Pancho Villa se reorganiza en Irapuato

Segunda Etapa (13 al 15 de Abril)

Los Constitucionalistas se refuerzan

Para estas alturas, las fuerzas constitucionalistas de Álvaro Obregón habían sido reforzadas con la primera División del Oriente, con tres regimientos de caballería, un batallón de infantería y una sección de ametralladoras; dos batallones rojos de obreros, más la brigada completa del general Joaquín Amaro y sus rayados, quienes anteriormente habían sido villistas. Con estos elementos, el efectivo del Ejército de Operaciones subió a un aproximado de entre quince mil y dieciocho mil hombres.

La División del Norte se reorganiza

Por su parte, desde su cuartel en Irapuato, el general Francisco Villa, también se reforzó, y se le sumaron las brigadas de los generales José I. Prieto, José Ruiz y César Moya, más tropas de infantería y artillería provenientes del estado de Jalisco, al mando de Francisco Carrera Torres y Pánfilo Natera, así como remesas de municiones enviadas desde Ciudad Juárez, por parte de su hermano Hipólito Villa. En total sumaban un total aproximado de veinte mil hombres.

Estando en Salamanca el 10 o 11 de abril de 1915, Villa envió una carta a Álvaro Obregón invitándolo a que saliera a combatir a campo descubierto, en vez de cobijarse detrás de los habitantes de la ciudad de Celaya.

“Mientras progresaba en aquellos cuatro o cinco días de la concentración de las fuerzas con que me preparaba a mi nuevo avance sobre Celaya, hacía yo viajes de Irapuato a Salamanca y de Salamanca a Irapuato, puntos donde se atendía al mejor equipo de las dichas tropas y su municionamiento”: Francisco Villa

Comienza la Segunda Batalla de Celaya

El día 13 de abril de 1915, en Celaya, se inició la segunda batalla, Obregón tomó otra vez la defensiva, manteniendo una gran reserva. Por su parte, Villa avanzaba en dos grupos, uno al norte y el otro al sur de la vía férrea; la infantería desembarcó en la estación de Crespo, a ocho kilómetros de la ciudad celayense, y la artillería marchó a la retaguardia.

La batalla se inició por la tarde, con ligeros tiroteos y acciones de reconocimiento. Poco a poco se combatía por todo el frente. La táctica usada por la División del Norte era una copia del ataque anterior: furiosos ataques frontales, violentas cargas de caballería que se estrellaban ante el fuego de la infantería constitucionalista.

Durante el día 14, el ataque villista fue repetición de los anteriores. Obregón sabía que a ese ritmo, las tropas del Centauro del Norte no durarían mucho tiempo en pie, se preparó y pidió más municiones.

Nuevamente es derrotada la División del Norte

En la madrugada del día 15 de abril de 1915, Obregón consultó con sus comandantes sobre el estado de las tropas, a fin de poder iniciar un ataque a primeras horas. La respuesta fue optimista.

Las tropas constitucionalistas pasaron a la ofensiva, con lo que la División del Norte fue sacada de balance por la sorpresa. De inmediato, la batalla se generalizó: los villistas aún desconcertados, fueron desplazados de la Estación Crespo a la hacienda de Las Trojes, por el norte. Por el centro, las tropas constitucionalistas habían hecho retroceder más rápidamente a los villistas, quedando aislado el núcleo de las Trojes. Por el medio día, la batalla estaba decidida a favor de Álvaro Obregón. Al caer la noche, los últimos villistas que luchaban en las Trojes, fueron atacados, y huyeron hacia Juan Martín y Jofre, por cuyos campos iban tirando el armamento: Se consumó la derrota de Villa.

El campo se ve regado con cuatro mil cadáveres. Los heridos llegan a cinco mil.

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