Miguel Hidalgo y Costilla El Padre de la Patria

El alzamiento del cura Miguel Hidalgo y Costilla el 16 de septiembre de 1810 en Dolores Hidalgo, Guanajuato, fue el episodio inicial en la búsqueda de la libertad como nación para México. Tiene un lugar indiscutible en la historia, porque inició un movimiento en el cual sólo estuvo cuatro meses de dirigente

 En el siglo XIX Justo Sierra propone exaltar las dos fechas y a los dos próceres. En la fiesta del Centenario (1910), se consagró a Hidalgo como el Venerable Padre de la Patria.

 Entre el pueblo promovió las industrias populares como el cultivo de la miel y la vid, desafiando a la autoridad ya que estaba prohibido el vino en la Nueva España, e incluso es el precursor de la loza que todavía se conoce en Dolores Hidalgo, Guanajuato. Además exhortó a que la gente fuera culta a partir del teatro y la literatura francesa.

 Buscaba la libertad

 Hidalgo fue sensible a lo que quería la gente, liberarse de los tributos de la Corona, recuperar tierras, acabar con los malos tratos, con la opresión y buscar la igualdad. En Morelia su contingente creció de 60 mil a 80 mil personas, sin embargo al dirigirse a la ciudad de México, claudicó y no penetró.

 Estuvo también en Guadalajara, donde destacó su papel de legislador, hizo  decretos, ratificó su posición contra la esclavitud y los impuestos a los indios, construyendo un gobierno insurgente.

 Finalmente, luego de la derrota del Puente de Calderón, Allende despojó a Hidalgo.

Decidió irse al norte a pedir ayuda a los Estados Unidos, que ya se habían independizado, pero en marzo de 1811 fue sorprendido en Acatita de Baján, y conducido a Chihuahua para ser fusilado. Su cabeza junto con la de Allende, Aldama y Abasolo fueron colgadas en la Alhóndiga de Granaditas hasta el fin de la guerra y la consumación de la independencia.

Su vida liberal

La conducta en general de Miguel Hidalgo dejaba mucho que desear para la jerarquía de la Iglesia, pues a la par de sus ideas liberales, llevaba una vida en que juego y mujeres tenían un papel importante.

De hecho tuvo tres mujeres, y cinco hijos:

  • Manuela Sánchez Pichardo, madre de Agustina y Lino Mariano  
  • Josefa Quintana Castañón, madre de María Josefa y Micaela
  • Bibiana Lucero con quien procreó a Joaquín 

Las inconformidades generadas por su proceder lo obligaron a dejar todo para trasladarse a Colima a ejercer como cura.

Le gustaba leer a los escritores franceses de la época y coincidía con ellos con su ideas sobre la libertad del hombre, la religión, la razón y el gobierno, por tal motivo en 1792 fue enviado como párroco a lugares apartados y pobres como fueron Colima y San Felipe. 

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top