Pablo O’Higgins

Paul Higgins Stevenson​ o Pablo O’Higgins, nació en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos, el 1º de marzo de 1904.

En 1915 se mudó con su familia a la ciudad de San Diego, CA e hizo sus primeros ensayos en aguafuerte. Inició estudios en la Academia de Arte de esta misma ciudad en 1922. Realizó en 1924 una serie gráfica junto con Miguel Foncerrada, quien lo invitó a Guaymas, Sonora.

Luego de sus estudios y una breve trayectoria dentro de la pintura, llegó a México cuando tenía 20 años, por invitación del pintor mexicano Diego Rivera para que colaborara con él en los murales de la Escuela Nacional Preparatoria y de la entonces Escuela de Agricultura de Chapingo.

Su obra mural puede apreciarse en la Ciudad de México, Durango, Michoacán, Veracruz y en Estados Unidos.

De acuerdo con el Museo de Arte Carrillo Gil, desde su llegada a México en 1924 participó en los hechos que tuvieron lugar en el seno de la cultura y de la educación de México. Miembro fundador del Taller de Gráfica Popular en 1928. Impartió cátedra durante varios años en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda; en 1959 recibió el Premio del Salón Anual de Grabado y Litografía del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

Antes de incorporarse a la fundación de la Liga de Escritores y Artista Revolucionarios (LEAR), fue maestro de arte en las Misiones Culturales de Zacatecas y Durango y colaboró en la primera monografía publicada sobre José Guadalupe Posada, una coedición de los Talleres Gráficos de la Nación, de México, y la revista estadounidense Mexican Folkways.

El pintor e ilustrador trabajó como ayudante de Diego Rivera en los murales de la Universidad de Chapingo y de la Secretaría de Educación Pública. Posteriormente crearía su propia obra mural en Durango, Michoacán, Veracruz y la capital de nuestro país, así como en Estados Unidos. Entre sus obras más conocidas y celebradas están las que se encuentran en el patio del antiguo Colegio de Indios de San Gregorio, actual Mercado Abelardo L. Rodríguez.

Posterior a su obra mural introdujo cambios en su forma de expresión, aunque persistió en su actitud de compromiso político y social durante toda su vida. También trabajó con Leopoldo Méndez, Alfredo Zalce y diversos creadores mexicanos de la época y abordó las técnicas plásticas de la época.

En su obra de caballete, sobre todo en óleos y encáusticas, su trazo se volvió más libre. Especialistas en el arte nacional aducen que O’Higgins decidió radicar y trabajar en México porque, al conocer nuestro país, se quedó cautivado por su herencia artística.

Cabe destacar que, desde su llegada a México, a principios de la década de los veinte del siglo XX, inició una relación cercana con la vida, la expresión y el espíritu del pueblo mexicano, y tras 37 años de estadía adquirió la nacionalidad mexicana con carácter honorífico, gracias a sus aportaciones a la cultura del país.

En 1960 se retiró del Taller de la Gráfica Popular ante los conflictos sindicales y sociales.

En la década de los sesenta, O´Higgins relizó un mural en el Teatro Experimental en la Universidad de Michoacán de San Nicolás de Hidalgo, otro en el Banco de Comercio Exterior; los del Museo de Antropología, asi como el fresco sobre el maguey que ejecuta mientras impartía un curso de pintura mural en la URSS.

Ante la importancia que se le dió al abstraccionismo, O´Higgins defendió la importancia del realismo entendido como una manifestación flexible y viva en el arte.

Recibió importantes homenajes: en 1971 del Instituto Nacional de Bellas Artes; en 1980 en el IV Festival de Oposición del Partido Comunista Mexicano.

 En 1956, Diego Rivera afirmó: “Un día la apreciación realmente crítica de arte dará a Pablo O’Higgins un lugar cercano y fraternal al que ocupa en la historia el genio de Vincent van Gogh”.

Murió el 16 de julio de 1983.

Fuentes: INBAL, Gobierno de México,  Colección Blaisten.

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