Nació en la Villa de León, el 11 de octubre de 1824, a quien pudiera señalarse como el primer cronista que tuvo la ciudad, por cuanto que con anterioridad nadie se había preocupado por su historia, don Luis Manrique. Sus padres don Miguel Manrique y doña Gertrudis Medina.
Doctorado en Filosofía, Teología y Derecho. Desempeñó el magisterio de casi todas las asignaturas que había estudiado. Fue Rector del Seminario en 1847, y no fue sino hasta 1848, cuando recibió el presbiterado en la “Santa Escuela”. Fue cura de la Parroquia de Pénjamo, Guanajuato, durante 13 años, al fin de los cuales regresó a su ciudad natal en la que permaneció hasta su muerte.
Escribió sobre asuntos religiosos, de preferencia, pero los de mayor importancia fue la “Brevísima Relación Histórica de la Fundación, progresos y el estado actual de la ciudad de León”, impresa y editada en 1854. Diez años después, con algunas variaciones y notas fue reimpresa para la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
También escribió Apuntes para la historia de la vida y muerte del sabio doctor y licenciado don José Ignacio Aguado, que apareció publicada en 1856. Murió en la ciudad de León, el 21 de diciembre de 1854.
Fuentes: Archivo Histórico Municipal de León. Timoteo Lozano Martínez; Llegar a Ser, Monografía del Municipio de León. Carlos Arturo Navarro Valtierra.