugar de comadrejas”.
Proceso de fundación
Entre 1525 y 1526, Don Nicolás de San Luis de Montañez cacique de Tula y Jilotepec organizó una penetración en el Bajío con otomíes y nahuas cristianizados:
El día 19 de septiembre de 1526, según la crónica que se le atribuye, funda el pueblo de San Francisco de Acámbaro y menciona que es el tercer pueblo que ha fundado, siendo el primero Santiago de Querétaro y el segundo el pueblo de San Juan Bautista de Apaseo.
Basado en este planteamiento se puede marcar un 24 de junio de 1525, como una primera fundación de un pueblo, que se llamaría Apaseo sometido a la lejana soberanía de su Católica Majestad, el Rey de España.
Desde 1525 a 1545 se desarrolló la cristianización de la zona por los frailes franciscanos, entre ellos: Fray Jacobo Daciano, fray Juan de San Miguel, entre otros.
En 1530, Don Andrés Sánchez Eduhia, que era un descendiente de nobles indígenas, construyó el primer templo, el convento de adobe, el hospital, trazó la huerta del convento y las casas reales, lo que hoy día son las casas municipales, por ello se le conoce como “el arquitecto que traza el pueblo de Apaseo”.
No fue sino hasta el año de 1531, cuando empezaron a llegar al pueblo indígena de Apaseo los primeros colonizadores europeos, que fueron aumentado rápidamente en número, atraídos por la fertilidad del suelo, la abundancia del agua, los buenos pastizales para el ganado y la benignidad del clima, haciendo que el lugar se transformará en un centro de población de alguna importancia.
De acuerdo a lo descrito por el historiador Don Benito Mendoza en su Historia de Apaseo, la fundación la realizó el capitán del ejército español Don Juan Alberto Pérez junto con el Reverendo Padre Fray Juan de San Miguel el 3 de mayo de 1533: “llevaron a cabo el acto de fundación denominándolo San Juan Bautista Apaseo”.
Don Hernán Pérez de Bocanegra usó por primera vez el nombre de “Apaseo el Grande”
En 1537 Don Hernán Pérez de Bocanegra, inicia el proceso de formación de un patrimonio señorial para su familia proceso inaugurado mediante la compra a Don Fernando P. Motoci, señor de Xuaxo, de varias propiedades.
En 1538, Don Hernán Pérez de Bocanegra obtiene la encomienda de Apaseo-Acámbaro consolidando ambas fundaciones y apoyándose en el cristianizado Don Fernando de Tapia para defender a Apaseo durante los primeros años de la Guerra Chichimeca.
Don Hernán Pérez de Bocanegra fue quien usó por primera vez el nombre de “Apaseo el Grande” (…) para denominar propiedades, posteriormente y en un juego de mutuas influencias con el topónimo Apatzeo, el nombre Apaseo se aplicó por extensión a toda la cabecera de la región norte de la jurisdicción de Acámbaro y dicha región norte a la jurisdicción directa de Acámbaro”
En 1547 se descubren yacimientos de Plata en Zacatecas lo que induce un flujo constante de suministros y provoca la codicia en los chichimecas, comenzando los primeros ataques contra los arrieros y comerciantes de la frontera. El pueblo de Apaseo participa en la defensa contra los chichimecas, ésta es encabezada por Don Hernán Pérez de Bocanegra.
En 1641, se hace la primera mención de la veneración de la imagen de la Limpia Concepción de María. Se funda la cofradía de la Limpia Concepción de María por orden de Fr. Marcos Ramírez de Prado, Obispo de Michoacán.
Año de 1956
El Obispo Auxiliar Dr. Don Salvador Martínez Silva propone que la ciudad de Apaseo adopte el adjetivo de “El Grande”
A inicios del año de 1956, durante una visita del Obispo Auxiliar Dr. Don Salvador Martínez Silva propone que la ciudad de Apaseo adopte el adjetivo de “El Grande”, por lo cual Don José Estrella Vázquez, envía un memorando al Congreso del Estado solicitando el apelativo de ‘Apaseo el Grande’ para la cabecera municipal.
Noviembre 30 de 1956
El H. Ayuntamiento Apaseo presenta un memorándum al Congreso de Gto solicitando la aprobación de un escudo de armas y la denominación como “Municipio de Apaseo el Grande”
Un día como hoy pero de 1956, el H. Ayuntamiento de Apaseo presentó un memorándum a la XLIII Legislatura del estado de Guanajuato, pidiendo la aprobación de un escudo de armas para Apaseo y su denominación como “Municipio de Apaseo el Grande”. La idea ya había sido lanzada en un diario celayense en julio de 1955, por el periodista Pedro León, Jr., y el quincenal católico “El Heraldo” de Apaseo, dirigido por don José G. Buenrostro. En el número 41 de “El Heraldo”, correspondiente al 23 de diciembre de 1956, se lee: “Al hacer memoria recordamos que en el año de 1952, precisamente el día 20 de junio, fue enviada una comisión en la que figuraba el editor de este periódico (Buenrostro) y Salvador Nieto E., a felicitar al Excmo. Y Revmo. Sr. Obispo Auxiliar de Morelia, Dr. Salvador Martínez Silva, con motivo de su santo. El, al recibirnos, con toda la amabilidad que le caracteriza nos preguntó de dónde éramos, “Si de Apaseo el Alto, o Apaseo el Bajo”, a lo cual nosotros tuvimos que contestar que “del Bajo”. “No, señor mío; esa ciudad no debe ser Apaseo el Bajo, sino que es Apaseo el Grande”. Y al saber que uno de nosotros dirigía u periodiquito que entonces se llamaba “La Opinión” le hizo hincapié en que debería buscar la forma de hacer propaganda porque a nuestra ciudad se le llamase Apaseo el Grande”.
Febrero 22 de 1957
Por decreto conceden que Apaseo lleve el nombre de “Apaseo el Grande”
La H. XLIII Legislatura del Estado con el Decreto Número 64, se concede que el Municipio de Apaseo se le nombre como Apaseo el Grande para diferenciarlo del vecino municipio de Apaseo el Alto.
Fuentes
· Apaseo el Grande. La primera frontera. José G. Buenrostro López. José Antonio Buenrostro Servín.
· El Cronista guanajuatense. Municipio de Apaseo el Grande, Gto. Número 8. Agosto 2014. Asociación de Cronistas del Estado de Guanajuato, A.C.