El Panteón de Santa Paula, un lugar emblemático de Guanajuato Capital donde se formaron naturalmente las Momias que ahora podemos conocer en el Museo de las Momias de Guanajuato. Conoce su historia y datos curiosos de este recinto característico de la capital del Estado.
Este panteón tiene la rara cualidad de momificar los cadáveres en una de sus alas. En un inicio, quienes visitaban las momias de Guanajuato, ubicadas en las catacumbas del Panteón Municipal de Santa Paula, podían tener contacto con los cuerpos momificados, los cuales se encontraban de pie y recargados en los muros.
El Panteón Municipal de Santa Paula se localiza en la cima del Cerro, al lado poniente del ahora centro histórico de la ciudad de Guanajuato. Esta zona del panteón tuvo un gran desarrollo urbanístico a principios del siglo XX por la construcción de la estación de ferrocarril en el barrio de Tepetapa.
El 13 marzo 1861 comenzó su funcionamiento.
El Panteón Municipal de Santa Paula lleva más de 150 años cumpliendo la abnegada tarea de albergar a los muertos en su lecho.
Desde hace varios años ya no se permiten las inhumaciones en este panteón; sin embargo, aún es escenario de diferentes eventos durante el año. Durante el festival Giff se proyectan algunas películas de terror en sus pasillos.
Su estructura
Es un recinto rectangular que se despliega en una superficie estimada de 17 hectáreas, cuyos altos y herméticos muros impiden ver desde afuera lo que hay adentro -a la manera de las ciudades amuralladas antiguas-.
Esta muralla de conglomerado de piedra roja sedimentaria – como la mayoría de los cerros de la cañada, resguarda las casi once mil tumbas con las qué hoy cuenta: “10,700 tumbas entre gavetas y fosas” (Abundiz Ramírez, 26 de octubre, 2013, p. 26), las cuales han sido construidas con las más diversas tecnologías y tipologías mortuorias. Este espacio funerario ajardinado alberga los restos de múltiples generaciones, de todos los extractos sociales de la ciudad de Guanajuato.
El panteón es uno de los edificios más grandes de la ciudad, y lo podemos constatar observando comparativamente con otros recintos arquitectónicos en la planta urbana de la ciudad. Su gran muralla funeraria está cerrada herméticamente; sin puertas, ni ventanas auxiliares a sus costados.
La fachada norte está flaqueada por una calle que permite la circulación en automóvil. La fachada sur, por su parte, ha sido invadida por las viviendas populares que se han pegado a sus muros.
A espaldas del panteón, anexo a sus muros, se encuentra el Museo de las Momias. Hay un espacio abierto delimitado por locales comerciales de artesanías; la plazuela que se forma sirve de estacionamiento.
La portada de la fachada principal mira de frente a la ciudad, la cual pareciera estar sometida a sus pies. Fue diseñada exprofeso para un cementerio, por lo que muestra gran sobriedad y carácter fúnebre. En ellas se plasma una cantidad considerable de símbolos que inspira un aire de respeto y de terror hacia la misteriosa muerte.
La primer momia hallada en Guanajuato
Un 23 de junio de 1865 se encontró la primer momia en el estado.
Se trataba de Remigio Leroy, un médico francés cuyo cuerpo momificado fue encontrado en Guanajuato Capital.
Una discusión con su padre fue lo que probablemente orilló al francés Remigio Leroy a tomar las maletas y buscar fortuna en México. Aquel muchacho aventurero que salió de París se hizo médico en la Capital mexicana, falleció en Guanajuato y su cuerpo, aún con la indumentaria de la época, se exhibe en el mundialmente famoso Museo de las Momias.
Del médico francés también se sabe que a sus 24 años contrajo nupcias con la guanajuatense María Dolores Madariaga Enciso, quien contaba con 17 años en ese entonces.
Para una mejor apreciación de este invaluable tesoro patrimonial, se logró descubrir que ‘Don Remi’ estudió medicina entre 1841 y 1843 en la Ciudad de México.
Remigio anduvo por Querétaro antes de asentarse de manera definitiva en Guanajuato, donde vivió por la calle de los Desterrados (hoy Sangre de Cristo).
El biografiado nació el 26 de abril de 1815 en París y falleció a causa de una disentería, el 9 de junio de 1865, a los 50 años de edad.
Las Momias de Guanajuato
La palabra momia desciende del persa mum (cera), mummia (algo impregnado de cera), y luego del árabe mumiya (sustancia usada para embalsamar). Momia se denomina a los cadáveres de seres humanos, o de animales, que por circunstancias naturales o mediante embalsamamiento se han mantenido en aceptable estado de conservación mucho tiempo después de la muerte.
Existen regiones y lugares que por sus características de sequedad extrema, frialdad, alcalinidad, aislamiento de la intemperie o de los microorganismos, causan que un cadáver se momifique en lugar de que se degrade por completo, como sucede normalmente en casi cualquier parte de la biósfera terrestre.
Sin embargo, la noción de momia más reconocida por el público, es la de un cadáver embalsamado o preparado con la intención específica de conservarlo el mayor tiempo posible, usualmente por razones religiosas. No es una coincidencia que sea así, pues los cadáveres muy rara vez se mantienen incorruptos por sí solos, debido a que las condiciones para su conservación natural son fortuitas y escasas.
Las momias de Guanajuato son naturales, ya que no pasaron por un proceso de conservación o embalsamiento y su estado de momificación se explica por la inexistencia de intercambio de oxígeno y humedad con el exterior de las gavetas.
Leyenda de Guanajuato
Cuenta la leyenda que en 1830 Guanajuato fue víctima de una terrible peste que provocó cientos de muertes, lo que propició la creación de panteones improvisados por toda la ciudad. Cuando una persona fallecía por esta causa, se le enterraba inmediatamente, sin constatar si seguía con vida o no.
Según la leyenda hubo entierros vivientes, pues los enfermos se encontraban en una especie de shock que asemejaba a la muerte. Al despertar, la desesperación les invadía al constatar que habían sido sepultados, y finalmente morían de asfixia; de ahí que muchas de las momias que se exhiben tienen gestos terroríficos.
Fuente: Corazón Mexicano y Museo de las Momias de Guanajuato, Estilo Clic