María Dolores llevó música y fuegos artificiales para armar gran alboroto con cohetes y bombas tronadoras, y festejar a lo grande la proclama de independencia.
Por lo que toca a Centroamérica, la agitación del pueblo, organizada por María Dolores Bedoya, ayudó a que se proclamara la independencia centroamericana en medio de explosiones festivas de fuegos artificiales y jarana.
El 15 de septiembre de 1821, reunidos en el Palacio de Gobierno de la Ciudad de Guatemala, las autoridades representativas de las provincias centroamericanas, de la de la Universidad, la Iglesia y de autoridades civiles, en total 56 personas, habrían de decidir si Centroamérica se adhería a la proclama independentista anunciada en la ciudad de México y por tanto si oficialmente se separaba de España.
Entre esos notables se encontraba Pedro Molina, esposo de María Dolores, un importante personaje guatemalteco que apoyó decididamente las aspiraciones independentistas de toda América. María Dolores Bedoya, visitó el día anterior los barrios más poblados de la ciudad para convocar a una reunión frente al Palacio de Gobierno, y hacer participar al pueblo de la decisión y llenar la plaza en apoyo a la independencia.
En tanto los miembros de la Junta argumentaban a favor y en contra de la declaración de independencia, Dolores Bedoya arengaba al pueblo en la plaza mayor con gritos a favor de la libertad.
Mientras esto sucedía afuera dentro del Palacio de Gobierno algunos intentaban retrasar la proclama de independencia, los opositores estaban encabezados por otro influyente notable de Guatemala.
Pero cuando el estruendo de la pólvora y de la música se escuchó en el recinto, los opositores a la independencia temerosos de que hubiera estallado una rebelión independentista, rápidamente se decidieron a aprobar la proclama de liberación de Centroamérica.