Lucha Reyes

Lucha Reyes, cuyo verdadero nombre era María de la Luz Flores Aceves, nació en Guadalajara, Jalisco, el 23 de mayo de 1906 (algunas fuentes señalan que nació el 28 de mayo).

Desde niña mostró ser talentosa en el canto y desde entonces ya hacía uso de su falsete que la hizo destacar como cantante.

A los 5 años de edad sufrió una enfermedad que la dejó muda temporalmente. Pese a ello, su talento la hizo destacar desde niña, llegando a ser nombrada como Reina del Mariachi en Guadalajara. Tiempo después se mudó a la Ciudad de México, donde vivió modestamente en la colonia Morelos. Debido a la pobreza que imperaba al país en aquella época, Lucha se vio impedida para continuar su educación.

No conoció a su padre, mientras que su madre se hizo cargo de ella hasta entrada a la adolescencia. Tristemente fue estigmatizada desde su infancia, pues se creía era hija ilegítima de un potentado. Reyes, su apellido artístico, fue en realidad el apellido de su padrastro.

En 1919 se inició interpretando canciones de la Revolución mexicana en una carpa del barrio de San Sebastián, en la capital del país. Pronto figuro al lado de José Limón, los hermanos Acevedo y Amalia Wilhelmy. En 1920 viajó a Estados Unidos y tomó clases de canto en los Ángeles, California, para perfeccionar su voz de soprano. Regreso a México y fue contratada para trabajar en el Teatro Lírico.

El empresario José Campillo formó con ella el trío Reyes-Ascencio. En 1925 se separó del trío para formar parte del espectáculo que llevó a Europa el maestro Juan N. Torreblanca, director de la Orquesta Típica Mexicana. Por circunstancias de la vida, estando en Alemania, Lucha Reyes perdió la tesitura original de su voz. Vuelve a interpretar canciones mexicanas. En un segundo viaje a Estados Unidos forma un dueto con Nancy Torres, interpretando canciones de Guty Cárdenas y Tata Nacho.

Tiempo después se desintegra del dueto y empieza a cantar sola, adoptó entonces el apellido de su padrastro y se hace llamar Lucha Reyes. Trabo en los tablados y diferentes estaciones de radio.

A partir de 1928, Lucha Reyes inició su carrera como solista. fue entonces que logró éxitos como «¡Ay Jalisco, no te rajes» o «La Panchita». En 1930 volvía a Estados Unidos para presentarse en el l teatro Million Dollar, de Los Ángeles. Asimismo, comenzó a participar en películas, entre las que destacan ¡Ay Jalisco, no te rajes!, junto a Jorge Negrete, y El zorro de Jalisco, junto a Emilio El Indio Fernández y Pedro Armendáriz

Se hizo famosa por sus interpretaciones muy particulares de canciones como, La tequilera, El herradero, Atotonilco, La mujer ladina y la Panchita.

La “Reina de la canción ranchera”

Lucha fue única en su tipo al tener una voz diferente a la acostumbrada en cantantes femeninas de la época.

Desarrolló una voz rasposa y un tanto grave luego de haber padecido de dos enfermedades en la garganta a lo largo de su vida. La segunda, que fue una infección que contrajo durante su estancia en Berlín, Alemania, fue la que le otorgó el sello personal a su estilo de canto y por el que es más recordada.

Se dice que ver cantar a Lucha Reyes en vivo era todo un espectáculo. Más allá de las notas altas que daba y de sus tonos desgarrados, la intérprete de Por un amor tenía la costumbre de dar un buen trago a una botella de tequila que tenía a la mano. Esto lo hacía cuando sentía que tendría un nudo en la garganta o cuando quería agravar todavía más su canto.

Por estas y más razones se ganó el título de la “Reina de la canción ranchera”. No obstante, este gesto de dar tragos de tequila en plenas presentaciones no sólo quedaría en el escenario.

Alcohol, depresión y su muerte

Sin embargo, fuera de los sets de grabación y los escenarios, la vida de la cantante era solitaria. Tuvo algunas parejas; uno de los esposos que tuvo, Gabriel Navarro, la abandonó luego de que Lucha, embarazada, se cayera de las escaleras y tuviera un aborto. Otro de sus novios, Antonio de la Vega, abusó de ella física y psicológicamente.

De cualquier modo, una de las mayores frustraciones de la cantante de La Tequilera era no poder tener hijos propios. En algún punto de su vida adoptó a una niña a la que llamó como ella: María de la Luz.

La depresión la hundió aún más en el alcoholismo, lo que le provocó una depresión severa que la mantuvo encerrada en su habitación por dos semanas. Lucha bebía tequila y dormía, con una pena en el alma.

El 24 de junio de 1944, luego de muchos días en los que la cantante estuvo sumida en una profunda depresión donde ingirió altas cantidades de alcohol, le pidió a su hija de once años que fuera a la farmacia para comprarle unas pastillas.

Se trataban de barbitúricos, fármacos utilizados como ansiolíticos, anestesia o sedantes.

Aunque la hija de Lucha descubrió el consumo de pastillas de la cantante, poco se pudo hacer, pues la grave intoxicación provocaría la muerte de Reyes un día después, el 25 de junio, a la edad de 38 años.

Fuentes: México Desconocido, Infobae, Gobierno de Jalisco.

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