Después de la proclamación en esa Villa, Luis Cortazar se dirigió a Guanajuato para entrevistarse con don Joaquín Parres y don Mariano Guevara. El 24 de marzo de 1821, Anastasio Bustamante y el Ayuntamiento de Guanajuato, proclamaron la Independencia en la ciudad.
El 28 de marzo de 1821, Bustamante instruyó de manera muy precisa, al todavía intendente de Guanajuato, Fernando Pérez de Marañón, a que descolgara las cabezas de los primeros caudillos insurgentes: Hidalgo, Allende, Jiménez y Aldama, que durante casi diez años estuvieron expuestos en las jaulas que se habían colocado en las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas.
En la noche del 26 de abril de 1821 llegó a la ciudad de Guanajuato el primer jefe del ejército de las Tres Garantías, Agustín de Iturbide, al frente de sus tropas, que estaban muy mal vestidas y montadas, y eran muy pocas.
El 1° de mayo de 1821, llegaron Iturbide y su ejército a la Villa de León, donde el jefe publicó una proclama con el fin de calmar los ánimos de los peninsulares, pues se había difundido el rumor de que al finalizar la contienda se mataría a todos los españoles.
En esa Villa, Iturbide formó un ejército que quedó de la siguiente manera:
La infantería la formaron el regimiento de Fernando VII columna de granaderos, los de la Corona, Nueva España, Fijo de México, Tres Villas, Celaya, Santo Domingo, el del Sur y Ligero de Querétaro. La caballería quedó formada por los Granaderos de la escolta del primer jefe; Dragones de América, Querétaro, Príncipe, Sierra Gorda, San Luis, San Carlos, Fieles de Potosí, Moncada, el Rey y la compañía de la Sierra de Guanajuato.
El 8 de mayo de 1821, Iturbide salió de León con rumbo a la hacienda de San Antonio, en territorio de la Nueva Galicia.
De esta manera a partir de estos meses y hasta septiembre en todo el territorio nacional se expande la adhesión a la Independencia. Se suceden las capitulaciones ayuntamientos y guarniciones militares que desconocen al gobierno virreinal.
